TEXTO 1
(Al salir, Martirio mira fijamente a Adela)
ADELA.- ¡No me mires más! Si quieres te daré mis ojos, que son frescos, y mis espaldas, para que te compongas la joroba que tienes, pero vuelve la cabeza cuando yo pase.
(Se va Martirio).
PONCIA.- ¡Adela, que es tu hermana, y además la que más te quiere!
ADELA.- Me sigue a todos lados. A veces se asoma a mi cuarto para ver si duermo. No me deja respirar.
Y siempre: "¡Qué lástima de cara! ¡Qué lástima de cuerpo, que no va a ser para nadie!" ¡Y eso no!
Mi cuerpo será de quien yo quiera!
PONCIA.- (Con intención y en voz baja) De Pepe el Romano, ¿no es eso?
ADELA.- (Sobrecogida) ¿Qué dices?
PONCIA.- ¡Lo que digo, Adela!
ADELA.- ¡Calla!
PONCIA.- (Alto) ¿Crees que no me he fijado?
ADELA.- ¡Baja la voz!
PONCIA.- ¡Mata esos pensamientos!
ADELA.- ¿Qué sabes tú?
PONCIA.- Las viejas vemos a través de las paredes. ¿Dónde vas de noche cuando te levantas?
ADELA.- ¡Ciega debías estar!
PONCIA.- Con la cabeza y las manos llenas de ojos cuando se trata de lo que se trata. Por mucho que pienso no sé lo que te propones. ¿Por qué te pusiste casi desnuda con la luz encendida y la ventana abierta al pasar Pepe el segundo día que vino a hablar con tu hermana?
ADELA.- ¡Eso no es verdad!
PONCIA.- ¡No seas como los niños chicos! Deja en paz a tu hermana y si Pepe el Romano te gusta te aguantas. (Adela llora.) Además, ¿quién dice que no te puedas casar con él? Tu hermana Angustias es una enferma. Ésa no resiste el primer parto. Es estrecha de cintura, vieja, y con mi conocimiento te digo que se morirá. Entonces Pepe hará lo que hacen todos los viudos de esta tierra: se casará con la más joven, la más hermosa, y ésa eres tú. Alimenta esa esperanza, olvídalo. Lo que quieras, pero no vayas contra la ley de Dios.
FEDERICO GARCÍA LORCA, La casa de Bernarda Alba
1.Estilística delas formas verbales de la última intervención de Poncia.
La última intervención del fragmento es de la Poncia. Esta se dirige a Adela para aconsejarla sobre lo que debería hacer según ella respecto su relación con Pepe y como debe ser su actitud.
El modo de elocución del fragmento es un diálogo teatral, pero la intervención de Poncia presenta un modo de elocución argumentativo, pues trata de convencer a Adela a través de distintos argumentos y para ello hace uso dela 2ª persona. Utiliza preferentemente el modo Indicativo, pues se refiere a la realidad de los hechos que están viviendo, tanto en el presente, como lo que según ella ocurrirá en el futuro si sigue su consejo. como detallaremos más adelante.
En cuanto a los verbos en relación a su significado, encontramos una presencia destacada de verbos de estado en la descripción de Angustias y de la misma Adela que hace Poncia (es, seas, eres, te gusta) y también verbos de acción, no en las acciones que debe realizar Adela, que como mujer, según Poncia y las normas vigentes, debe adoptar una actitud pasiva,sino más bien en las acciones que llevará a cabo Pepe si Adela tiene paciencia y espera la muerte de su hermana (se casará, hará, hacen).
Predominan los tiempos y modos verbales, predomina claramente el presente de Indicativo, pues, como hemos dicho,el diálogo de Poncia y Adela se sitúa sobre el eje temporal del presente, lo que está ocurriendo en esos momentos (la relación ilícita de Adela con Pepe). El presente de indicativo tiene límites difusos y presenta varios usos,tanto rectos, para referirse al presente,como desplazados, para referirse al pasado o al futuro.
En cuanto a los usos rectos del texto,encontramos los siguientes:
Presente actual,el que se refiere a una acción que ocurre en el momento puntual de la conversación. Esto ocurre en la acotación (Adela llora) o cuando Poncia se refiere a las palabras que está pronunciando (Digo).
