jueves, 1 de octubre de 2020

LEER, COMER. Manuel Vicent. Páctica y Comentario 1

 

Leer y comer son dos formas de alimentarse y también de sobrevivir. No sabría decir qué es más orgánico, más íntimo, más necesario. Los clásicos lo tenían claro: primero vivir y después filosofar. Pero sucede que hoy los más refinados creen que comer es también una filosofía y mastican lentamente los alimentos pensando en su naturaleza ontológica, imaginando el largo camino que han recorrido hasta llegar a la mesa. Alguien sembró la semilla, regó las hortalizas, podó los frutales, salió de madrugada a pescar, apacentó el ganado. Alguien llevó todos esos productos al mercado. Alguien los cocinó con amor y sabiduría, con la cultura culinaria que arranca del neolítico. Los que comen así tratan de convertir también la sobremesa en un ejercicio moral, casi místico y no necesitan ninguna enseñanza de tantos masters chefs insoportables. Por otra parte existen lectores exquisitos que leen buscando en cada libro la isla del tesoro y siempre encuentran el cofre del pirata. Hasta hace bien poco ningún artilugio se interponía en esa placentera navegación de los sueños que a través de las páginas de los libros se eleva hasta el cerebro y tampoco ningún cocinero mediático perturbaba el trayecto que los alimentos naturales recorrían del plato al estómago. Pero hoy la cocina y la lectura están cambiando de sustancia. La cocina ha caído bajo la dictadura de los masters chefs que ejercen el papel de intermediarios del gusto con sus platos estructuralistas y la lectura se ha instalado en soportes digitales que imponen sus reglas al pensamiento con sus múltiples aplicaciones. Los artilugios informáticos exigen una lectura rápida, breve, fragmentada, superficial, líquida e inmediata. Los nuevos cocineros te obligan a admirar sus instalaciones artísticas en el plato sin preocuparse de lo que suceda después en el estómago. Así están las cosas. 

                                                  (Manuel Vicent, “Comer, leer”, en El País, 29/05/2016)

 

 

1.       [1 PUNTO]  Tema y estructura

2.       [2 PUNTOS] Actitud e intencionalidad del autor. Justificación con elementos lingüísticos relevantes.

3.    [1 PUNTO] Valoración personal 


4.    [4,5 PUNTOS] CUESTIONES DE LENGUA.  

       4.a. Análisis sintáctico completo:

             Existen lectores exquisitos que siempre encuentran el cofre del pirata.

       4.b. Clasifica morfológicamente las formas verbales de las 10 primeras líneas.

       4.c. Definición contextual de las palabras o expresiones subrayadas en el texto: bien con 3 sinónimos, bien con una definición completa que parta de la categoría gramatical.

 5. (1,5 PUNTOS)  Recursos literarios: define las figuras retóricas que utiliza el autor, comentando su valor expresivo.  


(Plazo de entrega: Lunes 12 de octubre)