viernes, 17 de febrero de 2017

COMENTARIO DE TEXTO DE OPINIÓN "APOTEOSIS DE LA NEOLENGUA"

La Razón
01 de febrero de 2017. 19:19h
Apoteosis de la neo-lengua
por José Miguel Serrano. Miembro del Comité de Bioética
La elegante sustitución del descriptivo y exacto término «vientre de alquiler» por el de maternidad subrogada marca la apoteosis de la neo-lengua y de la rendición a los intereses de los lobbies y la industria que más manipulan las cuestiones bioéticas entre nosotros. No hay maternidad en cuanto se trata de desvincular ésta precisamente del dato natural y legal que la define: la maternidad sigue al parto. El comprador o compradores reciben un producto bajo contrato y la gestación se convierte en una prestación que esclaviza a la mujer, evidentemente necesitada. De hecho, los grandes países exportadores en esta industria, como Tailandia, India, México y Ucrania, están limitando la compra por extranjeros, toda vez que se han observado los vergonzosos resultados de la generalización de la práctica para ricos del exterior. No hay padres o madres, hay compradores deseosos de que el Derecho cumpla su definitivo capricho, obviando las posibilidades que se abrirían a la maternidad por otras vías menos explotadoras. Las nuevas palabras, por supuesto, encubrirán el proceso, y así tendremos a nuestros tribunales –ya los tenemos de hecho– discutiendo si dos compradores y su compra han establecido ya, o no, una «relación familiar».
1 – Tema y estructura (1 punto)
El tema central es el uso incorrecto del eufemismo “maternidad subrogada” para suavizar la verdadera naturaleza de la práctica de los “vientres de alquiler”, que es una forma de utilización comercial del cuerpo de mujeres necesitadas.
En cuanto a la estructura externa, este artículo de opinión tiene un único párrafo precedido del título “Apoteosis de la neolengua”, que sitúa el tema de los “vientres de alquiler” desde la perspectiva de un debate lingüístico. A juicio del autor, la nueva denominación que se está imponiendo -“maternidad subrogada”- es un eufemismo que trata de ocultar el hecho sórdido de que personas con dinero puedan alquilar el cuerpo de mujeres pobres para tener un hijo.
En relación a la estructura interna, el texto comienza exponiendo la tesis del autor, que ocupa las primeras líneas del texto (primer enunciado, líneas 1 a 4), y que manifiesta abiertamente su postura sobre la manipulación del lenguaje en torno a la maternidad subrogada y explica el título elegido, al que nos acabamos de referir.

El cuerpo argumentativo el texto se encontraría a continuación desde la línea 4 (“No hay maternidad…) hasta la 12 (“otras vías menos explotadoras”). En esta parte, el autor utiliza tres argumentos en apoyo de su tesis. En primer lugar, afirma que no se puede hablar de “maternidad” propiamente dicha pues la maternidad sigue al parto y, en este caso la mujer que pare al niño no sería la madre legal. El segundo argumento es que se trata únicamente de una transacción comercial donde personas con dinero utilizan a mujeres de países pobres. El tercer argumento es que esta práctica responde solo a un capricho y no a una necesidad, puesto que hay otras formas de tener hijos -la adopción-, que es una posibilidad que parece que olvidan quienes recurren al sistema de la maternidad subrogada.
La conclusión se situaría al final del texto (desde “Las nuevas palabras…” al final de la línea 12) En esta parte el autor reafirma la tesis –manipulación del lenguaje en torno al tema en cuestión- ahora presentándola como ya demostrada: no se puede hablar de maternidad, sino de contrato de compra-venta.
Puesto que la tesis aparece al principio y se repite nuevamente al final, se podría decir que el texto presenta una estructura circular.
2.- Actitud e intencionalidad del autor. Justificación con procedimientos lingüísticos relevantes (1,5)
José Miguel Serrano reflexiona sobre la manipulación del lenguaje para normalizar un hecho que, desde su punto de vista, no solo resulta completamente antinatural, sino éticamente reprobable.  Su enfoque es en todo momento subjetivo, pues está claro que mucha gente no estaría en absoluto de acuerdo con su planteamiento. Es además tremendamente crítico con quienes utilizan o defienden el sistema de la maternidad subrogada.
Esta subjetividad se percibe fundamentalmente en el uso de un lenguaje fuertemente connotativo, que se relaciona con la función expresiva de la lengua: la expresión “vientre de alquiler” con las connotaciones negativas que esta expresión trae aparejadas, le resulta “descriptivo” y “exacto”, es decir, que definen un hecho que a su juicio es en sí mismo negativo y reprobable. Por el contrario, la expresión “maternidad subrogada” se le antoja “elegante” un adjetivo que sugiere algo lujoso, propio de “ricos” que son a su juicio los que recurren a esta práctica que, más abajo denomina “capricho”. Utiliza además gran cantidad de palabras del campo conceptual de los negocios para referirse a esta práctica que, en su opinión, no se puede llamar “maternidad” por ser una mera compra. Así utiliza “compra” “compradores”  “prestación” “contrato” “industria” “manipulan”  “intereses” y “lobbies”. En cuanto a las mujeres que recurren a “alquilar” su vientre, se dice que se las “esclaviza”  aprovechándose de que están “necesitadas”.
A pesar de ser un texto subjetivo, el autor no utiliza en ningún momento la 1ª persona del singular, pues desea plantear  su argumentación basándose en hechos y no en opiniones. Así encontramos elementos de la función referencial como presencia de construcciones impersonales “Hay…” y predominio de verbos en 3ª persona, en  modo Indicativo y en construcciones enunciativas.
Utiliza la 1ª persona del plural en la conclusión del texto “tendremos” “tenemos”, para establecer cercanía con el lector –función conativa-, al que incluye junto a sí mismo en todas las personas que en la actualidad asisten al debate legal sobre el hecho de la maternidad subrogada.
 La intencionalidad parece clara. Pretende convencer al lector de que no porque se le cambie el nombre a un hecho, deja de ser el mismo, es decir, que una acción tal denigrante como lo son los vientres de alquiler para el autor, aunque se generalice con un nombre que lo normaliza, “maternidad subrogada”, la acción sigue siendo la misma.
El autor escribe para sus lectores, ya que es un artículo del periódico La Razón, advirtiéndoles de que no se dejen engañar por el mal uso del lenguaje.

3 – Valoración personal (1,5)
3.- Valoración Personal
Escudarse en el uso del lenguaje para criticar un tema tan trascendente como el de la maternidad subrogada no me parece justo. Y más allá de las palabras elegidas para designar un concepto, está una realidad social, científica y humana de todos los que resulten implicados. Por lo que no me gusta cómo enfoca el autor el tema y tampoco los argumentos que utiliza ya que nunca habla de sentimientos, ni de la necesidad que muchas personas experimentan de tener hijos, ni de los lazos de vida que se generan al margen de que sean o no tus padres biológicos los que te crían, educan y quieren. Solamente ve en este proceso intereses económicos.
En España, la maternidad subrogada está de actualidad ya que algunos partidos políticos están hablando de su legalización. Lo cierto es que cada país está elaborando leyes diferentes y, por ejemplo, no existen normas comunes a toda Europa. La sociedad cambia y las realidades familiares también y creo que los hombres y mujeres deben satisfacer sus deseos de tener descendencia, al margen, de que sus condiciones físicas se lo permitan o no y este tipo de gestación debe verse simplemente como una técnica de reproducción. Por eso tiene que haber legislación que garantice la seguridad de los progenitores y de sus hijos y que evite el tráfico de personas en todo el mundo. Lo triste es que la maternidad subrogada se esté haciendo en muchos países sin garantías para las madres gestantes, para los futuros padres y para los menores ya que hay empresas que organizan viajes a países donde esta práctica está permitida lo que convierte esta situación en un negocio para muchos, independientemente de que la madre gestante lo haga de un modo altruista o a cambio de dinero.
Las sociedades democráticas, como la nuestra, deben garantizar los derechos e interés de todos evitando riesgos en la salud y el enriquecimiento de ciertos sectores.
Considero que (como en todo) ninguna mujer debería verse obligada a someterse a tal proceso sólo por dinero; pero si por el contrario ella lo decide y hay una familia interesada y lo acuerdan, debería ser legal. El autor deja demasiado de lado el significado de familia, amor, deseo, paternidad o maternidad. Los padres y las madres son aquellos que te quieren cuidan y enseñan no los que tienen tu misma sangre o te dan a luz. Me parece comprensible que familias que no puedan tener hijos biológicos decidan esta opción, como otras muchas que hay.
En cuanto a la forma, el estilo es directo y ágil, sin recursos literarios que distraigan de lo fundamental, que es el contenido por encima de la forma. El único recurso literario que encontramos es el paralelismo, repetición de  estructuras sintácticas ( “No hay, no hay; hay, hay”) que sirven para enfatizar sus ideas.
El autor ha utilizado pocos adjetivos valorativos para mostrar sus opiniones (“elegante”) tampoco ha utilizado la 1ª persona del singular y sin embargo el texto resulta tremendamente subjetivo por el léxico connotativo que está utilizando para atacar la práctica de la maternidad subrogada. Es curioso que utilice el lenguaje para “manipular”, de forma subliminal cuando es precisamente lo que está criticando él en su artículo. Teniendo en cuenta que los lectores del periódico La Razón –de orientación católica y conservadora- probablemente opinen lo mismo que él, su argumentación está encaminada más que a convencer, a reafirmar a sus lectores en su forma de pensar, proporcionándoles argumentos en contra de esta práctica.
4.- Análisis sintáctico global del primer enunciado
Se trata de una oración compuesta formada por dos proposiciones. P1 es “La elegante sustitución del descriptivo y exacto término “vientre de alquiler” por el de “maternidad subrogada” marca la apoteosis de la neo lengua y de la rendición a los intereses de los lobbies y la industria” es la oración principal y su núcleo verbal es “marca”. Su sujeto es “La elegante sustitución… - …maternidad subrogada” dentro del que encontramos dos sintagmas preposicionales. Tiene un complemento directo “la apoteosis de la neo lengua… - …y la industria” dividido por la conjunción copulativa “y”. Dentro de P1 encontramos a P2, una oración subordinada adjetiva en función de complemento del nombre, es “que más manipulan las cuestiones bioéticas entre nosotros” y está introducida por el pronombre “que” que en este caso hace función de sujeto. El núcleo verbal es “manipulan”.

5 – Explicación del significado conceptual y contextual de las palabras y expresiones subrayadas en el texto.

Apoteosis de la neolengua: “Apoteosis” es la culminación o el final espectacular de un acontecimiento o acto y “Neolengua” es un idioma ficticio. Por ello, se deduce que en el texto hace referencia a la expresión “maternidad subrogada” en el sentido de que se trata de buscar otros términos a actos ilegales con el fin de poder llevarlos a cabo.

Lobbies: grupo de presión formado por personas con gran influencia y poder, sobre todo político o económico. En el texto hace referencia a aquellas personas que tienen gran poder, tanto como para buscar ciertas formas de manipular o tergiversar ciertas expresiones que se relacionan con actos ilegales, para tratar de llevarlos a cabo.

Cuestiones bioéticas: bioética tiene un doble significado, por una parte, “bio” hace referencia a cuestiones biológicas, mientras que “ética” hace referencia a cuestiones morales. Por ello, la expresión cuestiones bioéticas del texto, hace referencia a la conveniencia o no de los vientres de alquiler.

Prestación: Acción y resultado de prestar un servicio o ayuda. En el texto hace referencia a la prestación del vientre de la mujer, la cual tras dar a luz, venderá al niño/a a la persona con la que tenga firmado el contrato.

Obviando: Gerundio de “obviar”, dejar de decir o hacer una cosa por considerarla sabida o innecesaria. En el texto hace referencia a todas las personas que no buscan otra forma de tener un hijo/a.
6 – Valor estilístico de los adjetivos del siguiente fragmento:

 La elegante sustitución del descriptivo y exacto término «vientre de alquiler» por el de maternidad subrogada marca la apoteosis de la neolengua y de la rendición a los intereses de los lobbies y la industria que más manipulan las cuestiones bioéticas entre nosotros. No hay maternidad en cuanto se trata de desvincular ésta precisamente del dato natural y legal que la define: la maternidad sigue al parto. El comprador o compradores reciben un producto bajo contrato y la gestación se convierte en una prestación que esclaviza a la mujer, evidentemente necesitada.

Los adjetivos son palabras que nombran o indican cualidades, rasgos y propiedades de los nombres o sustantivos a los que acompañan y con los que concuerdan en género y número.

Debido a que el modo de elocución del texto no es descriptivo, sino argumentativo, encontramos pocos adjetivos. Todos los adjetivos del texto están en grado positivo, es decir, no los utiliza intensificando la cualidad a que se refieren.

En cuanto a su significado, predominan claramente los adjetivos clasificadores, es decir, aquellos que incluyen al sustantivo al que se refieren dentro de un grupo o clase. Son los siguientes: “maternidad subrogada”, “cuestiones bioéticas”, “dato natural y legal”.
Los adjetivos clasificadores se relacionan con la objetividad, pues la inclusión que expresa es indiscutible. Además son siembre especificativos (añaden una cualidad nueva al sustantivo al que acompañan y por tanto siempre van pospuestos, no pueden anteponerse, como ocurre en los ejemplos que aportamos.
Los adjetivos “descriptivo y exacto” que se anteponen al sustantivo “término”, en principio por su significado también serían clasificadores (“descriptivo” se refiere a un tipo de textos concreto y “exacto” en oposición a “inexacto” se puede entender también como  una categoría objetiva. Sin embargo, la posición antepuesta al sustantivo, les otorga un matiz diferente, valorativo en este caso las cualidades a las que se refieren son en realidad opinables, pues no todo el mundo estaría de acuerdo con el autor en que el término ”vientre de alquiler” es más exacto y descriptivo frete al de “maternidad subrogada”, que no lo sería.
Los adjetivos antepuestos son, en principio, más subjetivos que los pospuestos, pues suelen relacionarse con un uso explicativo –resaltar una cualidad implícita en el sustantivo al que acompañan- y por lo tanto siempre opcionales y enfáticos.
En nuestro texto, además de los dos ejemplos que acabamos de citar, encontramos solo otro adjetivo antepuesto “elegante sustitución”. “Elegante” es un adjetivo valorativo con connotaciones de lujo estético. El autor da por hecho que la expresión maternidad subrogada” que él está criticando, suena mejor y la relaciona –como más adelante hará con esta práctica, con gentes de países ricos con alto nivel adquisitivo que se pueden permitir tal “capricho”.
Finalmente el adjetivo “necesitada” que aparece en aposición a “mujer” y complementado y modalizado por el adverbio “evidentemente” que tiene un sentido intensificador, es un participio que funciona en este caso como adjetivo descriptivo –se refiere a una cualidad observable por más de un sujeto. En este caso, el adjetivo “necesitada” que funciona como sinónimo de “pobre” refuerza la idea de que las mujeres que se prestan a tener un embarazo por otros lo hace por necesidad y no por ninguna otra razón.
En conclusión, a pesar de tratarse de un texo subjetivo de opinión, el autor ha evitado el uso manifiesto de la subjetividad en la elección de los adjetivos. La razón sería que da más importancia al contenido que a la forma del texto, por lo que no ha cuidado particularmente el estilo. Ha elegido un estilo directo en donde se utilizan únicamente los adjetivos necesarios. Aunque la anteposición de tres de los adjetivos y la intensificación del adjetivo final manifiestan una subjetividad que no está del todo explícita, pues el autor trata de convencer más por los hechos objetivos que por las emociones u opiniones.

7 – Valor estilístico de los verbos del siguiente fragmento: (1,5)
De hecho, los grandes países exportadores en esta industria, como Tailandia, India, México y Ucrania, están limitando la compra por extranjeros, toda vez que se han observado los vergonzosos resultados de la generalización de la práctica para ricos del exterior. No hay padres o madres, hay compradores deseosos de que el Derecho cumpla su definitivo capricho, obviando las posibilidades que se abrirían a la maternidad por otras vías menos explotadoras. Las nuevas palabras, por supuesto, encubrirán el proceso, y así tendremos a nuestros tribunales –ya los tenemos de hecho– discutiendo si dos compradores y su compra han establecido ya, o no, una «relación familiar».

Indicativo
Presente                                                                              Pretérito perfecto compuesto
Tenemos (1ª persona del plural)                       Han observado (3ª persona del plural)
   Hay     
Están limitando   (perífrasis durativa)                              Han establecido (3ª p. del plural)
 
Futuro                                                                                                      Subjuntivo
Encubrirán (3ª persona del plural)                                                      Presente   
Tendremos (1ª persona del plural)                                    Cumpla (3ª persona del singular)       

Condicional
Abrirían (3ª persona del plural)

