miércoles, 8 de enero de 2020

LA NOCHE DE FIN DE AÑO, comentario

La noche de Fin de Año

Es la noche más hortera, la más superficial, la que saca lo peor de nosotros: la parte más absurda, más cretina, la que más nos asemeja al montón, el rincón oscuro al que Dios no llegó cuando nos hizo a su semejanza. La noche de Fin de Año es el retrete del paganismo, la fiesta soez del exceso más cutre. Lo de las uvas revela un inquietante modo de relacionarse con la celebración, el ocio y el buen augurio que se supone que nos deseamos.
En casa, cuando aún estaba mi abuela, lo celebrábamos con cucharaditas de caviar. También en Via Veneto, con Hortensio Ramos dando las campanadas con un mazo y una olla. Son las dos únicas maneras adecuadas de celebrarlo: con la familia y en casa, comiendo cosas que realmente predispongan a la felicidad, y a la suerte que necesitamos, y no esas uvas que luego nos atragantamos y tenemos que correr a los hospitales; o en Via Veneto, también con la familia, y con la olla de Ramos, y tal vez brindando luego con algún amigo que también estuviera en el restaurante. Todo lo demás, esta lamentable costumbre de quedar con los amigos para ir a los más espantosos lugares, sólo conduce a la degradación y al accidente. (…)
Educar es reprimir pero si cuando es el momento explicas bien las cosas, luego no hace falta reprimir tanto. Hay que educar a los hijos en el desprestigio de la noche de Fin de Año y de tantas otras cosas que no hace falta ser un genio para ver que no nos convienen. Sutilmente, cultamente, amorosamente hay que ir inculcando la verdad desde la más temprana edad porque cuando llegan los 16, los 17 y sobre todo los 18 cuesta mucho más abrirse paso entre gritos y bofetones, y además no sirve de nada. Cada vez que «porque es costumbre» o «porque es lo que todos hacen» o «porque sus amigos van» o «porque una noche como ésta no le puedo decir que no», le permites a tu hijo –y ya no digamos a tu hija- salir por Fin de Año estás comprando todos los números de la lotería para que pruebe las drogas si es que no las ha probado, para que se emborrache del modo más deleznable, para que se la lleven por delante en cualquier baño del más sórdido antro –de modo voluntario, etílico o directamente forzado-, o para que él sea el triste y criminal protagonista de estos desmanes: si aún crees que no hay diferencia entre chicos y chicas, en las consecuencias de la noche de Fin de Año podrás comprobarlo. Eso por no hablar de los accidentes causados por un amigo que «ha bebido pero controla», o por cualquier desconocido que piense lo mismo y te destroce la vida sin que tú, por una vez, hayas hecho absolutamente nada.
Fin de Año es un ensayo general para los padres. Si tu hijo te pide salir, algo habrás hecho mal. Si te lo pide tu hija, tienes que volver a empezar.
Salvador Sotres, ABC, 01/01/2020

1.       Esquema de las ideas del texto (1 punto)
2.       Tipo de texto: género y modo de elocución. Justificar con los procedimientos lingüísticos más relevantes (2 puntos)
3.       Valoración personal (1 punto)
4.       Análisis morfosintáctico del siguiente enunciado (1,5)
Educar es reprimir pero no hace falta reprimir tanto si explicas bien las cosas cuando es el momento.
5.       Valor estilístico de los adjetivos del primer párrafo. (1,5)
6.       Estilística de las formas verbales del segundo párrafo (1,5)

7.       Contexto literario de La Casa de Bernarda Alba y de su autor, Federico García Lorca. (1,5) 



1) ESQUEMA DEL TEXTO

1.    Superficialidad de la noche de fin de año.
1.1 Hipocresía camuflada en la tradición de las navidades.
2.    Maneras alternativas de celebrarlo.
2.1 En familia, con caviar en lugar de uvas
2.2 En un restaurante caro
3.    Desenfrenos de las celebraciones
3.1 Necesidad de advertir a los hijos del peligro.
3.2 Inculcarlo desde la infancia.
3.3 Terribles consecuencias de la permisividad de los padres.
3.2.1 Consumo de drogas y alcohol
3.2.2. Accidentes
3.2.3. Mayor peligro para las chicas (violaciones).

