La Razón
01 de febrero de 2017. 19:19h
Apoteosis de la neo-lengua
por José Miguel
Serrano. Miembro del Comité de Bioética
La elegante sustitución del descriptivo y exacto
término «vientre de alquiler» por el de maternidad subrogada marca la apoteosis
de la neo-lengua y de la rendición a los intereses de los lobbies y
la industria que más manipulan las cuestiones bioéticas entre nosotros.
No hay maternidad en cuanto se trata de desvincular ésta precisamente del dato
natural y legal que la define: la maternidad sigue al parto. El comprador o
compradores reciben un producto bajo contrato y la gestación se convierte en
una prestación que esclaviza a la mujer, evidentemente necesitada. De
hecho, los grandes países exportadores en esta industria, como Tailandia,
India, México y Ucrania, están limitando la compra por extranjeros, toda vez
que se han observado los vergonzosos resultados de la generalización de la
práctica para ricos del exterior. No hay padres o madres, hay compradores
deseosos de que el Derecho cumpla su definitivo capricho, obviando las
posibilidades que se abrirían a la maternidad por otras vías menos
explotadoras. Las nuevas palabras, por supuesto, encubrirán el proceso, y así
tendremos a nuestros tribunales –ya los tenemos de hecho– discutiendo si dos
compradores y su compra han establecido ya, o no, una «relación familiar».
1 – Tema y
estructura (1 punto)
El tema central es el uso
incorrecto del eufemismo “maternidad subrogada” para suavizar la verdadera
naturaleza de la práctica de los “vientres de alquiler”, que es una forma de
utilización comercial del cuerpo de mujeres necesitadas.
En cuanto a la estructura
externa, este artículo de opinión tiene un único párrafo precedido del
título “Apoteosis de la neolengua”, que sitúa el tema de los “vientres de
alquiler” desde la perspectiva de un debate lingüístico. A juicio del autor, la
nueva denominación que se está imponiendo -“maternidad subrogada”- es un
eufemismo que trata de ocultar el hecho sórdido de que personas con dinero
puedan alquilar el cuerpo de mujeres pobres para tener un hijo.
En relación a la estructura
interna, el texto comienza exponiendo la tesis del autor, que ocupa las primeras líneas del texto (primer
enunciado, líneas 1 a 4), y que manifiesta abiertamente su postura sobre la
manipulación del lenguaje en torno a la maternidad subrogada y explica el
título elegido, al que nos acabamos de referir.
El cuerpo argumentativo el texto se encontraría a continuación desde
la línea 4 (“No hay maternidad…) hasta la 12 (“otras vías menos explotadoras”).
En esta parte, el autor utiliza tres argumentos en apoyo de su tesis. En primer
lugar, afirma que no se puede hablar de “maternidad” propiamente dicha pues la
maternidad sigue al parto y, en este caso la mujer que pare al niño no sería la
madre legal. El segundo argumento es que se trata únicamente de una transacción
comercial donde personas con dinero utilizan a mujeres de países pobres. El
tercer argumento es que esta práctica responde solo a un capricho y no a una
necesidad, puesto que hay otras formas de tener hijos -la adopción-, que es una
posibilidad que parece que olvidan quienes recurren al sistema de la maternidad
subrogada.
La conclusión se situaría al final del texto (desde “Las nuevas
palabras…” al final de la línea 12) En esta parte el autor reafirma la tesis
–manipulación del lenguaje en torno al tema en cuestión- ahora presentándola
como ya demostrada: no se puede hablar de maternidad, sino de contrato de
compra-venta.
Puesto que la tesis aparece
al principio y se repite nuevamente al final, se podría decir que el texto
presenta una estructura circular.
2.-
Actitud e intencionalidad del autor. Justificación con procedimientos
lingüísticos relevantes (1,5)
José Miguel Serrano
reflexiona sobre la manipulación del lenguaje para normalizar un hecho que,
desde su punto de vista, no solo resulta completamente antinatural, sino
éticamente reprobable. Su enfoque es en todo momento subjetivo,
pues está claro que mucha gente no estaría en absoluto de acuerdo con su planteamiento.
Es además tremendamente crítico con
quienes utilizan o defienden el sistema de la maternidad subrogada.
