Veneno
La
basura mediática que uno se traga cada día no deja lesión alguna, ni siquiera
microscópica, en la mucosa más sensible del cerebro. Las neuronas procesan toda
la mierda tóxica que nos rodea y tal como les llega la trasladan al
conocimiento sin que se produzca fisiológicamente ningún control ni rechazo. La
contaminación del aire congestiona los pulmones e irrita la garganta e incluso
puede provocar cáncer; en cambio, el veneno moral e ideológico que uno respira
penetra en la raíz de la conciencia sin que el cerebro reaccione ante un ataque
tan rudo y persistente. Hay que imaginar qué sucedería si las ideas y creencias
con que se nutre el cerebro cambiaran de sustancia y fueran a parar al estómago
en forma de alimento que se adquiere en un colmado. Muchas noticias del
telediario te harían vomitar durante el almuerzo y después de tragarte un
debate histérico e inconsistente, de oír el comentario crispado de un político
idiota, de leer un artículo sectario, una disentería fulminante te mandaría
corriendo al cuarto de baño. El nacionalismo fanático, la corrupción política y
la banalidad gansa de la cultura, en un colmado serían productos equivalentes a
la carne de perro, al aceite de colza, a la fruta con gusanos y al pescado
podrido. Si en la tienda la gente rechaza por instinto un alimento pasado de
fecha, ¿por qué acepta una creencia rancia como si no le dañara? La
denominación de origen y el control de calidad que rigen en la alimentación, no
atañen a los productos destinados al cerebro, aunque estén llenos de bacterias.
Nuestra conciencia largamente intoxicada acepta con normalidad el veneno diario
que recibe en lo que uno lee, oye, contempla, huele y respira, de forma que el
ciudadano se comporta con toda naturalidad en la vida, creyéndose sano y libre,
sin saber que está envenenado.
Manuel Vicent - El País, 22 febrero 2015
1 – Tema y estructura del texto (1
punto)
Nos encontramos frente a una columna literaria de Manuel Vicent
cuyo tema principal sería “La
manipulación moral que sufrimos diariamente por parte de los medios de
comunicación y de la que no nos damos cuenta”. En el texto, el autor reflexiona
sobre el efecto dañino de los medios de
comunicación y la necesidad de crear unos controles de calidad en estos medios para reducir la manipulación y el daño en nuestra
conciencia.
Respecto
a la estructura externa, podemos observar que el título “Veneno“,
sintetiza en una sola palabra clave la idea central del envenenamiento que
producen esos medios de comunicación en nosotros. Con el título, el autor busca
captar la atención del lector, alertando del peligro, imitando de alguna manera
como el aviso que suele constar en los envases de las sustancias tóxicas.
El
texto posee una estructura deductiva –cerrada, pues la tesis se plantea al
principio del texto y se repite al final, reafirmándola como demostrada por su
argumentación. El artículo no presenta división en párrafos, aunque podemos
distinguir tres partes analizando la estructura interna: Tesis, cuerpo
argumentativo y conclusión, que detallamos a continuación.
La
tesis o idea defendida por el autor
(los medios de comunicación nos están contaminando el cerebro sin que nos demos
cuenta de ello) ocupa el primer enunciado del texto (“La basura mediática…del
cerebro”), en las línea s 1 y 2.
El
cuerpo argumentativo, la parte más
amplia del texto podríamos a su vez subdividirla en función de los distintos
argumentos utilizados y abarcaría desde la línea 2, al final de la tesis, a la
mitad de la línea 15 (“Las neuronas procesan… llenos de bacterias”)
El
primer argumento, que abarca
desde 2 a la 7, cuando dice “ataque tan
rudo y persistente”) es un símil en que compara esa contaminación que llega al
cerebro con la que producen los gases tóxicos en nuestros pulmones.
El
segundo argumento (líneas 7 a 17)
utiliza ahora el símil de los alimentos repugnantes o en mal estado para
explicar cómo esas informaciones “basura” a las que el autor se refiere nos
están dañando, con la diferencia que el estómago rechaza esos alimentos y
nuestro cerebro, no.
Finalmente,
la conclusión, que se presenta como reafirmación de la tesis, una vez
demostrada ocupa el último enunciado del artículo, desde la mitad de la línea
17 (“Nuestra conciencia…”) hasta el final.
Como
hemos mencionado anteriormente, el texto presenta una estructura
deductiva-circular. Pues la tesis aparece al principio del texto, se demuestra
y se repite al final.