2) En cuanto al tipo de texto nos encontramos ante un texto no literario, un artículo
periodístico de opinión publicado en el diario ABC y firmado por Salvador Sostres. En todos los textos periodísticos de opinión, como su nombre indica, los autores expresan sus opiniones sobre temas de actualidad. Los artículos de opinión publicados en prensa diaria en papel están destinados a un público amplio, muy general, aunque su ideología y los pensamientos del articulista suelen coincidir con la ideología de los lectores, que a su vez está condicionada por la línea editorial del periódico. En este caso, el autor critica la superficialidad de las celebraciones y advierte del peligro de permitir salir a los hijos a celebrar la Noche de Fin de Año. Critica también la falta de autoridad por parte de los padres al permitir a sus hijos, y sobre todo a sus hijas, salir durante esta noche pues, en la opinión del articulista, las consecuencias pueden ser terribles.

El autor es un escritor, periodista y articulista que trata un tema polémico, por lo que, busca un lenguaje impactante, atractivo y creativo, aunque sencillo, accesible a un público de cultura media, aunque parece dirigirse especialmente a los padres de adolescentes. El autor firma con su nombre, por lo que, se responsabiliza de sus opiniones y se muestra subjetivo. Utiliza un registro estándar, en el que domina el enfado causado por las consecuencias de la noche de fin de año. No emplea ni recursos literarios, ni cultismos, ni tecnicismos, pero sí coloquialismos, aunque no muy frecuentes “bofetones” y “retretes”, utilizados para acercarse al receptor. La función poética no es especialmente destacada, aunque se manifestaría en la voluntad de estilo del autor y en la búsqueda del lenguaje impactante al que nos hemos referido.

El escritor habla como padre de una hija, pero también como persona con cierta autoridad, justificada por su prestigio como tertuliano y articulista. Su intención fundamental es convencer a otros padres de la necesidad de mantenerse firmes y no ceder ante las peticiones de los hijos de salir a celebrar el Fin de Año con sus amigos. Resulta llamativa su especial renuencia a permitir salir a las chicas, pues considera que se enfrentan a mayores peligros que los chicos. El tono que utiliza Sostres es muy apasionado y parece hablar con la libertad que le da una postura personal de defensa de sus propias opiniones, que en cualquier caso busca compartir con los lectores, aunque estable mayor cercanía con aquellos lectores de ideas más conservadoras. La fecha de publicación del artículo es relevante, ay que coincide con el día siguiente de la noche a la que el autor se refiere con tanto rechazo.

El modo de elocución principal que se utiliza es el argumentativo, utilizado en aquellos textos en los que la intención principal de autor es defender la opinión y tratar de convencer de ella a los lectores a través de unos argumentos. Este modo de elocución se manifiesta en los recursos lingüísticos propios de las funciones emotiva y conativa, que pasaremos a referir a continuación.

Los recursos lingüísticos en los que se manifiesta la subjetividad, propios de la fusión emotiva o expresiva son los siguientes:

·         Uso de la primera persona del plural, tanto en pronombres personales como en desinencias verbales (“lo celebraremos”, “necesitamos”…) La primera persona del plural suaviza la subjetividad, pues engloba a emisor en un colectivo en el que también participan los lectores.
·         Uso del modo subjuntivo (“estuviera”, “piense”…)
·         Léxico connotativo (“bofetón”, “retrete”…)
·         Adjetivos fuertemente valorativos, para desprestigiar las celebraciones de Fin de Año: “hortera” “cutre” soez”…

La función expresiva aparece entremezclada con la conativa, la cual se manifiesta en los siguientes procedimientos lingüísticos:

·         Uso de la 2ª persona del singular, con una sentido generalizador, pero que también interpela directamente con el lector buscando complicidad con él y con sus puntos de vista (“le permites”, “podrás comprobarlo”, “habrás”, “tienes que volver”…)

En conclusión, el modo de elocución que predomina es este texto es el argumentativo, ya que, como anteriormente he dicho, el texto es un artículo periodístico de opinión, lo que conlleva a que el autor hable críticamente sobre el tema, en este caso, las consecuencias que trae la Nochevieja y la falta de autoridad de los padres que permite el deseo de sus hijos de salir durante esta noche tan peligrosa.

3) Valoración personal
Personalmente, no estoy nada segura de acuerdo con el autor. Para él, la noche de fin de año es una de las peores sin duda alguna; sin embargo, para mí es quizás la mejor del año. La familia reunida, la ilusión de comer las uvas, la deliciosa comida sobre la mesa y las copas brindando crean un ambiente difícil de superar, e incluso, igualar en cualquier otro momento.