Esta subjetividad se percibe
fundamentalmente en el uso de un
lenguaje fuertemente connotativo, que se relaciona con la función expresiva de
la lengua: la expresión “vientre de alquiler” con las connotaciones
negativas que esta expresión trae aparejadas, le resulta “descriptivo” y
“exacto”, es decir, que definen un hecho que a su juicio es en sí mismo
negativo y reprobable. Por el contrario, la expresión “maternidad subrogada” se
le antoja “elegante” un adjetivo que sugiere algo lujoso, propio de “ricos” que
son a su juicio los que recurren a esta práctica que, más abajo denomina
“capricho”. Utiliza además gran cantidad de palabras del campo conceptual de
los negocios para referirse a esta práctica que, en su opinión, no se puede
llamar “maternidad” por ser una mera compra. Así utiliza “compra”
“compradores” “prestación” “contrato”
“industria” “manipulan” “intereses” y
“lobbies”. En cuanto a las mujeres que recurren a “alquilar” su vientre, se
dice que se las “esclaviza”
aprovechándose de que están “necesitadas”.
A pesar de ser un texto
subjetivo, el autor no utiliza en ningún momento la 1ª persona del singular,
pues desea plantear su argumentación
basándose en hechos y no en opiniones. Así encontramos elementos de la función referencial como presencia de
construcciones impersonales “Hay…” y predominio de verbos en 3ª persona, en modo Indicativo y en construcciones
enunciativas.
Utiliza la 1ª persona del
plural en la conclusión del texto “tendremos” “tenemos”, para establecer
cercanía con el lector –función conativa-,
al que incluye junto a sí mismo en todas las personas que en la actualidad
asisten al debate legal sobre el hecho de la maternidad subrogada.
La intencionalidad parece clara. Pretende
convencer al lector de que no porque se le cambie el nombre a un hecho, deja de
ser el mismo, es decir, que una acción tal denigrante como lo son los vientres
de alquiler para el autor, aunque se generalice con un nombre que lo normaliza,
“maternidad subrogada”, la acción sigue siendo la misma.
El autor escribe para sus
lectores, ya que es un artículo del periódico La Razón, advirtiéndoles de que no se dejen engañar por el mal uso
del lenguaje.
3 – Valoración personal (1,5)
3.-
Valoración Personal
Escudarse en el uso del
lenguaje para criticar un tema tan trascendente como el de la maternidad
subrogada no me parece justo. Y más allá de las palabras elegidas para designar
un concepto, está una realidad social, científica y humana de todos los que
resulten implicados. Por lo que no me gusta cómo enfoca el autor el tema y
tampoco los argumentos que utiliza ya que nunca habla de sentimientos, ni de la
necesidad que muchas personas experimentan de tener hijos, ni de los lazos de
vida que se generan al margen de que sean o no tus padres biológicos los que te
crían, educan y quieren. Solamente ve en este proceso intereses económicos.
En España, la maternidad
subrogada está de actualidad ya que algunos partidos políticos están hablando
de su legalización. Lo cierto es que cada país está elaborando leyes diferentes
y, por ejemplo, no existen normas comunes a toda Europa. La sociedad cambia y
las realidades familiares también y creo que los hombres y mujeres deben
satisfacer sus deseos de tener descendencia, al margen, de que sus condiciones
físicas se lo permitan o no y este tipo de gestación debe verse simplemente
como una técnica de reproducción. Por eso tiene que haber legislación que
garantice la seguridad de los progenitores y de sus hijos y que evite el
tráfico de personas en todo el mundo. Lo triste es que la maternidad subrogada
se esté haciendo en muchos países sin garantías para las madres gestantes, para
los futuros padres y para los menores ya que hay empresas que organizan viajes
a países donde esta práctica está permitida lo que convierte esta situación en
un negocio para muchos, independientemente de que la madre gestante lo haga de
un modo altruista o a cambio de dinero.
Las sociedades democráticas,
como la nuestra, deben garantizar los derechos e interés de todos evitando
riesgos en la salud y el enriquecimiento de ciertos sectores.
Considero que (como en todo)
ninguna mujer debería verse obligada a someterse a tal proceso sólo por dinero;
pero si por el contrario ella lo decide y hay una familia interesada y lo
acuerdan, debería ser legal. El autor deja demasiado de lado el significado de
familia, amor, deseo, paternidad o maternidad. Los padres y las madres son
aquellos que te quieren cuidan y enseñan no los que tienen tu misma sangre o te
dan a luz. Me parece comprensible que familias que no puedan tener hijos
biológicos decidan esta opción, como otras muchas que hay.
En cuanto a la forma, el
estilo es directo y ágil, sin recursos literarios que distraigan de lo
fundamental, que es el contenido por encima de la forma. El único recurso
literario que encontramos es el paralelismo, repetición de estructuras sintácticas ( “No hay, no hay;
hay, hay”) que sirven para enfatizar sus ideas.