2 – Actitud e intencionalidad del autor (1
p)
La
actitud del autor es muy subjetiva y crítica hacia
los medios de comunicación que nos bombardean con noticias que a él
personalmente le resultan repugnantes, en cuanto a los contenidos
(“nacionalismo fanático”, “corrupción política” “banalidad gansa de la
cultura”) o en cuanto a las formas (“debate histérico” “comentario crispado de
algún político idiota”). No menciona ningún medio de comunicación concreto, y
su crítica parece referirse a cualquier soporte (“lo que uno lee, oye,
contempla”), incluso, yendo aún más allá, le parece que ese “veneno moral” a
que se refiere está impregnando toda nuestra vida en sociedad, que de alguna
forma estamos sumergidos inevitablemente en él, puesto que incluso se “huele y
respira”.
Además, se muestra muy crítico no solo con los medios de
comunicación, sino con la pasividad e inconsciencia de todos los consumidores
de esa “bazofia intelectual” que sin ningún espíritu crítico se “tragan” todo
lo que les echen. Así pues, aunque utilice la 1ª persona del plural para suavizar
esa crítica, incluyéndose a sí mismo “Nuestra conciencia—acepta…”, en realidad
parece estar muy dolido y enfadado con toda la sociedad, sin hacer ningún tipo
de distinción de edad o condición, que no se revuelve ante ese ataque moral que
sufre.
Como conclusión podemos afirmar que Manuel Vicente se muestra
tremendamente pesimista ante la sociedad, pues da la impresión de que no
confían en modo alguno en que ese estado de cosas cambie, puesto que parece que
el mal están en todo y nadie parece querer darse cuenta de lo que está
ocurriendo.
En cuanto a la intencionalidad,
Vicent trata de remover las conciencias de los lectores, de tratar de
hacerles ver que todos deberíamos tener más espíritu crítico y ser más conscientes
de que no “todo vale” en cuanto a lo que se dice en los medios de comunicación
y que tendríamos que dejar de ser tan pasivos e intentar luchar para que las
cosas cambien y no asumir los males sociales que, a su juicio nos rodean, con
tanta naturalidad. La sociedad está falta de valores morales y todos deberíamos
hacer algo por mejorar. Los símiles que utiliza en cuanto a la contaminación
atmosférica y los alimentos repugnantes, tratar de llamar la atención en un
intento que parece desesperado pues, como hemos dicho Vicent se muestra
tremendamente pesimista en que las cosas cambien.
3 – Funciones del lenguaje que se aprecian.
Justificación con procedimientos lingüísticos (2 p.)
Para comenzar,
podemos observar en el texto, que una de las funciones que destaca es la emotiva
o expresiva, en la que el elemento de la comunicación es el emisor, pues la
intención fundamental del autor es, como hemos dicho, ofrecer su punto de vista
a los lectores sobre lo corrompidos que están los medios de comunicación e
incluso la propia sociedad. La función expresiva es la habitual en los textos
de opinión como este. Respecto a
procedimientos lingüísticos en los que se manifiesta esta función del
lenguaje, serían todos aquellos que manifiestan la subjetividad del autor. En
este caso, apreciamos los siguientes:
·
Uso de la primera persona. En este caso, aunque
el texto está mayoritariamente escrito en 3ª personas, el autor utiliza la 1ª
persona del plural en una ocasión (“Nuestra conciencia largamente intoxicada.”). La 1ª
persona plural rebaja la subjetividad, puesto que no se refiere explícitamente
al propio autor sino a un colectivo en el que estaría representado tanto él
como los lectores. En este caso, la 1ª persona del plural parece referirse a
toda la sociedad, en general, que se muestra pasiva ante los ataques morales a
que se refiere. La 1ª persona del plural, además hace que el autor se incluya a
sí mismo en esa crítica a la inconsciencia de la gente, lo que suaviza en
cierta forma el ataque a los lectores, que podrían sentirse molestos.
·
Abundancia de adjetivos valorativos.
Los adjetivos valorativos son aquellos que se refieren a cualidades
opinables y, por tanto, subjetivas. Los adjetivos “histérico”, “crispado”
“idiota” “gansa”… implican una descalificación hacia el sustantivo al que se
refieren y expresan por tanto la opinión negativa del autor hacia los medios o
las personas que los hacen.
·
Presencia destacada de léxico connotativo, es decir
de palabras o expresiones que tienen un significado añadido y una carga de
subjetividad, en este caso referida a la opinión negativa hacia los medios:
“basura” “veneno” “intoxicar” “congestionar” “vomitar”, por ejemplo.
·
Uso de coloquialismos, también con connotaciones
muy negativas. Aunque el texto está escrito en un registro culto estándar, es
destacado el uso de “mierda” una palabra de ámbito coloquial que sorprende al
lector por el contraste con el resto del vocabulario y porque no suele ser
habitual su uso en los textos periodísticos. Sin embargo, esta expresión tiene
una fuerte carga connotativa y resulta muy expresiva.
