Corrales
La canción dice “Las nenas con las
nenas, los nenes con los nenes” y, aunque fue popular en la Argentina hace ya
30 años, todavía hoy, cuando empieza a sonar en las fiestas de casamiento, todo
el mundo sale a bailar euforizado. Parece que aún nos resulta simpático un
mundo así: las nenas por acá, los nenes por allá. Eso explicaría tantas cosas.
Miro el loguito de Sara, una nueva aplicación que ofrece autos para mujeres
conducidos por mujeres en Buenos Aires. Es un loguito rosa. Rosa nena, rosa
bebé, rosa inocente, rosa frágil, rosa pelotudo: rosa mujer. No es la única
aplicación en su tipo. Están She Drives Us, en Chile; Línea Rosa, en El
Salvador; los vagones de metro solo para mujeres en México; los taxis
conducidos por y para mujeres de Omán. Pasé por Dubái hace algunos años, y al
ver la fila de autos pintados de rosa y a sus conductoras con hiyab fucsia en
el aeropuerto sentí que el mundo retrocedía doscientos años. ¿La solución a las
violaciones, los manoseos, los maltratos y el miedo es que aceptemos vivir en
un corral? Esas aplicaciones y esos taxis dicen que las mujeres solo estamos
seguras entre nosotras; acentúan la irritante idea de que todas las mujeres
somos buenas (yo, de hecho, no lo soy, pero además, ¿no podrían ser las
conductoras o las pasajeras personas violentas o maltratadoras?); y se
sostienen en el concepto de que el lado hembra del mundo está formado por seres
decimonónicos y vulnerables a los que hay que proteger manteniéndolos alejados
del peligro (masculino). Lo que se necesita para que ninguna mujer suba a un
taxi aterrada es educar (a mujeres y a hombres: ellas también bailan con fervor
la cancioncita fatal en los casamientos) y legislar de manera poderosa. Jamás
aceptaré que vivir en un gueto sea un avance.
LEILA GUERRIERO (El País, 06/03/2019)
COMENTARIO CRÍTICO DEL TEXTO [BLOQUE II]: [4 PUNTOS]
1.
[1 PUNTO] Resumen del texto
Resulta
sorprendente que tras tantos años de buscar la igualdad entre hombres y mujeres,
la gente siga coreando canciones
discriminatorias, se utilice el color rosa para distinguirlas o se creen
aplicaciones que ofrecen taxis para mujeres conducidos por mujeres. Al parecer,
hay quien piensa que encerrar a las mujeres en “corrales”, separarlas de los
hombres, es la única manera de protegerlas de los abusos machistas: como si
todos los hombres fueran malos y todas las mujeres buenas. La solución no es
aislar a las mujeres, sino desarrollar políticas educativas y legislativas
eficientes contra el maltrato.
Tema y estructura
El tema
de este texto es el rechazo a la separación de géneros como protección de las
mujeres ante los abusos machistas.
En cuanto a la
estructura del contenido, distinguimos tres partes: introducción, desarrollo y
conclusión. Esta estructura tripartita es propia de los textos
argumentativos.
En primer lugar, se encuentra la introducción. Esta primera parte va desde la línea 1 a la línea 4. En esta parte, la autora introduce al lector en el tema del texto con ayuda de una anécdota (en este caso, una popular canción de tintes sexistas).
En segundo lugar, el desarrollo va desde la línea 4 a la 15. En esta parte, la autora desarrolla su argumentación contra el aislamiento de mujeres en “corrales” que las mantengan apartadas de los hombres. La argumentación se basa en ejemplos de diferenciación sexista como el uso del color rosa o los servicios de taxi exclusivos para mujeres. La autora rechaza estas diferencias en función del sexo argumentando que las mujeres no son mejores que los hombres ni tampoco más débiles; utiliza preguntas retóricas como base de su argumentación.
En primer lugar, se encuentra la introducción. Esta primera parte va desde la línea 1 a la línea 4. En esta parte, la autora introduce al lector en el tema del texto con ayuda de una anécdota (en este caso, una popular canción de tintes sexistas).
En segundo lugar, el desarrollo va desde la línea 4 a la 15. En esta parte, la autora desarrolla su argumentación contra el aislamiento de mujeres en “corrales” que las mantengan apartadas de los hombres. La argumentación se basa en ejemplos de diferenciación sexista como el uso del color rosa o los servicios de taxi exclusivos para mujeres. La autora rechaza estas diferencias en función del sexo argumentando que las mujeres no son mejores que los hombres ni tampoco más débiles; utiliza preguntas retóricas como base de su argumentación.
Por último, la conclusión va desde la línea
15 hasta el final. En esta parte, la autora realiza el cierre argumentativo del
texto. Es en esta última parte donde podemos localizar la tesis del artículo:
"Lo que se necesita para que ninguna mujer suba a un taxi aterrada es
educar (a mujeres y a hombres: ellas también bailan con fervor la cancioncita
fatal en los casamientos) y legislar de manera poderosa" (líneas
15-16). Ya que la tesis se sitúa al final del texto, se puede concluir que
se trata de una estructura inductiva.
Esquema de las ideas.
1- Persistencia
de situaciones de desigualdad entre hombres y mujeres
1.1.-
Canciones sexistas que normalizan la separación por géneros.
1.2.-
Color rosa, distintivo de mujeres
1.3.-
Aplicaciones para mujeres de servicios específicos
1.4.-
Vagones solo para mujeres en algunos países
2 -La separación
de mujeres y hombres no es la solución al maltrato
2.1.- Equivale a encerrarlas en corrales o guetos
2.2.- Supone un retroceso en la igualdad de los sexos
2.3.- Prejuicio implícitos sobre las mujeres:
2.3.1.- Todas son buenas
2.3.2.- Son débiles y necesitan protección
3- La
solución: políticas educativas y legislativas eficientes.
2. [2 PUNTOS]
Actitud e intencionalidad del autor
2- La actitud del autor es muy subjetiva y apasionada. La autora
parece sentirse indignada por lo que ella considera un contrasentido:
defender los derechos de las mujeres mediante la discriminación. Desde una
postura feminista Leila Guerriero, condena la discriminación de la mujer,
aunque sea en aras de su protección frente a las agresiones machistas. Se
muestra absolutamente convencida de que las mujeres son iguales a los hombres:
son personas antes que mujeres y exige por tanto igual trato que a los hombres.
No le gusta una sociedad en que mujeres y hombres tengan que vivir separados.
Cree que el color rosa que distingue a las mujeres es cursi y estúpido: “Es un
loguito rosa. Rosa nena, rosa bebé, rosa inocente, rosa frágil, rosa pelotudo:
rosa mujer”. Igual de estúpido que esas canciones de moda que separan la
sociedad por sexos. “Las nenas con las nenas, los nenes con los nenes.” Reservar vagones o taxis
para mujeres, con la excusa de evitar agresiones, le parece un retroceso en la
lucha por la igualdad de la mujer, porque es en el fondo una forma de
infravalorarlas, de considerar que son “Seres decimonónicos y vulnerables a los
que hay que proteger manteniéndolos alejados del peligro (masculino).” También
considera que es discriminatorio para los hombres, pues estas medidas dan por
hecho que ellos son los malos y ellas las buenas, cosa que es evidentemente
falso.
Frente a estas medidas que sitúan a
las mujeres en “corrales” o “guetos”, la autora defiende la integración total
de la mujer en una sociedad en la que ambos sexos son iguales en derechos y
obligaciones. Las agresiones machistas se evitarán con unas medidas legislativas
y educativas eficientes:
“Lo que se necesita para que ninguna
mujer suba a un taxi aterrada es educar (a mujeres y a hombres (…) y legislar
de manera poderosa.” Pues, como afirma con rotundidad al final del texto “
Jamás aceptaré que vivir en un gueto sea un avance.”
La subjetividad del texto se
relaciona con la función emotiva de la lengua y se manifiesta en la
presencia de la 1ª persona, tanto del singular -cuando se refiere a sus
propias opiniones y experiencias- como del plural, cuando engloba en un “nosotras”
a todas las mujeres:
"pasé"
sentí" "aceptamos" "aceptaré", lo cual provoca
subjetividad. Utiliza estos verbos para describir una anécdota suya y cómo se
sintió en dicha situación. Y también para expresar que ella no está dispuesta a
vivir en un gueto, es decir, apartada de las personas las cuales en teoría quieren
agredirla, cuando no es del todo cierto.
Otros indicadores de subjetividad son el uso de
coloquialismos, como el adjetivo despectivo argentino “pelotudo”, el uso del
diminutivo también despectivo “loguito”, los adjetivos valorativos “euforizado”
“irritante” “decimonónico” o el léxico connotativo sobre las agresiones
machistas “manoseos” “violaciones” “maltratos” o el propio título “corrales”. En absoluto
pasa por desapercibido el título del texto "Corrales" la autora ha
puesto este título ya que es la representación de dónde se encuentran las
mujeres para no ser agredidas por los hombres. Un lugar donde solo hay mujeres,
las cuales en teoría no quieren hacer daño a otras mujeres, por el mero hecho
de ser mujeres ya que son "frágiles" e "inocentes". Dando
pie al argumento de que son los hombres los violentos y los maltratadores.
Olvidando que esas características son de las personas y no del género de la
persona.
Además,
muestra una actitud crítica respeto al siguiente enunciado
"acentúan la irritante idea de que todas las mujeres somos buenas"
mostrando que las personas agresoras no son solo los hombres, acentuando que una
persona violenta puede ser tanto un hombre como una mujer "¿no podrían ser
las conductoras o las pasajeras personas violentas o maltratadoras?"
Incluso se mostró pesimista cuando contó la
anécdota de cuando estuvo en Dubái "pasé por Dubái hace algunos años y al
ver la fila de autos pintados de rosa y esos conductoras con hiyab fucsia en el
aeropuerto sentí que el mundo retrocedía doscientos años” mostrando su indignación respecto a los autos
dirigidos por y para mujeres, para que éstas se sientan seguras alejadas de los
hombres.
Predominan
los verbos en presente de indicativo, esto se relaciona con la función
referencial “bailan”, “están”, puesto que se está refiriendo a la situación de
la mujer en el mundo actual.
En cuanto a
la intencionalidad, hay que precisar que aunque se dirige a todo tipo de
personas, parece centrarse más en las mujeres como receptoras de su mensaje,
pues en ese “nosotras” parece incluir a ella y sus posibles lectoras, y en último
extremo a la totalidad de las mujeres. La intencionalidad última es convencer
de su punto de vista a los lectores, tanto a los hombres como a las mujeres.
Esto se relaciona con la función conativa de la lengua y se manifiesta
en procedimientos lingüísticos de esta función. Algunos de estos procedimientos
coinciden con los de la función expresiva y otros son específicos de esta
función, como las preguntas retóricas que suponen una interpelación directa al
receptor:
“¿La solución a las violaciones, los manoseos,
los maltratos y el miedo es que aceptemos vivir en un corral?”. La interrogación
retórica, además de un recurso literario, una forma de apelar a las lectoras,
ya que son las mujeres las que se supone que deben de estar en un corral, y
mostrar su enfado por estas desigualdades, y que las mujeres que lo lean se
posicionen de su parte.
La finalidad
que persigue la autora con su texto es buscar la reacción de las mujeres y que
se den cuenta de que están en un corral ya que la sociedad dice que ellas son
débiles y vulnerables, cuando no es así. Y que se den cuenta de que estar en un
gueto apartadas no es igualdad sino un paso hacia atrás alejándose de la
verdadera igualdad entre hombres y mujeres.
Tipo de Texto: género y modo de elocución. Justificación
con elementos lingüísticos relevantes.
En cuanto al
tipo de texto nos encontramos ante un artículo periodístico de opinión
publicado en El País y firmado por Leila Guerriero. En todos los textos
periodísticos de opinión, como su nombre indica, los autores expresan sus opiniones
sobre temas de actualidad. Los artículos de opinión publicados en prensa diaria
en papel están destinados a un público amplio, muy general, aunque su ideología
y los pensamientos del articulista suelen coincidir con la ideología de los
lectores, que a su vez está condicionada por la línea editorial del periódico.
En este caso, la autora defiende lo estúpido y absurdo que es la separación
entre el hombre y la mujer para solucionar actitudes machistas, ya que lo único
que se consigue es empeorar las cosas y retroceder, en vez de avanzar hacia la
solución.