El autor ha utilizado pocos
adjetivos valorativos para mostrar sus opiniones (“elegante”) tampoco ha
utilizado la 1ª persona del singular y sin embargo el texto resulta
tremendamente subjetivo por el léxico connotativo que está utilizando para
atacar la práctica de la maternidad subrogada. Es curioso que utilice el
lenguaje para “manipular”, de forma subliminal cuando es precisamente lo que
está criticando él en su artículo. Teniendo en cuenta que los lectores del
periódico La Razón –de orientación
católica y conservadora- probablemente opinen lo mismo que él, su argumentación
está encaminada más que a convencer, a reafirmar a sus lectores en su forma de
pensar, proporcionándoles argumentos en contra de esta práctica.
4.-
Análisis sintáctico global del primer enunciado
Se trata de una oración
compuesta formada por dos proposiciones. P1 es “La elegante sustitución del
descriptivo y exacto término “vientre de alquiler” por el de “maternidad
subrogada” marca la apoteosis de la neo lengua y de la rendición a los
intereses de los lobbies y la industria” es la oración principal y su núcleo
verbal es “marca”. Su sujeto es “La elegante sustitución… - …maternidad
subrogada” dentro del que encontramos dos sintagmas preposicionales. Tiene un
complemento directo “la apoteosis de la neo lengua… - …y la industria” dividido
por la conjunción copulativa “y”. Dentro de P1 encontramos a P2, una oración
subordinada adjetiva en función de complemento del nombre, es “que más
manipulan las cuestiones bioéticas entre nosotros” y está introducida por el
pronombre “que” que en este caso hace función de sujeto. El núcleo verbal es
“manipulan”.
5 –
Explicación del significado conceptual y contextual de las palabras y expresiones
subrayadas en el texto.
Apoteosis de
la neolengua: “Apoteosis” es la culminación o el final espectacular
de un acontecimiento o acto y “Neolengua” es un idioma ficticio. Por ello, se deduce que en el texto
hace referencia a la expresión “maternidad subrogada” en el sentido de
que se trata de buscar otros términos a actos ilegales con el fin de poder
llevarlos a cabo.
Lobbies: grupo de
presión formado por personas con gran influencia y poder, sobre todo político o
económico. En el texto hace referencia a
aquellas personas que tienen gran poder, tanto como para buscar ciertas
formas de manipular o tergiversar ciertas expresiones que se relacionan con
actos ilegales, para tratar de llevarlos a cabo.
Cuestiones
bioéticas: bioética tiene un doble significado, por una parte, “bio” hace referencia
a cuestiones biológicas, mientras que “ética” hace referencia a cuestiones
morales. Por ello, la expresión cuestiones bioéticas del texto, hace referencia
a la conveniencia o no de los vientres de alquiler.
Prestación: Acción y
resultado de prestar un servicio o ayuda. En el texto hace referencia a la
prestación del vientre de la mujer, la cual tras dar a luz, venderá al niño/a a
la persona con la que tenga firmado el contrato.
Obviando: Gerundio de
“obviar”, dejar de decir o hacer una
cosa por considerarla sabida o innecesaria. En el texto hace referencia a todas las personas que no buscan otra forma de tener un hijo/a.
6 – Valor
estilístico de los adjetivos del siguiente fragmento:
La elegante sustitución del descriptivo
y exacto término «vientre de alquiler» por
el de maternidad subrogada marca la
apoteosis de la neolengua y de la rendición a los intereses de los lobbies y la
industria que más manipulan las cuestiones bioéticas
entre nosotros. No hay maternidad en cuanto se trata de desvincular ésta
precisamente del dato natural y legal que la
define: la maternidad sigue al parto. El comprador o compradores reciben un
producto bajo contrato y la gestación se convierte en una prestación que
esclaviza a la mujer, evidentemente necesitada.
Los adjetivos son palabras que nombran o indican
cualidades, rasgos y propiedades de los nombres o sustantivos a los que
acompañan y con los que concuerdan en género y número.
Debido a que el modo de elocución del texto no es
descriptivo, sino argumentativo, encontramos pocos adjetivos. Todos los adjetivos
del texto están en grado positivo, es decir, no los utiliza intensificando la
cualidad a que se refieren.
En cuanto a su significado, predominan claramente los adjetivos clasificadores, es decir,
aquellos que incluyen al sustantivo al que se refieren dentro de un grupo o
clase. Son los siguientes: “maternidad subrogada”, “cuestiones bioéticas”,
“dato natural y legal”.
Los adjetivos clasificadores se relacionan con la
objetividad, pues la inclusión que expresa es indiscutible. Además son siembre
especificativos (añaden una cualidad nueva al sustantivo al que acompañan y por
tanto siempre van pospuestos, no pueden anteponerse, como ocurre en los
ejemplos que aportamos.
Los adjetivos “descriptivo y exacto”
que se anteponen al sustantivo “término”, en principio por su significado
también serían clasificadores (“descriptivo” se refiere a un tipo de textos
concreto y “exacto” en oposición a “inexacto” se puede entender también como una categoría objetiva. Sin embargo, la
posición antepuesta al sustantivo, les otorga un matiz diferente, valorativo en
este caso las cualidades a las que se refieren son en realidad opinables, pues
no todo el mundo estaría de acuerdo con el autor en que el término ”vientre de
alquiler” es más exacto y descriptivo frete al de “maternidad subrogada”, que
no lo sería.
Los adjetivos
antepuestos son, en principio, más subjetivos que los pospuestos, pues
suelen relacionarse con un uso explicativo –resaltar una cualidad
implícita en el sustantivo al que acompañan- y por lo tanto siempre opcionales
y enfáticos.
En nuestro texto, además de los dos ejemplos que acabamos
de citar, encontramos solo otro adjetivo antepuesto “elegante sustitución”. “Elegante”
es un adjetivo valorativo con
connotaciones de lujo estético. El autor da por hecho que la expresión
maternidad subrogada” que él está criticando, suena mejor y la relaciona –como más
adelante hará con esta práctica, con gentes de países ricos con alto nivel
adquisitivo que se pueden permitir tal “capricho”.
Finalmente el adjetivo “necesitada” que aparece en
aposición a “mujer” y complementado y modalizado por el adverbio “evidentemente”
que tiene un sentido intensificador, es un participio que funciona en este caso
como adjetivo descriptivo –se refiere a una cualidad observable por más de un
sujeto. En este caso, el adjetivo “necesitada” que funciona como sinónimo de “pobre”
refuerza la idea de que las mujeres que se prestan a tener un embarazo por
otros lo hace por necesidad y no por ninguna otra razón.
En conclusión, a pesar de tratarse de un texo
subjetivo de opinión, el autor ha evitado el uso manifiesto de la subjetividad
en la elección de los adjetivos. La razón sería que da más importancia al
contenido que a la forma del texto, por lo que no ha cuidado particularmente el
estilo. Ha elegido un estilo directo en donde se utilizan únicamente los
adjetivos necesarios. Aunque la anteposición de tres de los adjetivos y la
intensificación del adjetivo final manifiestan una subjetividad que no está del
todo explícita, pues el autor trata de convencer más por los hechos objetivos
que por las emociones u opiniones.
7 – Valor estilístico de los verbos del
siguiente fragmento: (1,5)
De hecho,
los grandes países exportadores en esta industria, como Tailandia, India,
México y Ucrania, están
limitando la compra por extranjeros, toda vez que se han observado los vergonzosos resultados de la
generalización de la práctica para ricos del exterior. No hay padres o madres, hay compradores deseosos de
que el Derecho cumpla
su definitivo capricho, obviando
las posibilidades que se
abrirían a la maternidad por otras vías menos explotadoras. Las nuevas
palabras, por supuesto, encubrirán
el proceso, y así tendremos
a nuestros tribunales –ya los tenemos
de hecho– discutiendo
si dos compradores y su compra han
establecido ya, o no, una «relación familiar».
Indicativo
Presente Pretérito perfecto compuesto
Tenemos (1ª persona del plural) Han observado (3ª persona del plural)
Hay
Están limitando (perífrasis durativa) Han establecido (3ª p. del plural)
Futuro Subjuntivo
Encubrirán (3ª persona del plural)
Presente
Tendremos (1ª persona del plural) Cumpla (3ª
persona del singular)
Condicional
Abrirían (3ª persona del plural)
Formas no
personales
Gerundio
Obviando
Discutiendo
El sintagma verbal, junto con el sintagma nominal, es
uno de los dos constituyentes de la oración. Está formado por un núcleo, que es
el verbo, y por unos adyacentes que son sus complementos.
En el texto "Apoteosis de la neolengua" de Miguel
Serrano cuyo modo de discurso es argumentativo encontramos los siguientes
verbos o perífrasis verbales: "Hecho", "Están limitando",
"Han observado", "Hay", "Cumpla",
"Obviando", "Abrirían", "Encubrirán",
"Tendremos", "Tenemos", "Discutiendo" y "Han
establecido".
Se observa un predominio
de la tercera persona ("Han observado", "Cumpla",
"Abrirían", "Encubrirán" y "Han establecido") y construcciones impersonales (“Hay” “Se
han observado”). Estos usos se relacionan con la objetividad y la función
referencial, pues implican evitar el uso de 1ª persona del singular y por tanto
ocultar el “yo” del autor. Sí aparece en dos ocasiones la 1ª persona del plural,
al final del texto, para establecen cierta cercanía con los que resultan
incluidos junto al autor en esa 1ª persona que se refiere a “los españoles”.
Según su significado podemos destacar el uso de verbos de
estado o permanencia ("Tendremos" y "Tenemos"), de habla
(discutiendo) y de opinión y juicio (“se han observado” “encubrirán”). En
nuestro fragmento, no destacan los verbos de acción o movimiento puesto que no se
trata de un texto narrativo, sino argumentativo.
Según el tiempo encontramos un predominio del Presente
de Indicativo el Modo Indicativo se
relaciona con la Función Referencial y la objetividad, pues es el que se
utiliza para referirse a la realidad. El presente
de indicativo destaca por tratarse de un tema de actualidad. Es un tiempo
con aspecto imperfectivo (acción no terminada) que admite distintos usos o
valores. En este texto todos se utilizan con un valor durativo (“tenemos”, “hay”),
es decir la acción a la que se refieren se está produciendo en el momento del
habla pero también durante un tiempo indeterminado antes y después. Este
sentido durativo aparece reforzado el la perífrasis durativa (“están limitando”).
Encontramos también formas de futuro imperfecto de indicativo ("Encubrirán" y
"Tendremos"). Este tiempo expresa acciones que se desarrollarán en el
futuro, con aspecto imperfectivo –es decir, sin mencionar la finalización- y
que se tiene la certeza de que ocurrirán. El autor en el texto refuerza esta
idea de certeza con la expresión “por supuesto”.
Aparecen dos formas del pretérito perfecto compuesto ("Han observado" y "Han
establecido). Este tiempo se refiere a acciones pasadas y ya terminadas pero cuyos
resultados se prolongan hasta en presente y expresan mayor cercanía que el
pretérito perfecto simple. Aunque ya se “han observado” los “vergonzosos
resultados”, estos siguen muy presentes para el autor de forma subjetiva, pues
lo “vergonzoso” de esos resultados hace que estos están cercanos en el tiempo
para él.
El condicional
("Abrirían") indica una acción hipotética en el futuro en relación
a otra pasada. Las posibilidades se abrirían a la maternidad si no fuese porque
hay compradores que desean seguir el método del vientre de alquiler.
En cuanto al modo
subjuntivo, solo encontramos una forma, “cumpla” en Tiempo Presente. El modo
subjuntivo se relaciona con la subjetividad, pues se utiliza para expresar el
deseo o la duda. Por esta razón, el presente de subjuntivo puede referirse al
presente o al futuro, pero nunca al pasado. En este caso, se refiere al futuro,
al deseo de quienes recurren a la Maternidad Subrogada de que esta práctica
pueda ser legan en un futuro próximo.
En cuanto a las formas
no personales, encontramos dos gerundios
(“Obviando” y “discutiendo”). Las formas no personales –infinitivo, gerundio y
participio-no presentan morfemas de persona, de modo o de tiempo, pero sí incluyen
una noción de aspecto, perfectivo o imperfectivo. El gerundio tiene siempre un
aspecto imperfectivo, es decir se refiere a la acción en su desarrollo, sin
referirse a su final. Muestran una acción que se ha desarrollado en parte pero
que tiene otra parte que falta por desarrollar, es por ello que tienen un valor
durativo bastante amplio. Se están obviando las posibilidades quiere decir que
algunas puede que se hallan obviado ya o no.
Como conclusión podemos afirmar que, en
cuanto al uso de los verbos, predominan los indicadores de objetividad sobre
los de subjetividad: ausencia de 1ª persona y presencia poco destacada del modo
subjuntivo. Esto se puede deber a que se trata de un texto argumentativo que
trata de convencer sobre los hechos y no sobre las opiniones o emociones.
Siendo además un texto argumentativo no aparecen apenas verbos que indiquen
acciones sino que dominan los de pensamiento y juicio.