Destaca también la presencia de la función apelativa o conativa, que es la que se
centra en el receptor, pues trata de conseguir una reacción en él. Esta función
suele relacionarse con la expresiva y es también habitual en los artículos de
opinión, pues cuando alguien opina sobre un tema en un espacio público, de
alguna forma siempre quiere convencer de sus ideas al que lee o escucha, en ese
caso trata de hacerles reflexionar acerca de que
deberían ser más críticos a la hora de seleccionar sus fuentes de información o
entretenimiento Los
procedimientos lingüísticos específicos de esta función que observamos son los
siguientes:
·
Uso de la 2ª persona, con la que el emisor
interpela directamente al lector. En este caso se usa el tuteo, que manifiesta
una relación de confianza y que, en este caso concreto, tiene un sentido
generalizador (“te harían vomitar” “después de tragarte”), es decir se refieren
a que esa situación a que se refiere podría sucederle a cualquiera.
·
Uso de oraciones interrogativas, que interpelan directamente al lector y le mueven a la
reflexión. Puesto que el lector obviamente no puede responder al autor, serían
preguntas retóricas, que presuponen ya la respuesta. “¿por qué acepta una creencia…?
Encontramos, por otra parte, algunos procedimientos propios de la función referencial, que es la que se
utiliza para mensajes objetivos sobre la realidad. En este caso, aunque, como
ya hemos dicho, el texto es muy subjetivo, sin embargo las reflexiones del autor están planteadas como si fueran hechos
objetivos, de ahí la presencia de la función referencial, que en cualquier caso
está subordinada a la expresiva. Encontramos los siguientes procedimientos en
relación con esta función:
·
Predominio de la 3ª
persona y construcciones impersonales, bajo las que en realidad se esconde
el emisor, que no usa en ningún momento la 1ª persona del singular (“Hay que imaginar qué sucedería si…”)
·
Verbos en presente del modo indicativo, que dan por hecho las acciones a las que
se refiere ocurren realmente en la realidad: “se traga” “se nutre” “rigen”
“atañen”…
Finalmente, encontramos también presente la Función Poética, aquella que se
relaciona con la forma del mensaje, en este caso con la voluntad de estilo del
autor, que es un escritor de reconocido prestigio y con el hecho de que se trate de una columna
literaria. La función poética se manifiesta en el uso de los recursos
literarios que comentaremos a continuación.
4 – Recursos literarios. Definir,
justificar en los ejemplos y comentar su valor expresivo. (2 p.)
Aunque el texto no es literario propiamente dicho, puesto que no crea un
mundo de ficción ni la intención estética es la predominante, sí que
encontramos algunos recursos literarios, que están al servicio de la
expresividad y que muestran una voluntad de estilo, como es propio de las
columnas literarias.
Podemos destacar los recursos morfosintácticos, como la enumeración, que consiste en la suma o acumulación de
palabras o enunciados equivalentes o relacionados por su
significado a través de la coordinación mediante
conjunciones o, como en el caso que nos ocupa, por yuxtaposición (asíndeton): "después de tragarte un debate histérico e inconsistente,
de oír el comentario crispado de un político idiota, de leer un artículo
sectario". En este caso, puesto que lo que se enumera no son unidades léxicas
(palabras), sino enunciados con la misma estructura sintáctica, a la
enumeración y el asíndeton se suma otra figura retórica, el paralelismo. Estas tres figuras
-enumeración, asíndeton y paralelismo, tiene la misma función expresiva: la
acumulación de situaciones desagradables que plantea, producen un efecto expresivo
de enfatizar y agrandar la gravedad de las mencionadas situaciones y por tanto
de sus efectos "vomitivos", como dice el autor. Por otra parte, estos
recursos morfosintácticos, buscan crean unos efectos rítmicos que dan elegancia
a la prosa.
Otros dos ejemplos de enumeración con paralelismo serían los siguientes:
"a la carne de perro, al aceite de colza, a la fruta con gusanos y al
pescado podrido" y " lo que uno lee, oye, contempla, huele y respira",
aunque en estos dos casos no se produce asíndeton porque al final de la
enumeración sí aparece la conjunción coordinante copulativa "y". en
el primer caso, la acumulación de elementos repugnantes aumenta el efecto
expresivo del símil que comentaremos a continuación. En el segundo caso, la
acumulación de verbos "oye, lee, huele, respira" inciden en el hecho
de que la contaminación moral a la que se refiere el autor está en todo los que
nos rodea.
En cuanto al símil, es quizá la
figura retórica más relevante del texto, puesto que el autor está comparando
los efectos nocivos de la "contaminación moral que nos rodea" con los
que podrían producir en nuestro organismos el aire contaminado o los alimentos
en mal estado. El símil está en este caso al servicio de la argumentación del
autor, que trata de hacer entender al lector lo repugnante que le parece el
contenido y la forma de lo que nos ofrecen los medios de comunicación, al
compararlo con elementos repugnantes y resaltar el hecho de que deberíamos
tener rechazarlos.
El símil se diferencia de la metáfora
en que en esta última el autor identifica dos elementos distintos de la
realidad por razones expresivas, en tanto que en el símil se establece una
comparación explícita entre ambas realidades ("serían productos
equivalentes a...". Como ejemplos de metáfora en el texto podríamos habar
de cuando se refiere a los medios de comunicación como "basura
mediática" o "mierda tóxica".
Las connotaciones negativas de la "basura" y la
"mierda" se extienden así al elemento real de la metáfora (el
contenido de los medios de comunicación) sugiriendo la sensación de repugnancia
que el autor busca con la metáfora.
En las líneas 14-15 podemos identificar otro recurso literario llamado interrogación retórica que consiste en
preguntar algo sin esperar respuesta. “¿por qué acepta una creencia rancia como
si no le dañara?” El autor la utiliza con la finalidad de reforzar o reafirmar el propio punto
de vista, al mismo tiempo que incentiva al oyente a reflexionar sobre su idea.
En este caso la pregunta retórica subraya el hecho de que se acepta toda esa
"basura mediática" sin que nadie parezca darse cuente de que hace
daño.
En
las líneas 4-5, encontramos una antítesis,
que es una
figura retórica que consiste en la oposición de dos ideas empleando palabras antónimas o frases de significado
contrario, cercanas en proximidad y de estructura gramatical similar.
“La
contaminación del aire congestiona los pulmones e irrita la garganta e incluso
puede provocar cáncer; en cambio, el veneno moral e ideológico que uno respira
penetra en la raíz de la conciencia sin que el cerebro reaccione ante un ataque
tan rudo y persistente” El autor la utiliza con la intención de enfatizar la
idea de cómo actúa esa contaminación
moral ayudando a comprender mejor su significado.
Finalmente,
podemos identificar una aliteración
en la línea 4. La aliteración es una figura de carácter fónico que consiste en la repetición de uno o varios sonidos dentro de una
misma palabra o frase: “contaminación del aire congestiona”.
Esta figura busca unos efectos rítmicos que contribuyen a la armonía de la prosa y se usa
fundamentalmente por razones de elegancia en el estilo.
5 – Definir el significado conceptual y
contextual de las siguientes palabras y expresiones (2 p.)
Basura mediática: Expresión metafórica con la que el
autor se refiere a los contenidos repugnantes de los medios de comunicación.
Fisiológicamente: Adverbio derivado del adjetivo
"fisiológico", que se aplica a los procesos que se producen en el
organismo de los seres vivos. el autor lo usa para referirse a los efectos en
nuestro organismo de los elementos nocivos que ingiere o respira.
Congestiona: Irrita,
obstruye, tapona.
Moral: Adjetivo que se aplica a lo que se
relaciona con un conjunto
de creencias, costumbres, valores y normas de una persona o de un grupo
social, que funciona como una guía para
obrar. El autor habla de "veneno moral" metafóricamente,
porque se está envenenando nuestra forma de comportarnos y ver el mundo.
Rudo: Brusco, tosco, poco delicado.
Conciencia: Sustantivo
abstracto que hace referencia al conocimiento que
el ser humano tiene de su propia existencia, de sus estados y de sus actos. El
autor se refiere a que no nos damos cuenta del daño moral que recibimos.
6 – Indica el tipo y función de las
subordinadas y el tipo y función del nexo en los siguientes enunciados:
a) Que me respondas es mi deseo más ferviente
Subordinada sustantiva-Suj
Que (Nx)-conjunción completiva (sin
función)
b) Compré los libros que me recomendaste
Subordinada adjetiva –CN de
“libros”
Que (Nx)-Pronombre
relativo. CD en su propia oración
c) No comprendo a los que no tienen preparado el examen
Subordinada adjetiva/sustantivada – CD
d) Se arrepintió de que lo nombraran delegado
Subordinada sustantiva- C.Régimen
Que (Nx) conjunción completiva (sin función)
e) Los apuntes de los que te hablo están en la fotocopiadora
Subordinada adjetiva-CN de
“apuntes”
Que (Nx) Pronombre relativo –C.Régimen (precedido de la
preposición y el determinante “de los”)
f) No hay muchas personas en las que puedas confiar
Subordinada aljetiva-CN “personas”
Que (Nx) Pronombre relativo–C.Régimen, precedido de
preposición y determinante ( En las)