Podría decir, que el único argumento del autor a fin a mi opinión es aquel en el que se explica la importancia que tiene el hecho de que los padres comuniquen a sus hijos el peligro que existe.
Sin embargo, también creo que los peligros en que se apoya el autor existen o están presentes en cualquier noche/fiesta.

No me ha gustado nada la idea del autor de diferenciar a los chicos y a las chicas, beneficiándose por el simple hecho del sexo. Además, culpabiliza a la mujer de ser ella misma la que se busca sus propias desgracias por el hecho de salir en la noche de fin de año. Bajo mi punto de vista, la mujer tiene el mismo derecho de salir que el hombre.

En conclusión, no creo que el autor tenga mucha razón en lo que comenta y que haya logrado su objeto de convencer al público del tema.

4) SINTAXIS

P1_  Educar       es      reprimir
        Infinitivo        N.V    Infinitivo
        Subordinada           Subordinada
        Sustantiva               Sustantiva
          (Sujeto)                (Atributo)

pero
nexo - Conjunción
coordinante
adversativo

P2_  No      hace  falta       
         Adv       Locución verbal
             P3 -  reprimir         tanto   (Subordinada sustantiva Sujeto de P2)
                        Infinitivo         Adv CCC
             P4_ Si             explicas    bien      las      cosas
    nexo               N.V      adjetivo   det.  sustantivo
            subordinante             (C.C.Modo)    (C.D)    
            condicional

                         P5  Cuando      es        el     momento
                              nexo         N.V     det.   sustantivo
                         subordinante               (sujeto)    
                          condicional

5) Se trata de un artículo periodístico de opinión, en el que, como indica el propio nombre, el autor expresa su opinión acerca de la noche de fin de año. La describe desde el rechazo y con cierto sentimiento de repugnancia y asco. Los adjetivos son palabra que nombran o indican cualidades, rasgos, propiedades de los hombres o sustantivos a los que acompañan y con los que concuerdan en género y número.

En cuanto su forma, destacan los adjetivos en  grado superlativo absoluto (“más hortera”, “más superficial”, “más absurda”, “más cretina”, “más cutre”). Estos adjetivos están utilizados haciendo referencia a otros nombres, es decir, relacionándolo con otros. También aparecen adjetivos en grado positivo (“oscuro”, “soez”, “inquietante”), los cuales expresan cualidades sin dar idea de intensidad. Es resaltable la presencia del adjetivo comparativo de origen latino (“peor”).

En cuanto a su significado, encontramos mayoritariamente adjetivos valorativos, con connotaciones negativas, ya que indican una cualidad opinable y por tanto, subjetiva (“más hortera”, “más superficial”, “peor”, “más absurda”, “más cretina”, ”soez” “más cutre“, “inquietante”). Sus connotaciones negativas se deben a la actitud pesimista que mantiene el autor ante la noche de fin de año. Podemos destacar el adjetivo “oscuro”, al considerarse descriptivo, ya que se refiere a una cualidad que se percibe con los sentidos, en este caso, para describir el rincón.

Con respecto su función, todos los adjetivos del texto son adyacentes, es decir, complementan directamente al nombre. La mayoría de ellos son especificativos, es decir añaden una cualidad nueva al sustantivo al que se refiere, pues precisan, especifican (“más hortera”, “más superficial”, “peor”, “más absurda”, “más cretina”, “oscura”, “soez” “más cutre”), sin embargo, aparece un adjetivo explicativo (“inquietante”), el cual resalta una cualidad que se sobreentiende en el sustantivo. Existen tantos adjetivos antepuestos, indicando mayor subjetividad (“inquietante”) como pospuestos “(“más hortera”, “más superficial”, “más absurda”, “más cretina”, “oscuro”, “soez”, “más cutre”…).

En conclusión, en el texto destaca la subjetividad enfocada en los adjetivos valorativos. Casi todos los adjetivos tienen connotaciones negativas al referirse a la noche de fin de año, como la peor de todas.

6) El sintagma verbal, junto con el nominal, es uno de los dos constituyentes de la oración. Está formado por un núcleo, que es el verbo, y por unos adyacentes que son sus complementos.

El significado verbal viene dado en el texto mediante las formas gramaticales del verbo, que son tanto personales como no personales. Dentro de las primeras se observa un predominio de la primera persona gramatical que indica subjetividad del hablante, pero de algún modo la rebaja con el empleo del plural y busca con ello la complicidad con los lectores, de hacer partícipe al público de sus pensamientos (“necesitamos”). Por otro lado, encontramos abundantes formas no personales de infinitivo (“ir”, “quedar”, “celebrar”) con valor progresivo y de gerundio (“brindando”, “dando”, “comiendo”) con valor durativo.