Formas no personales                                                                                            
Gerundio                                                     
Obviando                                                                           
Discutiendo
El sintagma verbal, junto con el sintagma nominal, es uno de los dos constituyentes de la oración. Está formado por un núcleo, que es el verbo, y por unos adyacentes que son sus complementos.
En el texto "Apoteosis de la neolengua" de Miguel Serrano cuyo modo de discurso es argumentativo encontramos los siguientes verbos o perífrasis verbales: "Hecho", "Están limitando", "Han observado", "Hay", "Cumpla", "Obviando", "Abrirían", "Encubrirán", "Tendremos", "Tenemos", "Discutiendo" y "Han establecido".
Se observa un predominio de la tercera persona ("Han observado", "Cumpla", "Abrirían", "Encubrirán" y "Han establecido") y construcciones impersonales (“Hay” “Se han observado”). Estos usos se relacionan con la objetividad y la función referencial, pues implican evitar el uso de 1ª persona del singular y por tanto ocultar el “yo” del autor. Sí aparece en dos ocasiones la 1ª persona del plural, al final del texto, para establecen cierta cercanía con los que resultan incluidos junto al autor en esa 1ª persona que se refiere a “los españoles”.  
Según su significado podemos destacar el uso de verbos de estado o permanencia ("Tendremos" y "Tenemos"), de habla (discutiendo) y de opinión y juicio (“se han observado” “encubrirán”). En nuestro fragmento, no destacan los verbos de acción o movimiento puesto que no se trata de un texto narrativo, sino argumentativo.
Según el tiempo encontramos un predominio del Presente de Indicativo el Modo Indicativo se relaciona con la Función Referencial y la objetividad, pues es el que se utiliza para referirse a la realidad. El presente de indicativo destaca por tratarse de un tema de actualidad. Es un tiempo con aspecto imperfectivo (acción no terminada) que admite distintos usos o valores. En este texto todos se utilizan con un valor durativo (“tenemos”, “hay”), es decir la acción a la que se refieren se está produciendo en el momento del habla pero también durante un tiempo indeterminado antes y después. Este sentido durativo aparece reforzado el la perífrasis durativa (“están limitando”).
Encontramos también formas de futuro imperfecto de indicativo ("Encubrirán" y "Tendremos"). Este tiempo expresa acciones que se desarrollarán en el futuro, con aspecto imperfectivo –es decir, sin mencionar la finalización- y que se tiene la certeza de que ocurrirán. El autor en el texto refuerza esta idea de certeza con la expresión “por supuesto”.
Aparecen dos formas del pretérito perfecto compuesto ("Han observado" y "Han establecido). Este tiempo se refiere a acciones pasadas y ya terminadas pero cuyos resultados se prolongan hasta en presente y expresan mayor cercanía que el pretérito perfecto simple. Aunque ya se “han observado” los “vergonzosos resultados”, estos siguen muy presentes para el autor de forma subjetiva, pues lo “vergonzoso” de esos resultados hace que estos están cercanos en el tiempo para él.
El condicional ("Abrirían") indica una acción hipotética en el futuro en relación a otra pasada. Las posibilidades se abrirían a la maternidad si no fuese porque hay compradores que desean seguir el método del vientre de alquiler.
En cuanto al modo subjuntivo, solo encontramos una forma, “cumpla” en Tiempo Presente. El modo subjuntivo se relaciona con la subjetividad, pues se utiliza para expresar el deseo o la duda. Por esta razón, el presente de subjuntivo puede referirse al presente o al futuro, pero nunca al pasado. En este caso, se refiere al futuro, al deseo de quienes recurren a la Maternidad Subrogada de que esta práctica pueda ser legan en un futuro próximo.
En cuanto a las formas no personales, encontramos dos gerundios (“Obviando” y “discutiendo”). Las formas no personales –infinitivo, gerundio y participio-no presentan morfemas de persona, de modo o de tiempo, pero sí incluyen una noción de aspecto, perfectivo o imperfectivo. El gerundio tiene siempre un aspecto imperfectivo, es decir se refiere a la acción en su desarrollo, sin referirse a su final. Muestran una acción que se ha desarrollado en parte pero que tiene otra parte que falta por desarrollar, es por ello que tienen un valor durativo bastante amplio. Se están obviando las posibilidades quiere decir que algunas puede que se hallan obviado ya o no.

Como conclusión podemos afirmar que, en cuanto al uso de los verbos, predominan los indicadores de objetividad sobre los de subjetividad: ausencia de 1ª persona y presencia poco destacada del modo subjuntivo. Esto se puede deber a que se trata de un texto argumentativo que trata de convencer sobre los hechos y no sobre las opiniones o emociones. Siendo además un texto argumentativo no aparecen apenas verbos que indiquen acciones sino que dominan los de pensamiento y juicio.



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