Presente durativo, se refiere a acciones presentes pero con un sentido que se prolonga en el pasado y el futuro,es propio de lasdescripciones en presente (te gusta, es enfermiza, esa eres tú).
Presente habitual (lo que hacen), que menciona situaciones que se dan de forma periódica; y el intemporal (¿quién dice...?),que se refiere a hechos que ocurren de forma genérica, sin límites temporales claros. Asimismo utiliza el uso desplazado de este tiempo verbal: presente de mandato (te aguantas), que tiene valor imperativo pero incluso con más fuerza que este, pues no deja opción a Adela, al dar por hecho que no puede hacer otra cosa. Encontramos un presente con valor de futuro (Esa no resiste), que sugiere una gran certeza sobre acciones que ocurrirán.
Del indicativo también se utiliza el futuro imperfecto (se morirá, lo hará, se casará), en su uso recto, para expresar certeza sobre algo que no ha ocurrido pero que se sabe que ocurrirá con toda seguridad, en este caso, Poncia asegura a Adela que podrá casarse con Pepe porque Angustias va a morir.
Encontramos también el tiempo verbal presente del. El Subjuntivo se relaciona con la subjetividad pues no se refiere a hechos reales, sino a deseos o dudas. El presente de Subjuntivo se puede referir al presente o al futuro, pero nunca al pasado (los deseos no se dan sobre el pasado): la perífrasis modal de posibilidad te puedas casar, se refiere al futuro, mientras que lo que quieras,se refiere al Presente.
Finalmente, el modo Imperativo tiene un uso muy destacado, pues Poncia trata de convencer a Adela sobre lo que tiene que hacer. El Imperativo solo tiene formas propias para 2ª persona de confianza (tuteo). Poncia lo utiliza para dar órdenes a Adela (deja, alimenta, olvídalo). Para las órdenes negativas, se utiliza el Presente de Subjuntivo (no seas, no vayas)
En conclusión, predomina claramente el tiempo presente del indictaivo, pero con sus diferentes usos que expresan diferentes sensaciones, y también el imperativo lo cual nos sugiere el trato de Poncia hacia Adela y también su nivel social, al ser este uso bastante coloquial. Por otra parte uno de estos verbos lo encontramos en una acotación („Adela llora“) lo cual tiene un valor distinto del resto ya que lo usa Lorca para dirigir la representación.
2. Análisis de los personajes de la obra.
En la obra La Casa de Bernarda Alba se llevan a cabo una serie de técnicas de caracterización de los personajes. Puesto que la obra no tiene narrador y solo intervienen los personajes de la misma (salvo algunas acotaciones), los personajes mismos deben hacer comentarios y describir su conducta y aquello que piensan y hacen.
En este fragmento de la obra podemos apreciar comentarios de otros personajes: es una forma de caracterización indirecta que se basa en las opiniones de unos personajes sobre otros. En el texto la Poncia habla con Adela sobre Angustias, la hija mayor de Bernardaa, a la cual describe y critíca „Tu hermana Angustias es una enferma. Ésa no resiste el primer parto. Es estrecha de cintura, vieja, y con mi conocimiento te digo que se morirá.“, y a su vez hace también una pequeña descripción de Adela „se casará con la más joven, la más hermosa, y ésa eres tú“. Por otra parte, Adela habla de su hermana Martirio „para que te compongas la joroba que tienes“.
También se ve la caracterización por las palabras y actos que los propios personajes predican. Adela se hace notar durante toda la obra como delicada y afeminada, pero a la vez llena de rebeldía, dirigiendose de esta manera a su hermana Martirio „Si quieres te daré mis ojos, que son frescos, y mis espaldas, para que te compongas la joroba que tienes, pero vuelve la cabeza cuando yo pase“; y a la Poncia „Mi cuerpo será de quien yo quiera!“.
Estos comentarios, descripciones y actos, hacen que los lectores puedan comprender mejor el texto, comprendiendo la personalidad y el físico de cada personaje sin la necesidad de un narrador o de una previa descripción.
Asimismo, los nombres de cada personaje han sido elegidos por Lorca de una manera intencionada (pues „Angustias“ y „Martirio“ no suenan igual que „Adela“).
Adela es la más joven y bella de las hijas de Bernarda. Además su nombre es el más femenino. Adela busca el amor y, oponiéndose a la moral social del momento, y guiada por la pasión, el deseo de libertad y rebeldía (“¡Y eso no! ¡Mi cuerpo será de quien yo quiera!”), se entrega al futuro prometido de su hermana Angustias. Se muestra cruel con sus hermanas especialmente con Martirio como puede apreciarse en su primera intervención („¡No me mires más! Si quieres te daré mis ojos, que son frescos, y mis espaldas, para que te compongas la joroba que tienes, pero vuelve la cabeza cuando yo pase“), pues sabe que esta envidia la relación que tiene con Pepe el Romano.
Por otra parte, nos encontramos con intervenciones de La Poncia. Su nombre sugiere el de Poncio Pilatos (el que se lava las manos). Representa el sentido común del pueblo llano, y es quien trae las noticias de fuera, la conexión con el exterior de la casa. Asume los valores morales, pero con cierto distanciamiento. También mantiene una cierta relación con Bernarda, sin embargo, marca distancias y le impone silencio cuando le interesa. Conoce a todas sus hijas y en ocasiones mantiene conversaciones con ellas asumiento un papel de madre, como en este caso con Adela, pero a final siempre se mantiene al margen.
Angustias es la hija mayor de Bernarda, e hija de un padre distinto del resto. Tiene 39 años y Pepe la pide casamiento a ella, por ser la que más dinero tiene. Su nombe sugiere sufrimiento, y como la Poncia describre, vejez y fealdad. Además es la más envidiada y odiada por sus hermanas, al ser la que va a poder huir de la casa, pero es también la más engañada.
Martirio es el otro personaje que aparece nombrado en el fragmento. Es el personaje más conflictivo y su nombre sugiere sufrimiento hacia los demás. Es enfermiza y fea. Se muestra orgullosa al frente de su madre, y espía a Adela, la acosa con indirectas y la delata sobre su relación con Pepe el Romano, sólo por envidia y para hacerla daño.
3. Contextualización del fragmento en la estructura externa e interna de la obra
Esta obra de Federico García Lorca presenta una estructura en tres actos, que se corresponden con el esquema tradicional de presentación, nudo, y desenlace. Cada acto tiene lugar en una habitación diferente de la casa y en un tiempo distinto. El rasgo más característico de la obra es su carácter cíclico (estructura repetitiva) con paralelismos semánticos y en situaciones. Además, dentro de cada uno de estos actos se suceden distintas escenas que alternan situaciones de calma y de tensión que van intensificándose, de modo que la escena final de cada acto es de gran violencia. A su vez, la tensión final de cada acto se va intensificando, por lo que la escena final del tercer acto es la más violenta de toda la obra.
Este fragmento de la obra se sitúa en el segundo acto, lo que se correspondería con el nudo del esquema tradicional. En esta parte de la obra, parte de la familia ya se ha enterado de la relación que tienen Adela y Pepe el Romano, el novio de su hermana Angustias.
Podemos apreciar el carácter cíclico en la oposición del amor libre y el matrimonio y de la realidad y el deseo. Es un elemento paralelístico porque toda la obra se construye sobre oposiciones de contrarios. Además, a lo largo de la obra se pueden observar anticipaciones del final trágico, y en este caso esta anticipación se ve en el enfrentamiento de Adela y la Poncia, ya que esta última la avisa de que si sigue intentado estar con Pepe, todo va a acabar muy mal, lo cual acaba pasando.
Este fragmento es muy importante en la obra porque es el comienzo del desarrollo del conflicto que se había planteado en el primer acto. Pepe viene a casarse con Angustias, pero se está viendo con Adela, lo que provoca la envidia de Martirio, que la vigila constantemente. En la escena anterior se vio como la Poncia empieza también a sospechar por los comentarios de Martirio y por la hora a la que Pepe parece haberse ido de casa, pues Angustias afirma que se va a la una y hay quien dice haberle oído marchar mucho más tarde. En esta escena la Poncia expone abiertamente sus sospechas a Adela, que al principio lo niega pero luego tiene que reconocer que es verdad que se está viendo con el novio de su hermana. La Poncia la amenaza con denunciarla si no cesa en su actitud, por los convenios sociales de la época (”Lo que quieras, pero no vayas contra la ley de Dios.”). Más adelante la escena continúa viendo como Adela no renuncia a su amor por Pepe y Martirio que la envidia cada vez más, provocará el trágico desenlace al denunciarla.
Sintaxis morfosintáctico del siguiente enunciado:
TEXTO 2
La crisis del periodismo
A nadie se le escapa que el periodismo se halla inmerso en una crisis sin precedentes:
crisis de identidad, en un momento en que la creciente atomización de las audiencias, el impacto de Internet, la sobreabundancia informativa y la publicidad menguante ponen en peligro la existencia misma de los periódicos; y también crisis del propio oficio de periodista, cada vez peor considerado socialmente, sometido a presiones que hacen casi imposible su independencia, sometido también a dramáticos ajustes de plantilla y sueldos de miseria que a pique están de convertirlo en prototipo del nuevo paria. […] Inmerso en el laberinto de una tecnología descontrolada, abandonados los fundamentos éticos y el anhelo de verdad que eran su razón de ser, el periodismo corre el riesgo de convertirse en un mero acarreo de noticias y consignas ideológicas. Y al periodista, entonces, no le quedará otro remedio que resignarse a su condición de mero obrero en una cadena de montaje. La información, convertida en una mercancía de consumo rápido, sometida a las leyes de oferta y demanda, irá degenerando paulatinamente en espectáculo, o se preocupará tan solo de enardecer los bajos instintos del público receptor, fomentando el sectarismo más ramplón e irracional. Así se alcanzará una situación paradójica: la saturación informativa no traerá consigo mayor libertad, sino, por el contrario, una obturación creciente de nuestra capacidad para enjuiciar las cosas y, por lo tanto, una reducción de nuestra libertad. Así, la
prensa dejará de ser un “cuarto poder” que vigila y denuncia a los otros tres, para convertirse en una faceta más de un poder omnímodo, que ya no lo será tanto de naturaleza política como económica; un poder omnímodo del que ya forman parte sindicatos, partidos políticos y demás instancias de supuesta representación popular. Y a la prensa, que ha sustituido su misión primordial de contribuir al esclarecimiento de la verdad por un criterio mercantilista, no le restará otra función sino contribuir a la consolidación de esas estructuras oligárquicas de poder. Así se completará la perversión completa del periodismo que, convertido en instrumento de las fuerzas económicas y de los intereses oligárquicos, dejará de servir a la verdad. Y cuando hablamos de “verdad” no nos referimos tan solo a la veracidad de los hechos que el periodismo describe o analiza, sino sobre todo a la “verdad humana”, a la dignidad de la persona en todas sus dimensiones. Que eso, al fin y a la postre, es lo que convierte el periodismo en luz de las gentes.
JUAN MANUEL DE PRADA, XL Semanal, 14 de agosto de 2011
LA CRISIS DEL PERIODISMO
1 - Esquema del texto.
- Crisis general del periodismo.
1.1 Impacto de Internet
1.2 Sobreabundancia Informativa
1.3 Descenso de la publicidad.
- Devaluación de la figura del periodista.
2.1 Poca consideración social.
2.2 Bajos sueldos.
2.3. Meros transmisores de noticias.
- Manipulación de la Información
3.1 Satisfacción de los lectores.
3.2 Intereses políticos o económicos
4. Traición a la esencia ética del Periodismo
4.1 Control de los poderes políticos y oligarquías
4.2 Servicio a la Verdad.
2 - Tipo de texto (género y modo de delocución), justficar con procedimientos lingúísticos relevantes.
Respecto al tipo de texto, nos encontramos ante un texto de opinión cuyo ámbito de discurso es el artículo o columna el 14 de marzo de 2011 en la revista XLSemanal y firmada por Juan Manuel De Prada, escritor, crítico literario y articulista español que trabaja para dicha revista. En todos los artículos literarios los autores suelen ser colaboradores de la editorial y son escritores de reconocido prestigio, por lo que no es común que mencionen su cargo o profesión, pues los lectores ya les conocen. Aunque el texto no se considere propiamente literarios, demuestra cierta voluntad de estilo y la función poética de forma secundaria, lo cual detallaré más adelante.
El autor trata un tema de interés de la actualidad, pues comenta acerca de la crisis en la que se encuentra el periodismo debido a, por ejemplo, los avances tecnológicos y a los intereses del artificio de la información. Al ser un articulista conocido y colaborador de la revista, este hace uso de un lenguaje formal estándar y cuidado, pero dando a su vez la opinión sobre el tema que trata, a pesar de mostrar en el bastante objetividad, como comentaré más adelante. Además no utiliza coloquialismos, sino que utiliza eufemismos para sustituir aquellas palabras de mal gusto („paria, ramplón, miseria“).
Juan Manuel De Prada habla como periodista, mostrando una cierta preocupación por la posible extinción de su oficio y por lo que será en un futuro de los periodistas como él, pero a su vez hace una crítica por aquellos que contribuyen a la desaparición de los periódicos y a la manipulación de la información basada en intereses políticos y económicos. Hace uso de un tono sosegado y formal, con el que intenta concienciar al resto de las personas acerca del tema.
El texto no presenta un modo de elocución claramente argumentativo, pues los rasgos de este tipo de textos no aparecen del todo evidentes y aparecen mezclados con rasgos del expositivo. Es por ello que el modo de elocución que presenta es el expositivo-argumentativo. Estos textos presentan rasgos de subjetividad (propios de los textos argumentativos) y por otra parte de objetividad (propio de los expositivos). Esto se debe a que el autor predica con total certeza sobre aquello de lo que habla, queriendo aportar así cierta objetividad, pero sin embargo no son hechos claramente objetivos y seguros, sino que está dando su opinión al respecto.
El modo de elocución expositivo se relaciona con la función representativa del lenguaje por el cual se pretenden trasmitir ideas de una manera objetiva. Los rasgos que posee este texto son la ausencia de subjetividad, el modo indicativo, fundamentalmente el tiempo presente („a nadie se le esacapa...“,“publicidad menguante ponen en peligro“), verbos copulativos („eran su razón de ser“, „ya no lo será tanto“,“ es lo que convierte“). No hace apenas uso de los rasgos lingüísticos específicos de los textos argumentativos, pues no hay verbos de opinión, ni uso de la 1ª persona, modo verbal subjuntivo...
Por otra parte, aparece principalmente, como ya he dicho, la función representativa del lenguaje que se manifiesta en la objetividad de los hechos, en el predominio de la 3ª persona („se le escapa“,“ irá convirtiéndose“, „vigila“, „denuncia“, „ha sustituido“) y en las oraciones enunciativas y de verbo de indicativo. Además aparece de forma secundaria la función apelativa, con la que se pretende concienciar y hacer pensar al receptor, y se hace notar en el uso de la 2ª persona, en el último párrafo del artículo („y cuando hablamos“, „nos referimos“); y la función poética, lo que aporta una cierta voluntad de estilo (por ejemplo, uso de los eufemismos).
En conclusión, el modo de elocución que presenta es el argumentativo-expositivo, pero predomina el argumentativo al tratarse de un texto de opinión, lo que conlleva que el autor hable del tema de una forma crítica.
3. Valoración personal.
Estoy de acuerdo con el autor en la mayor parte de lo que dice. Me parece que tiene razón cuando habla de que el periodismo está en peligro de acabar desapareciendo. Las tecnologías están haciendo que cada vez menos personas se interesen por la prensa en papel, y la digitalización y las nuevas tecnologías son las culpables de esto. También considero que tiene razón al decir que el oficio del periodista está mal considerado socialmente, al igual que muchos otros oficios que cada vez están pero vistos, posiblemente ya que ahora se da mucha importancia a aquellos trabajadores que se dedican a la ciencia y a la tecnología principalmente, como si no fuese necesario nada más.
Por otra parte, el autor habla sobre la manipulación masiva de la información expuesta en la prensa, y me parece interesante que se hable de ello, pues a mi parecer es algo que se hace notar en gran medida. La prensa en general se dedica a aportar la información que le interesa a determinados partidos políticos y económicos, e incluso determinadas editoriales muestran su contenido de una manera u otra dependiendo de la ideología de estos, lo cual quita veracidad a los hechos.
En general me ha parecido muy interesante el planteamiento del texto y me parece muy correcto el tono y vocabulario usado por el autor Juan Manuel De Prada.