jueves, 30 de abril de 2015

CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA (Comentario resuelto)

Nunca se estableció muy bien cómo se conocieron. La propietaria de la pensión de hombres solos donde vivía Bayardo San Román, contaba que éste estaba haciendo la siesta en un mecedor de la sala, a fines de setiembre, cuando Ángela Vicario y su madre, atravesaron la plaza con dos canastas de flores artificiales. Bayardo San Román despertó a medias, vio las dos mujeres vestidas de negro inclemente que parecían los únicos seres vivos en el marasmo de las dos de la tarde, y preguntó quién era la joven [...].
— Cuando despierte —dijo—, recuérdame que me voy a casar con ella.
Ángela Vicario me contó que la propietaria de la pensión le había hablado de este episodio desde antes de que Bayardo San Román la requiriera en amores. “Me asusté mucho”, me dijo.
Tres personas que estaban en la pensión confirmaron que el episodio había ocurrido, pero otras cuatro no lo creyeron cierto. En cambio, todas las versiones coincidían en que Ángela Vicario y Bayardo San Román se habían visto por primera vez en las fiestas patrias de octubre, durante una verbena de caridad en la que ella estuvo encargada de cantar las rifas.
Bayardo San Román llegó a la verbena y fue derecho al mostrador atendido por la rifera lánguida cerrada de luto hasta la empuñadura, y le preguntó cuánto costaba la ortofónica con incrustaciones de nácar que había de ser el atractivo mayor de la feria. Ella le contestó que no estaba para la venta sino para rifar.
— Mejor —dijo él—, así será más fácil, y además, más barata.

Ella me confesó que había logrado impresionarla, pero por razones contrarias del amor. “Yo detestaba a los hombres altaneros, y nunca había visto uno con tantas ínfulas —me dijo, evocando aquel día—. Además, pensé que era un polaco.” Su contrariedad fue mayor cuando cantó la rifa de la ortofónica, en medio de la ansiedad de todos, y en efecto se la ganó Bayardo San Román. No podía imaginarse que él, sólo por impresionarla, había comprado todo los números de la rifa.

1.      Esquema


1.Impacto de Bayardo al ver a Ángela
    1.1. Intención de Bayardo de casarse con Ángela
2. Encuentro de Ángela y Bayardo en la verbena
   2.1.Intento de Bayardo de impresionar a Ángela
   2.2. Rechazo de Ángela
         2.2.1. Detesta su altanería

2. Comentario crítico de texto:


El tema principal de este fragmento de Crónica de una muerte anunciada es la arrogancia de Bayardo San Román, al asegurar que se va a casar con Ángela nada más verla, y el machismo de una sociedad en la que la mujer no parece tener derecho a decidir sobre su futuro.
El fragmento presenta como estructura externa  cinco párrafos narrativos que incluyen dos intervenciones dialogadas. En cuanto a la estructura interna, podríamos dividirlo en dos partes, que se corresponderían con las dos versiones diferentes del primer encuentro entre Bayardo y Ángela. Cada una de estas partes se subdividiría a su vez en otras dos, de forma paralela: una primera parte en la que se muestra la decisión de Bayardo de casarse y otra segunda en la que se manifiesta la reacción de rechazo en Ángela, según ella afirma años después. Así, la primera parte, que se correspondería con la primera versión del encuentro , abarcaría  los dos primeros párrafos junto con el diálogo que los separa. El primer párrafo y la intervención dialogada de Bayardo narraría el encuentro y la decisión de Bayardo de casarse, en tanto que el tercer párrafo expresaría la reacción asustada de Àngela al enterarse.  Los siguientes párrafos ofrecen una versión distinta del primer encuentro: la de la verbena en donde Ángela está a cargo de una rifa. Los párrafos tres y cuatro más la intervención de Bayardo relatan cómo Bayardo quiere impresionar a Ángela comprando todos los boletos de la rifa y el párrafo final, el rechazo que este alarde de prepotencia provoca en Ángela.
Este texto literario de género narrativo pertenece a la novela de Gabriel García Márquez “crónica de una muerte anunciada”.  Por lo que respecta al modo de elocución, en este fragmento en concreto predomina el modo narrativo, pues el narrador, en tercera persona, relata  las dos versiones del primer encuentro entre Bayardo y Ángela. El modo de locución l narrativo se puede apreciar en el uso de verbos en pretérito perfecto simple de indicativo "atraversaron”  “despertó" "contó”. También aparece él diálogo en estilo directo en las dos intervenciones de Bayardo.
Al tratarse de un texto literario de género narrativo, la actitud el autor se manifiesta a través de la voz del narrador, que en este fragmento adopta una postura aparentemente objetiva: la de un cronista que se limita a recoger las distintas versiones del encuentro entre Bayardo y Ángela relatadas por los testigos. No obstante, el detallismo insólito en los recuerdos (los canastos de flores artificiales, las incrustaciones de nácar de la ortofónica) puede entenderse como un recurso literario relacionado con la hipérbole o exageración, muy habitual en esta novela, o con el hecho de que el autor juegue con el punto de vista del narrador, que mezcla un enfoque omnisciente con el de cronista. Además, se percibe cierta subjetividad pues la idea que prevalece en el lector es la de Bayardo como un hombre que decide casarse sin tener en cuenta la opinión de la novia y a la que pretende impresionar con su riqueza, sin preocuparse de enamorarla. Es decir, transmite la impresión negativa que Bayardo produjo en Ángela el día que se conocieron.
La intención del autor, a través del narrador, es caracterizar a los dos protagonistas: Bayardo como un hombre arrogante y voluntarioso y Ángela como una joven con mucha personalidad que no se deja impresionar fácilmente. La intención del autor se relaciona con las funciones del lenguaje. Aquí podemos apreciar la función referencial, al trasladar al lector unos hechos presuntamente objetivos; la expresiva, al transmitir los sentimientos de los personajes (“Nunca había visto uno con tantas ínfulas”) y, finalmente, la estética, pues se trata de un texto literario que inventa una historia con una intención artística y utiliza además un lenguaje que trata de crear belleza: (“parecían los únicos seres vivos en el marasmo de la tarde”).
Valoración personal
Este fragmento me ha parecido muy interesante y además esencial en la historia. Por un lado tenemos al personaje de San Román que es el típico hombre guapo y adinerado que consigue todos sus objetivos cueste lo que le cueste. Aunque a mí no me atraigan los hombres egocéntricos, tengo que destacar sus ganas y su temperamento para seguir intentando lo que realmente quiere, el amor de la joven Vicario. Me ha gustado mucho el personaje de Ángela, porque tiene mucha personalidad. Este personaje y yo tenemos en común el pensamiento de que el dinero no lo es todo, lo que realmente importa y tiene valor en la vida son las cosas no materiales. Por otro lado, me ha gustado el juego que hace el autor para que los lectores estén confusos y no sepamos realmente por qué Bayardo elige a Ángela y no a otra mujer del pueblo. El detalle de comprar todos los números de la rifa me pareció un tanto romántico, ya que él solo quería impresionarla, en mi opinión creo que a cualquier mujer le impactaría si se encontrara en una situación similar.
En cuanto a mi opinión sobre el tema, Bayardo debería conquistarla de verdad y no utilizar el dinero para conseguirlo. Sin embargo tengo que destacar la seguridad que presenta este personaje en todo momento, porque deja claro al lector que en algún momento se casara con ella como él había previsto.

3. ANÁLISIS SINTÁCTICO


P1: Ángela Vicario me contó
        P2: que la propietaria de la pensión le había hablado de este episodio
               P3: desde antes de que Bayardo San Román la requiriera en amores

P1: Me dijo
      P2: me asusté mucho
Estamos ante un grupo oracional formado por 2 oraciones compuestas. La primera oración compuesta está formada por 3 proposiciones, en la cual hay una principal , “ Ángela Vicario me contó” cuyo núcleo verbal es “contó” . Dentro de ésta encontramos 2 subordinadas , P2, “que la propietaria de la pensión le había hablado de este episodio” y está introducida por la conjunción completiva “que” sin función sintáctica. Esta proposición es una subordinada sustantiva con función de complemento directo de la anterior. Dentro de P2 , encontramos P3 , “desde antes de que Bayardo San Román la requiriera en amores”; se trataría de una subordinada adverbial de tiempo, cuyo núcleo verbal es “requiriera” y tiene como nexo la locución adverbial  “desde antes de que”.
La segunda oración compuesta está formada por 2 proposiciones. Aunque no hay nexo entre ellas y por tanto se considerarían yuxtapuestas, la que aparece en segundo lugar ( “me dijo”) actúa como proposición principal; su núcleo verbal es “dijo” y la anterior (“Me asusté mucho”) equivaldría a una subordinada sustantiva con función de complemento directo; su núcleo verbal sería la forma pronominal “me asusté”.


2.     Valor estilístico de las formas verbales


En este fragmento predomina el modo indicativo ya que le da objetividad para contar los hechos sucedidos en la historia. En cuanto al tiempo, los hechos son narrados en pasado se describe el momento donde Bayardo San Román ve a Ángela y decide inmediatamente casarse con ella. Entre los tiempos del pasado, predomina el pretérito perfecto simple ya que indica acciones ya terminadas, con que tienen un aspecto perfectivo. Además este tiempo se usa para textos narrativos como sucede en este caso, “se estableció, se conocieron, atravesaron, despertó y preguntó”. Predomina la tercera persona del singular y del plural para darle más credibilidad y destacar la función referencial.
En segundo lugar, destacan los verbos en pretérito imperfecto que expresan acciones pasadas que aún no han sido terminadas, con aspecto claramente imperfectivo “vivía, contaba y parecían” que presentas los tres un uso recto. También predomina la tercera persona para darle objetividad a la historia contada, como ya se ha citado antes.
Hay un verbo en presente del subjuntivo “despierte”, se utiliza para expresar subjetividad, en este caso el deseo que presenta Bayardo ante la posibilidad de casarse con aquella joven y además hace referencia a un futuro próximo. También encontramos un verbo en imperativo “recuérdame” que ha sido usado para que los lectores veamos el carácter fuerte de Bayardo que piensa que todo lo tiene bajo sus pies.
Por último, hay que destacar el uso dos perífrasis verbales aspectuales.  “Me voy a casar” que es de tipo ingresivo, es decir expresa una acción inminente –en este caso la decisión de casarse cuanto antes de Bayardo-. El uso del presente de indicativo en esta perífrasis se relaciona con el modo dialogado –que se construye sobre el eje del presente- y se utiliza con valor de futuro, para expresar la certeza que manifiesta Bayardo en lo seguro de esta Boda que él da ya por hecha.
La segunda perífrasis “estaba haciendo” es de tipo durativo, pues se refiere al hecho prolongado en el tiempo de la siesta de Bayardo, dentro del relato en pasado de este hecho por parte del narrador.
En conclusión, el modo indicativo es que el tiene mucha relevancia en este fragmento ya que el autor ha querido darle objetividad a la historia que está contando aunque los personajes sean de ficción. El tiempo verbal predominante –pretérito perfecto simple- se relaciona con el modo de elocución narrativo. Hay que destacar que los verbos presentes en este párrafo, según su significado, son  de acción y movimiento cuando se refiere a las acciones de los personajes (cruzaron, estaba haciendo) aunque encontramos también verbos de habla, relacionados con el modo de elocución dialogado, tanto en el discurso del narrador (“preguntó”, “dijo”) como en el de Bayardo (“recuérdame”).  En cuanto a la persona gramatical, predomina la tercera persona, pues el la utilizada por el narrador. La primera persona aparece solo en las intervenciones de los personajes..

 

Técnicas narrativas:


La novela de García Márquez simula una crónica periodística, pero la persona que se utiliza es la primera, ya que el propio autor y participio como testigo en unos hechos sucedidos en Colombia.
Sin embargo no se trata de una crónica periodística real y el narrador suele adoptar un enfoque omnisciente, ya que sabe información que no debería de saber un cronista.
En este fragmento concreto, aunque el narrador adopta el punto de vista de cronista que recoge distintos testimonios, incluso versiones diferentes de lo que sería el primer encuentro de los protagonistas, ciertos detalles que sería muy difícil que los testigos recordaran tantos años después, podrían parecer más propios de un narrador omnisciente (los detalles de las flores artificiales que llevaban las mujeres o las incrustaciones de nácar de la ortofónica que mencionamos en otro apartado del ejercicio)l si bien es cierto que el detallismo también podría relacionarse con un deseo de dar verosimilitud al relato propio de un cronista.
Como ejemplo de narrador cronista  podemos citar “tres personas que estaban en la pensión confirmaron que el episodio había ocurrido, pero otras cuatro no lo creyeron cierto”, en tanto que un enfoque omnisciente sería  “Bayardo San Román llegó a la verbena y fue derecho al mostrador atendido por la rifera lánguida cerrada de luto hasta la empuñadura…”.
En tercer lugar encontramos también un narrador testigo, en primera persona interviene como partícipe en algunos de los hechos que cuenta. En nuestro fragmento aparece la primera persona, pero relacionada con la función del cronista, que se entrevista años después con los protagonistas de los hechos (“Ángela Vicario me contó que la propietaria de la pensión le había hablado de este episodio desde antes de que Bayardo San Román la requiriera en amores).
Los testimonios recogidos por el cronista aparecen en este fragmento en primera persona u en estilo directo: “Me asusté mucho”, me dijo.” A veces laos testimonios son comentados por el narrador: “Ella me confesó que había logrado impresionarla, pero por razones contrarias del amor. “Yo detestaba a los hombres altaneros, y nunca había visto uno con tantas ínfulas —me dijo, evocando aquel día—. Además, pensé que era un polaco.”
En cuanto al tratamiento del tiempo, el relato destaca por su alinealidad, pues el narrador juega con diversos planos temporales al entrecruzar distintos puntos de vista. En este texto encontramos claramente dos tiempos narrativos: el referido al momento en que se conocen Bayardo y Ángela, seis meses antes del crimen, y el de la entrevista entre el cronista y  Ángela Vicario veintisiete años después. El tercer tiempo narrativo, que no aparece en el fragmento, sería el del día del asesinato de Santiago Nasar. En cuanto al tiempo externo –época de los hechos-, el asesinato habría sucedido en la década de los cuarenta, pues la novela recrea literariamente un crimen que ocurrió en la realidad, una época del pasado en relación con el momento de la escritura de la novela, lo que permite al autor cierto distanciamiento, tanto al relatar el crimen en sí, como las costumbres machistas y el código del honor, ya caduco en el  momento de la reconstrucción de los hechos.
El espacio narrativo se centra en un pueblo de Colombia que no se nombra voluntariamente, el nombre se quiere ocultar para darle una dimensión mítica e irreal. Este hecho contribuye al carácter de crónica periodística que contiene el texto. Sin embargo, la ubicación en un pueblo con puerto fluvial del Caribe, cercano a Riohacha, se relaciona con el espacio mítico de Macondo, creado por García Márquez en el que se sitúan muchas de los relatos del autor.

Temas:


Los temas que aparecen en este fragmento son, por un lado, la crítica a una sociedad caduca, heredera del colonialismo español, domina por una moral machista y conservadora, en la que priman los tabúes sexuales, la religiosidad y el apego a las tradiciones, características de un pueblo de los años cuarenta en el que se desarrolla la historia. Tanto en la novela como en el fragmento se puede apreciar claramente los diferentes roles sociales de los hombres y de las mujeres. Ángela, de luto siempre y acompañada de su madre, sin posibilidad de decidir sobre su matrimonio, en tanto que Bayardo hace gala de una libertad y un voluntarismo ilimitados.
Las mujeres son criadas únicamente para casarse también para atender a los enfermos y cuidar de su familia, en esta parte de la historia se refleja claramente esta idea ya que Bayardo esta totalmente convencido de que se casará con Ángela “— Cuando despierte —dijo—, recuérdame que me voy a casar con ella”. Las buenas mujeres son aquellas que tienen la función de preservar el orden y están abocadas a matrimonios de conveniencia y también a ser acosadas por los hombres. En este caso podemos ver como Ángela se siente un tanto acosada por Bayardo “Ángela Vicario me contó que la propietaria de la pensión le había hablado de este episodio desde antes de que Bayardo San Román la requiriera en amores. “Me asusté mucho”, me dijo”, se siente abrumada porque él está siempre pendiente de todos los pasos de ella.
Otro tema es la pasión amorosa, que es otro motivo que recorre la producción de García Márquez. El interés que presenta San Román por Ángela se trata también del carácter pasional que tiene este personaje, aunque en este fragmento no se puede apreciar el amor entre estos dos personajes irá floreciendo más adelante en la novela y se juntaran el odio y el amor como sentimientos recíprocos.