Según su significado encontramos verbos copulativos (“son”-ser) que se repite en más ocasiones (“estaba” y “estuviera”) y representan permanencia, verbos de acción (“brindando”, “tenemos que correr”) los cuales indican movimiento y son característicos de las narraciones de hechos.
El uso de estos verbos está determinado por el tipo de texto (argumentativo) y el tema (concienciación sobre los peligros de la noche de Fin de Año).

Por otro lado, predominan los tiempos verbales de presente de indicativo para expresar y manifestar su opinión sobre la realidad del tema que argumenta (“son”, “necesitamos”, “nos atragantamos”, “conducen”). Se trata de un presente habitual que se utiliza para expresar situaciones que se dan periódicamente como es la última noche de cada año. Encontramos también del modo indicativo el pretérito imperfecto (estaba, celebrábamos).

Pero también hay presencia del presente del subjuntivo (predispongan) y del pretérito imperfecto (estuviera), para acciones que el autor piensa que comenzaron en el pasado pero todavía perduran. El uso de los forma en “-ra” del pretérito imperfecto del subjuntivo es un arcaísmo o un dilectísimo del español en zonas leonesas y gallegas, que hoy en día es muy frecuente del lenguaje periodístico. El subjuntivo es el modo de la subjetividad, característico de la función expresiva del lenguaje e indica ambigüedad, pudiéndose referir tanto al presente, pasado como futuro; en este caso “estuviera” se refiere al pasado y “predispongan” al futuro.

7) Federico García Loca, autor de esta obra de teatro, nació en 1898 y murió asesinado en 1936. Literariamente se le encuadra dentro de la generación del 27. La década de los 20 fue en toda Europa una época de prosperidad económica y optimismo en la que surgieron nuevas formas de expresión artística que pretendían romper con todos los estilos anteriores. Entre estos movimientos denominados vanguardias encontramos el futurismo, el cubismo, el dadaísmo (que buscaba la independencia total entre arte y realidad) y el ultraísmo (que también, buscaba esa independencia).

La llamada generación de 27 está formada por un grupo de poetas que mantenían una estrecha relación y se conocían personalmente. Además de Lorca, destacan Pedro Salinas y Rafael Alberti. Incluía también artistas de otros campos como el pintos Dalí o el músico Manuel de la Falla tomaron su nombre por ser 1927 el tercer centenario de la muerte del poeta barroco Luis de Góngora, al que consideraban como un adelanto a su tiempo que había practicado la poesía pura, independiente de la realidad. Además de las influencias vanguardistas recibieron otras de la generación del 98. Cada poeta tenía un estilo propio pero compartían la rebeldía frente a las convenciones y el cultivo del verso libre.

Más concretamente, en el panorama teatral, a principios del siglo XX convivían dos tendencias, por un lado, un teatro comercial (burgués, sin inquietudes estéticas o intelectuales y que repita modelos actuales) y uno renovador (que buscaba la experimentación y la provocación) donde deberíamos enmarcar a Lorca.

García Loca nació en Granada en 1898 en el seno de una familia acomodada. Durante su juventud se relacionó con otros artistas e intelectuales de su época. Sus tendencias políticas y su homosexualidad, unidas a su posición de triunfador lo advirtieron en víctima de la represión del bando nacional al comienzo de la Guerra Civil.

Lorca tiene grandes influencias tanto en las vanguardias europeas como de los movimientos artísticos previos y escribió tanto poemas como obras de teatro como La Casa de Bernarda Alba. Esta fue la última que escribió y fue terminada en junio de 1936, dos meses antes de morir asesinado. Se estrenó por primera vez en Buenos Aires en 1945 y en España en 1950.

Se trata de la obra culminante de Lorca. En ella perviven los mejores hallazgos de sus obras anteriores y junto con Bodas de Sangre y Yerma conforma la Trilogía de tragedias andaluzas pues las tres tienen muchos elementos en común; el tono poético, el hecho de ser tragedias y el marco geográfico común, el campo andaluz. Sin embargo, esta obra presenta algunas diferencias respecto a las anteriores, como por el ejemplo; son un mayor realismo en los diálogos y las situaciones y la eliminación del verso; aunque se trata de una obra poética. Lorca tiene considerada a su obra como un drama y no como tragedia, es decir, trata que sea lo más realista posible, de modo que la poesía surge de las situaciones y los diálogos y siempre está justificada por la propia trampa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario