Bernarda: Las cosas no son nunca a gusto nuestro.
La Poncia :
Pero les cuesta mucho trabajo desviarse de la verdadera inclinación. A mí
me parece mal que Pepe esté con Angustias, y a las gentes, y hasta al aire.
¡Quién sabe si se saldrán con la suya!
Bernarda: ¡Ya estamos otra vez!... Te deslizas para llenarme de malos sueños. Y no quiero entenderte, porque si llegara al alcance de todo lo que dices te tendría que arañar.
La Poncia :
¡No llegará la sangre al río!
Bernarda: ¡Afortunadamente mis hijas me respetan y jamás torcieron mi voluntad!
La Poncia :
¡Eso sí! Pero en cuanto las dejes sueltas se te subirán al tejado.
Bernarda: ¡Ya las bajaré tirándoles cantos!
La Poncia :
¡Desde luego eres la más valiente!
Bernarda: ¡Siempre gasté sabrosa pimienta!
La Poncia :
¡Pero lo que son las cosas! A su edad. ¡Hay que ver el entusiasmo de
Angustias con su novio! ¡Y él también parece muy picado! Ayer me contó mi hijo
mayor que a las cuatro y media de la madrugada, que pasó por la calle con la
yunta, estaban hablando todavía.
Bernarda: ¡A las cuatro y media!
Angustias: (Saliendo.) ¡Mentira!
La Poncia :
Eso me contaron.
Bernarda: (A Angustias.) ¡Habla!
Angustias: Pepe lleva más de una semana marchándose a la una. Que Dios me mate si miento.
Martirio: (Saliendo.) Yo también lo sentí marcharse a las cuatro.
Bernarda: Pero, ¿lo viste con tus ojos?
Martirio: No quise asomarme. ¿No habláis ahora por la ventana del callejón?
Angustias: Yo hablo por la ventana de mi dormitorio.
(Aparece Adela en la puerta.)
Martirio: Entonces...
Bernarda: ¿Qué es lo que pasa aquí?
La Poncia :
¡Cuida de enterarte! Pero, desde luego, Pepe estaba a las cuatro de la madrugada
en una reja de tu casa.
Bernarda: ¡Ya estamos otra vez!... Te deslizas para llenarme de malos sueños. Y no quiero entenderte, porque si llegara al alcance de todo lo que dices te tendría que arañar.
Bernarda: ¡Afortunadamente mis hijas me respetan y jamás torcieron mi voluntad!
Bernarda: ¡Ya las bajaré tirándoles cantos!
Bernarda: ¡Siempre gasté sabrosa pimienta!
Bernarda: ¡A las cuatro y media!
Angustias: (Saliendo.) ¡Mentira!
Bernarda: (A Angustias.) ¡Habla!
Angustias: Pepe lleva más de una semana marchándose a la una. Que Dios me mate si miento.
Martirio: (Saliendo.) Yo también lo sentí marcharse a las cuatro.
Bernarda: Pero, ¿lo viste con tus ojos?
Martirio: No quise asomarme. ¿No habláis ahora por la ventana del callejón?
Angustias: Yo hablo por la ventana de mi dormitorio.
(Aparece Adela en la puerta.)
Martirio: Entonces...
Bernarda: ¿Qué es lo que pasa aquí?
1
.- Esquema del fragmento (1
punto)
1.- Advertencia de Poncia a
Bernarda sobre el amor entre Adela y Pepe.
1.1.- Negativa de Bernarda a admitirlo.
1.2.- Nueva advertencia
de Poncia sobre la verdadera condición de sus hijas.
1.3.- Imposición de su autoridad por parte de Bernarda
2.- Cambio de estrategia de
Poncia
2.1.- Aviso de que Pepe se está yendo a las cuatro de la
mañana
2.2. -Indignación
de Bernarda que se niega a creerlo
2.3.- Intervención de Angustias asegurando que Pepe se
marcha a la una.
2.4.- Intervención de Martirio corroborando lo que dice
Poncia.
2.4.1.- Sugiere además que Pepe no hablaba
con Angustias
3.-Golpe de autoridad de
Bernarda
3.1.- Ultima advertencia de Poncia a su ama para que
descubra lo que pasa.
2.-
Comentario crítico del contenido del texto (tema, estructura, actitud,
intencionalidad del autor, tipo de texto y valoración personal) (3 puntos)
El tema principal de este fragmento sería la intransigencia irracional
del autoritarismo que representa Bernarda, imponiendo su voluntad frente a los
impulsos naturales de sus hijas.
La
estructura externa del texto no
presenta ninguna división, es la estructura propia de los textos dramáticos
dónde suceden diálogos y acotaciones.
La estructura interna del
texto se divide en tres partes:
La primera parte ocupa dese
la primera intervención de Poncia, hasta la entrada de Angustias en la escena.
En esta primera parte, Poncia advierte a Bernarda sobre la relación que llevan
a escondidas Adela y Pepe, Bernarda reacciona con la negación de estos hechos y
amenazando a Poncia. La criada aconseja a Bernarda que tenga a sus hijas
vigiladas , y ésta responde con que sus niñas jamás la faltarían al respeto.
Además, Poncia revela a su dueña que su hijo ha visto a Pepe yéndose a altas
horas de la madrugada, causando la sorpresa de Bernarda.
La segunda parte ocupa desde
la aparición de Angustias hasta la última intervención de Bernarda. En esta
parte aparecen una detrás de otra Angustias, Martirio y Adela; la primera,
jurando que su prometido acostumbraba a irse de la casa pronto, y la segunda,
verificando las palabras de Poncia, pues también había sentido marchar a Pepe a
altas horas.
La tercera parte ocupa desde
la última aparición de Bernarda, hasta el final. En ella, Bernarda extrañada al
fin ante los hechos sucedidos , y Poncia la aconseja descubrir toda la verdad.
Con respecto a la actitud, al ser un texto dramático,
Lorca no habla por si mismo, sino, que habla a través de sus personajes. Su
actitud es artística debido a que ha sido creado un mundo de ficción, a su vez
su actitud es subjetiva porque como dicho anteriormente él expresa su opinión a
través de sus personajes; en este fragmento la voz relevante es la de Poncia ya
que es la que inicia la conversación sobre los romances que tienen sus dos
hijas con Pepe el Romano.
La intención de Lorca en este fragmento es hacer una crítica a la
sociedad y a la poca libertad amorosa utilizando como vía los diálogos entre
sus personajes. Lorca expresa su opinión a través del personaje de Poncia, la
cual está de acuerdo con el romance entre Pepe el Romano y Adela porque se
quieren de verdad, y ésta no apoya la boda de Angustias con Pepe ya que él se
casa con ella por el dinero y no porque la quiera, ya que él verdaderamente
quiere o desea a Adela; en ello Lorca critica la falta de libertad amorosas.
En cuanto al tipo de texto en el ámbito de discurso es un texto
literario ya que tiene una finalidad artística, pertenece al género dramático
ya que es un texto compuesto por diálogos de distintos personajes. En cuanto al
subgénero, Lorca se refirió a la obra como “drama”, evidenciando su deseo de
reflejar la realidad tal y como es; sin embargo podría también considerarse en
parte una tragedia, ya que el desenlace desgraciado se presenta como fatal o
inevitable.
Por lo que respecta al modo de elocución es dialogado, ya que se
trata de una conversación entre cuatro interlocutores. El modo de elocución
dialogado se manifiesta a través de recursos propios de la lengua oral, utilizando exclamaciones, interrogaciones,
uso de la segunda persona y de la primera y modo verbal indicativo “¡Eres la
más valiente!”, “¡Siempre gasté sabrosa pimienta!”, “¿Qué es lo que pasa
aquí?”.
Modelo de valoración personal 1:
En este fragmento destaca como el autor deja al descubierto
la situación que sufre Angustias por parte de su hermana Adela y de su novio
Pepe el Romano. Y lo hace por medio de diálogos muy rápidos, llenos de
preguntas y respuestas cortas, estos diálogos son frecuentes en toda la obra.
Dentro de la obra este fragmento es clave ya que
pone al descubierto ante Bernarda la situación que se está viviendo entre sus
hijas. Además deja relucir el momento en el que Bernarda no sabe lo que está
ocurriendo dentro de la casa, a pesar de su gran poder y autoritarismo. De la
misma manera, en el fragmento aparece uno de los recursos temáticos de Lorca,
la frustración de la mujer. Aquí se observa como el sometimiento al poder de la
madre de Angustias y Adela.
En cuanto a la autoridad de Bernarda me parece un
tema que creo que está obsoleto en la sociedad actual, pues no es habitual que
las madres de hoy en día traten de esa forma a sus hijas. Sin embargo, ese
trato puede ocurrir en otras sociedades donde los hijos están sometidos a las
convenciones sociales y a la autoridad de sus padres, de hecho hoy en día sigue
habiendo matrimonios forzosos, a vedes obligando a niñas a casarse con hombres
mucho mayores que ellas. En cualquier caso, el conflicto entre autoridad y
deseo de libertad podría darse en otras situaciones y, personalmente siempre me
parecería repudiable y una muestra de abuso de autoridad.
Modelo de valoración 2
Lo que nos muestra Lorca es
un hecho exagerado de las costumbres propias en la época en la que vivió. A mi
parecer, y en concordancia con los temas que trata el texto, el amor es algo
fundamental en la vida del ser humano, y por eso las personas deberíamos tener
la pareja que deseamos; guiándonos por los sentimientos, al contrario que Pepe
que mantiene una relación con Angustias por el dinero y a la vez con su hermana
pequeña de la que está verdaderamente enamorado. Tristemente y a pesar de estar
en el siglo XXI todavía hay países en los que las mujeres se ven obligadas a
casarse con hombres porque así lo dicta su religión o porque lo desean sus
padres, anclando a estas mujeres a vivir una vida triste al lado de un hombre
que no han podido escoger.
Otro tema que me parece
curioso a tratar, es el de la honra. La moral tradicional vincula a la honra
estrechamente con la decencia de la mujer, es decir , su pudor y recato en
material sexual. Además, se consideraba que una falta de la decencia afecta no
sólo a la mujer, sino a su familia también, de ahí la necesidad por parte de
Bernarda de negar el amorío entre Pepe y Adela. Esto ocurre con la raza gitana,
donde las mujeres no pueden mantener relaciones sexuales hasta tener marido, en
cambio, la regla no es la misma para los hombres, que pueden ejercer a su libre
albedrío. Dado que nuestra sociedad es ya “avanzada” debería radicarse esto,
hombres y mujeres tenemos derecho a actuar como nos plazca sin tener que ser
señalados por la sociedad.
Lo que más me ha sorprendido
del fragmento es el odio que puede suscitar el amor y la envidia hasta tal
punto de romper relaciones de sangre; Adela , Angustias y Martirio están
enamoradas del mismo hombre, lo que crea el odio entre ellas y la envidia de
las otras hermanas.
3.- Análisis
de los personajes. Caracterización en la obra y en el fragmento :
v Bernarda:
Es una mujer dura, cruel, autoritaria, encargada de ejercer del “hombre” de la
casa. Asume e impone el código de conducta machista y represivo que ella misma
ha padecido. Lleva un bastón de mando toda la obra, y siempre habla dando
órdenes, usando imperativos “¡Habla!”. Ejerce su poder de manera tiránica, por
eso todos la odian; además, maltrata a su madre a la que tiene encerrada por
vergüenza, pues esta padece trastornos psíquicos. Impone la ley del silencio y
sólo le importa la fachada, en el qué dirán. Conoce secretos del pueblo para
poder criticarlos y es obsesiva con la limpieza, la honra y la decencia. Su
obsesión final es mantener la apariencia de que su hija ha muerto virgen. En el fragmento se muestra altiva ante
su criada Poncia, a la que amenaza con “arañar” , además es dura con sus hijas
a las que “bajará del tejado tirándolas cantos”.
v Poncia:
Poncia ve venir la tragedia e intenta evitarla advirtiendo a Bernarda “¡Cuida
de enterarte!”, que ante la pasividad de ésta, deja de hacerlo. Representa el
sentido común del pueblo llano, es quien trae noticias del exterior y funciona
como conexión entre la casa y el mundo de afuera. Mantiene una relación de
confianza con Bernarda después de 30 años a sus servicios, como podemos observar en el texto, Poncia aconseja a Bernarda tener
controladas a sus hijas, y la advierta del romance entre Pepe y Adela. En
ocasiones asume el papel de madre, pero al final se mantiene al margen por un
resentimiento de clase a sus señoras.
v Angustias:
Es la hija mayor fruto de un matrimonio anterior de Bernarda. Tiene 39 años y
la boda con Pepe es su última oportunidad para escapar de la casa. Pepe en
verdad quiere casarse con ella por el dinero que heredó de su padre. Su nombre
sugiere sufrimiento, nunca ha sentido el amor ni ha estado a solas con un
hombre. Tiene que defenderse del
odio que suscita entre sus hermanas; a pesar de ser la elegida, es la más
engañada.
v Martirio:
Es el personaje más conflictivo. Su nombre sugiere su propio sufrimiento y
también el dolor que es capaz de causar a los demás. Es fea, enfermiza y
enamoradiza, roba el retrato de Pepe a Angustias y se muestra orgullosa al
enfrentarse con su madre. Además, espía a Adela e intenta meter baza en la
relación de Pepe con Angustias, por eso en
el fragmento delata las altas horas a las que Pepe el
Romano abandona los alrededores de la casa.
4.1.-
Técnica dramática. Aplicación razonada al fragmento
Las técnicas dramáticas son recursos empleados por el escritor para
contar la historia pese a los condicionamientos del texto teatral. La ausencia
del narrador, así como las limitaciones en el tiempo y el espacio imponen una
serie de técnicas que el autor debe de utilizar para que la historia se cuente
por sí misma. Así tendremos en cuenta tres aspectos a la hora de analizar la
técnica dramática: el espacio, el tiempo, las acotaciones y el lenguaje
teatral.
El espacio de la obra es la casa de Bernarda Alba, y se distinguen
dentro de esta, dos espacios uno visible y otro no visible, que es el exterior
y sólo es aludido durante la obra ya que éste está vedado debido a los siete
años de luto impuestos por Bernarda, este espacio no aludido representa la
libertad, el deseo, el amor y el sexo. La casa simboliza el mundo interior. El
espacio se precisa mediante las acotaciones que nos informan acerca de la
puesta en escena y de los movimientos de los actores y también de la verdadera
intención. Este fragmento pertenece al segundo acto, que se desarrolla en una
habitación blanca del interior de la casa, que representa el encierro, la
opresión y el dominio al que están sometidas las hijas de Bernarda y su madre. El
exterior que en este fragmento no es mencionado, pero más tarde si lo será,
representa el amor, el sexo y el deseo (Pepe se ve con su novia angustias y Adela
se da a entender que se ve con él también) (Además Poncia está insinuando que
Pepe y Adela son amantes y se están viendo por las noches)
En cuanto al tiempo cada acto se realiza en un
momento del día diferente, como si toda la obra se desarrollara en un solo día,
pero sin embargo la acción transcurre durante un periodo de tiempo de alrededor
de un mes. El paso del tiempo viene dado por la situación y el conflicto
social. El primer acto sucede por la mañana tras el entierro del difunto y
Bernarda impone los ocho años de luto, además se nos informa de que Pepe el
Romano se quiere casar con Angustias. El segundo acto tiene lugar a la tarde,
en concreto en la hora de la siesta como se dice al comienzo del acto y se
informa de que Angustias y Pepe son novios y además se da a entender que éste y
Adela tienen un romance; finalmente el tercer acto tiene lugar por la noche,
está preparando la boda con Pepe, en el pueblo ya existe el rumor de que Adela
y Pepe son amantes y Martirio envidiosa de su hermana pequeña intenta disuadir
a su hermana pero al final la delata, además es la causante del trágico final.
El paso del tiempo se deduce
de las acciones y de los diálogos de los personajes. Además, cada acto comienza
con el adverbio de tiempo “Ya”.Lorca también quiso
dramatizar el tiempo interior de los personajes y se sirvió de la luz como
símbolo.
En cuanto
a nuestro fragmento podemos destacar que es por la tarde ya que
pertenece al segundo acto y está al final de éste, ya sabemos que Angustias y
Pepe son novios oficialmente, ya que todas las hermanas están preparando el
ajuar y bordando las iniciales y además sabemos que en el pueblo corre el rumor
de que Adela y Pepe son amantes y Poncia y Martirio vigilan y advierten a ésta,
además en este caso Poncia advierte a Bernarda de ello.
Las acotaciones nos informan acerca de la puesta en escena (decorados,
vestuarios…), de los movimientos de los actores y también de la verdadera
intención comunicativa de los personajes, que pueden mentir, utilizar la ironía
o el sarcasmo. En la obra hay una amplia variedad de acotaciones. Lorca no solo
escribe el texto dramático, sino que mediante esta técnica también dirige la
representación de su obra.
En
nuestro fragmento podemos observar 5 acotaciones la primera de
ellas “(Con intención.)” nos
indica el tono y la verdadera intención de las palabras que va a decir Poncia
en este caso, la tercera “(A Angustias.)” nos indica a quien se tiene
que dirigir el comentario y finalmente las tres acotaciones restantes nos
indican la entrada o salida de algunos personajes “(Saliendo.)”, “(Aparece
Adela en la puerta.)”.
En
cuanto al lenguaje teatral es una
técnica que utiliza el autor mediante la cual, a través de las palabras de los
personajes, deducimos todos los elementos de la acción que en un relato nos
podría contar el narrador. Dentro del lenguaje teatral encontramos los
diálogos, los apartes, los monólogos y la caracterización de los personajes.
En
los diálogos de la obra predominan
los diálogos rápidos, incisivos y breves que expresan adecuadamente el carácter
y el estado de ánimo.
Por
su contenido se pueden distinguir:
Diálogos
informativos: nos informan de sucesos que ocurren fuera de la escena. Por
ejemplo uno de ellos en nuestro fragmento sería uno de los diálogos de Poncia
en el que dice: “Ayer me contó mi hijo mayor que a las cuatro y media de la
madrugada, que pasó por la calle con la yunta, estaban hablando todavía.”
Diálogos
expositivos y de respuesta breve,
un personaje habla exponiendo su punto de vista y el otro le “hace hablar”. En
este fragmento a comentar no aparece ningún dialogo de este tipo, pero más
adelante en la obra si aparecerá.
Diálogos de acción: se producen enfrentamientos y progresa la acción.
Son habituales las discusiones con diálogos rápidos, propias de enfrentamientos
entre los personajes. En nuestro fragmento existe este tipo de dialogo desde: “Bernarda:
¡A las cuatro y media!”, hasta “Angustias: Pepe lleva marchándose (…)”. Y también se podrían incluir los
diálogos que continúan hasta el final, aunque no son rápidos, pero si poseen
acción.
Diálogos
de acotación: sirven de acotaciones, hacen indicaciones sobre el tiempo y
el espacio, en nuestro fragmento no se encuentran de este tipo.
Los
apartes son un recurso para que el
espectador conozca los verdaderos sentimientos u opiniones de un personaje que
puede estar mintiendo en escena. En la narración esto lo diría el narrador.
Aquí, el personaje hace comentarios como aparte, de forma que los otros actores
fingen no escucharlo, como si fueran pensamientos. Lorca utiliza muy poco este
recurso porque resulta poco verosímil, además en nuestro fragmento no tenemos
este tipo de recursos.
Los
monólogos se producen cuando un
personaje habla solo. Sirve también para expresar sus pensamientos. Como el
caso anterior resulta poco verosímil, de modo que Lorca lo utiliza muy poco en
esta obra y en nuestro fragmento tampoco hay monólogos.
En
cuanto a la caracterización de los
personajes es una técnica con la cual se requieren una serie de medios para
describir al personaje, su conducto o sus pensamientos o emociones. En La
casa de Bernarda Alba los personajes se caracterizan por las siguientes
técnicas dramáticas: Comentarios de otros personajes, los personajes se definen
a si mismos, caracterización por los actos y las palabras, objetos simbólicos
que caracterizan a los personajes, como se ha comentado anteriormente en la
pregunta número tres.
4.2.- Estilo y aplicación razonada al fragmento
En
cuanto al estilo de la obra,
entendemos por estilo del autor su especial forma de desarrollar su labor
artística. En el caso del estilo de Lorca en La casa de Bernarda Alba tendremos
en cuenta tres aspectos: su concepción del género dramático, los elementos
poéticos y el realismo en el lenguaje.
Si
atendemos a la concepción del género
dramático a pesar de que la obra se considere una tragedia Lorca le quiso dar
más consideración al drama que a la tragedia por eso lo introdujo en el
subtítulo de la obra Drama de mujeres en los pueblos de España.
En
cuanto a los elementos poéticos,
aunque en la obra domina el lenguaje realista ésta está cargada de símbolos e
imágenes propias de la poesía de Lorca. Lorca consigue que la poesía surja de
la obra, de las situaciones y del lenguaje espontaneo de los personajes de esta
forma no hay que realizar “añadidos poéticos” que resultan muy forzados, esto
lo consigue mediante elementos poéticos como el espacio (contrastes entre el
blanco y el negro), la hipérbole (los ocho años de luto), las metáforas,
imágenes y símiles que son justificadas ya que son comunes en el habla andaluza
y finalmente los símbolos muy típicos de la poesía de Lorca y que son elementos
físicos que aluden a una experiencia psíquica. Pero también Lorca añadió poesía
en el diálogo pero solo en cuatro escenas, estos casos son: la “letanía” que
reza Bernarda, las dos intervenciones de María Josefa en las que el hecho de
que esté loca justifica el lenguaje lírico y finalmente el canto de los
segadores.
En nuestro fragmento podemos encontrar metáforas como “en cuanto las dejes
sueltas se te subirán al tejado. (…) ¡Ya las bajaré tirándoles cantos!” y “:
¡No llegará la sangre al río!”. Son metáforas que resultan relativamente
comunes en el habla andaluza.
Si
nos fijamos en el realismo del lenguaje,
que es uno de los mayores logros de Lorca, que consiste en integrar el lenguaje
poético y el popular sin que resulte forzado. En la obra predominan: el
lenguaje coloquial y sobre todo en las conversaciones rápidas, los refranes y
las expresiones populares y según la condición del personaje habla de una forma
determinada.
En nuestro fragmento se puede observar como en los diálogos de acción
que son diálogos muy rápidos predomina el lenguaje coloquial, también los
refranes y expresiones populares (“se te subirán al tejado”, “que Dios me mate
si miento”).
5 – Análisis sintáctico global
No quiero entenderte, porque si llegara al alcance de todo lo que dices te tendría que arañar
No quiero entenderte, porque si llegara al alcance de todo lo que dices te tendría que arañar
P1- No quiero
P2 -entenderte
P3-
porque te tendría que arañar
P4-
Si llegara al alcance
P5-
de todo lo que dices
Nos encontramos ante un
enunciado oracional formado por cinco
proposiciones de las cuales P1 es la principal y su núcleo verbal, “quiero”.
Incluye una subordinada sustantiva (P2) en función de CD con el infinitivo “entender(te)”
como núcleo verbal, no va introducida por ningún nexo por tratarse de una forma
no personal.
P1 tiene además una
subordinada adverbial causal (P3) introducida por la conjunción “porque” sin
función sintáctica y cuyo núcleo verbal es la perífrasis de obligación “(te)
tendría que arañar”. A su vez, esta proposición incluye una subordinada
adverbial condicional (P4) introducida por la conjunción “si”, sin función
sintáctica, y cuyo núcleo verbal es
“llegara”. Por último, P4 tiene a su vez una proposición subordinada adjetiva sustantivada
(P5) que funciona como Complemento del Nombre preposicional de “alcance”, esta
última proposición va introducida por el pronombre relativo “que” precedido de preposición
y determinantes; la función del pronombre relativo dentro de su propia
proposición es de CD del núcleo verbal “dices”.
6- Valor
estilístico de los verbos el siguiente fragmento (1,5):
Angustias: Pepe lleva más de una semana marchándose a la una. Que Dios me mate si miento.
Martirio: (Saliendo.) Yo también lo sentí marcharse a las cuatro.
Martirio: (Saliendo.) Yo también lo sentí marcharse a las cuatro.
Bernarda: Pero,
¿lo viste con tus ojos?
Martirio: No quise asomarme. ¿No habláis ahora por la ventana del callejón?
Angustias: Yo hablo por la ventana de mi dormitorio.
(Aparece Adela en la puerta.)
Martirio: Entonces...
Bernarda: ¿Qué es lo que pasa aquí?
La Poncia :
¡Cuida de enterarte!
Pero, desde luego, Pepe estaba
a las cuatro de la madrugada en una reja de tu casa.
Martirio: No quise asomarme. ¿No habláis ahora por la ventana del callejón?
Angustias: Yo hablo por la ventana de mi dormitorio.
(Aparece Adela en la puerta.)
Martirio: Entonces...
Bernarda: ¿Qué es lo que pasa aquí?
Presente indicativo:
Lleva marchándose (3º persona singular)
Miento (1º persona singular)
Hablo (1º persona singular)
Habláis (3º persona plural)
Es (3º persona singular)
Pasa (3º persona singular)
Aparece (3º persona singular)
Pretérito perfecto simple de
Indicativo:
Sentí (1º persona singular)
Viste (2º persona singular)
Quise (1º persona singular)
Pretérito Imperfecto indicativo
Estaba (3º persona singular)
Presente del subjuntivo:
Mate (1º persona singular)
Imperativo:
Cuida (de enterarte) (tú)
Infinitivo
Marcharse (verbo “marchar”)
Enterarte
Gerundio
Saliendo (verbo “salir)
En el
siguiente fragmento nos encontramos con 15 formas verbales,
tanto personales como no personales. Dentro de las personales domina el
presente de indicativo, con los verbos “lleva”, “miento”, “hablo”, “habláis”,
“es”, “pasa”, “aparece”.
El modo
indicativo se utiliza como indicador de objetividad, para referirse a
hechos o acciones que el hablante entiende como reales. El presente de indicativo es el predominante en textos dialogados, que
se construyen sobre el eje del presente pues los hablantes hablan desde el momento
puntual de la comunicación sobre hechos que están ocurriendo, han ocurrido o
entiende que ocurrirán en el futuro. El presente de indicativo tiene muchos
valores, pues el momento presente es difícilmente delimitable, dado que el
tiempo está en continuo fluir y a veces se utilizan con un uso desplazado para
referirse al pasado o al futuro. En este
fragmento todos los presentes de indicativo se usan como presentes, en su uso
recto. Sin embargo, dentro de este uso recto podemos distinguir el presente actual –para referirse a
acciones que coinciden con el momento exacto del habla- “miento”, “es”, “pasa” y “aparece” utilizado
en la acotación para indicar que Adela entra en escena en ese preciso instante.
También encontramos tres casos de presente
habitual “hablo” y “habláis” que
sirve para mencionar situaciones que no se están produciendo en ese preciso
instante pero que son repetidas habitualmente, en este caso las conversaciones
de Angustias con su novio, junto a la perífrasis aspectual durativa “lleva
marchándose” para referirse a la acostumbrada hora a la que se marcha últimamente
Pepe. No encontramos ningún presente
durativo que se refiere a acciones o hechos que se están produciendo en el
momento del habla pero que se producen desde el pasado y perdurarán también por
un tiempo indeterminado.
En cuanto a las formas
verbales del pretérito perfecto simple,
que son “sentí”, “viste” y “quise” indican una acción que ha ocurrido en el
pasado y que ya ha terminado, pues tienen aspecto perfectivo. Expresan siempre
hechos que han ocurrido en el pasado sin conexión en el presente, ya que la
acción ha terminado totalmente. Este tiempo es el más usado en las narraciones,
que suelen ocurrirse a hechos pasados. En este caso lo usan Bernarda y Martirio
para referirse a lo que ocurrió la noche anterior.
El verbo “estaba” pertenece
al pretérito imperfecto del modo
indicativo, que expresa una acción pasada que se prolonga en el tiempo. Es
un tiempo relativo y se refiere a acciones que, aunque ya estén terminadas, no
lo estaban en el momento al que él hablante se refiere. En este caso a que Pepe
aún no se había marchado a la hora a la que Poncia se refiere, las 4 de la
mañana.
El modo subjuntivo se relaciona con la subjetividad pues es el modo
que utiliza el hablante para expresar deseos o dudas, es decir hechos que no
han ocurrido u ocurren en la realidad, sino que son solo esperables o deseables
y se relaciona por tanto con la función expresiva. El presente de subjuntivo se puede referir tanto al presente como al
futuro, pero nunca al pasado. Pues sobre el pasado no caben deseos, ya que los
hechos ya han ocurrido. En el fragmento, Poncia usa ael subjuntivo referido al
futuro, para asegurar la certeza de su afirmación declara: “que Dios me mate” refiriéndose por tanto a una
posibilidad hipotética de recibir un castigo divino si es que está mintiendo.
El imperativo “cuida (de enterarte)”, en segunda persona del singular,
se relaciona con la función conativa del lenguaje, en este caso es un tajante
consejo de Poncia a Bernarda para que no pase por alto lo que está ocurriendo
en su casa.
A continuación procedemos a
comentar las formas no personales de
los verbos, que no tienen morfemas personales ni temporales, por lo que no
concretan en ningún sujeto, por lo que suelen ser núcleos verbales en
proposiciones subordinadas. Encontramos pues dos formas no personales,
infinitivo “marcharse” “enterarte” y gerundio “saliendo”. El infinitivo es un
sustantivo verbal y no expresa tiempo, pero si aspecto imperfectivo; presenta
la acción a la que se refiere en proceso de realización con un valor
progresivo. El gerundio, por su parte, posee un valor durativo, entre pasado y
futuro, y que muestra la acción en su desarrollo.
En cuanto al significado de los verbos, tenemos de
juicio y opinión (“miento”, “entérate”) y de habla (“hablo”, “es”, “aparece”)
Se relacionan con la confrontación de ideas y pareceres propias de la modalidad
dialogada que presenta el texto.
En conclusión, en este texto el tiempo predominante es el presente de
indicativo ya que se trata de un diálogo construido desde el presente, aunque
aparecen también tiempos en pasado para referirse a lo que ocurrió la noche
anterior, tanto en pretérito perfecto simple, como imperfecto. El uso predominante
de la primera y la segunda persona del singular, así como el modo imperativo,
se relacionan con la función expresiva y conativa propia también de los textos
dialogados donde los interlocutores intercambian opiniones y puntos de vista
sobre la realidad.