La autora es
una escritora periodística y articulista que trata un tema de gran actualidad
que parece preocuparle mucho, por lo que, busca un lenguaje directo, apasionado
y efectista. Utiliza un registro
estándar, en el que domina un vocabulario dirigido a expresar que la separación
entre géneros no es la solución para rebatir las actitudes y conductas
machistas; detectamos la presencia de alguna expresión genuinamente argentina (“pelotudo”),
que junto a la mención de la canción famosa en Argentina que le sirve de introducción
nos hacen pensar que la autora tiene esta nacionalidad.
La autora emplea
muchos coloquialismos (“nenes”, “nenas”, ”autos”, “gueto”…) para acercarse un
poco al receptor, utilizados sobre todo en la primera parte de texto, ya que la
autora nos presenta el tema como una situación actual y quiere dar la sensación
de modernidad y actualidad. Estos
coloquialismos, junto con el sufijo afectivo “loguito” que utiliza con ironía,
se relacionan con la subjetividad y la función expresiva del lenguaje. No
encontramos ningún tecnicismo ni cultismo.
La autora
firma con su nombre, por lo que, se responsabiliza de sus opiniones y se
muestra subjetivo. Habla desde la posición de una ciudadana más del país, no
como autoridad, ni como experta en el tema de la violencia de género…. Su tono
es muy apasionado. Parece hablar con la
libertad que le da una postura personal de defensa de sus propias opiniones,
que en cualquier caso busca compartir con los lectores, estableciendo mayor
cercanía con aquellos que opinan de forma similar a ella y no creen que la
solución ante las conductas machistas sea la separación entre el hombre y la
mujer.
La fecha de
publicación del artículo, 06/09/2019 no es muy relevante, ya que simplemente,
nos informa, de que efectivamente, se trata de un tema de la actualidad.
El modo de
elocución principal que se utiliza durante todo el texto es el argumentativo,
si bien encontramos algunos de los textos expositivos, pues su argumentación se
basa más en hechos que en opiniones, como veremos más adelante.
El modo de
elocución argumentativo es el utilizado en aquellos textos en los que la
intención principal de autor es defender la opinión y tratar de convencer de
ella a los lectores a través de unos argumentos. Este modo de elocución se
manifiesta en los recursos lingüísticos propios de las funciones emotiva y
conativa.
Los recursos
lingüísticos en los que se manifiesta la subjetividad del texto, propios de la
función emotiva o expresiva, además de los coloquialismos a los que nos
referimos antes, son la abundancia de adjetivos valorativos (“simpático”,
“inocente”, “bueno”, “irritante”…), el uso de la primera persona, tanto en
singular (“pasé”, “soy”, “sentí”..), como en plural, en sentido generalizador,
ya que se incluye a ella misma en el grupo de mujeres.(“”somos”, “estamos”,
“nos resulta”,), el uso de marcadores textuales (“de hecho”) y el uso del un
léxico connotativo (“violaciones”, “manoseos” ”vulnerables”… O el propio título
“corrales”, una metáfora que resulta muy gráfica, pues encorrales se encierra a
las gallinas.
Encontramos
también, además de esta metáfora, otras figuras retóricas, como el uso de la
interrogaciones retóricas y las anáforas y paralelismos con que expresa su desagrado
hacia el color rosa como distintivo de las mujeres: “Rosa nena, rosa bebé, rosa
inocente, rosa frágil, rosa pelotudo: rosa mujer.”
La función
expresiva aparece entremezclada con la conativa, la cual se manifiesta en la
intención del autor de buscar complicidad con el lector para argumentar que la
lo único que hacemos al separar a los géneros del uno del otro es dar un paso
hacia atrás y retroceder en el intento de buscar la igualdad de derechos,
además de intentar convencer al resto de la importancia de aceptar que esta
separación no es la solución y que debemos seguir luchando por la igualdad pero
aplicando otra forma que resulte más efectiva. El uso de las preguntas
retóricas se relaciona con la función conativa:” ¿La solución a las violaciones, los manoseos,
los maltratos y el miedo es que aceptemos vivir en un corral? (…) ¿no podrían
ser las conductoras o las pasajeras personas violentas o maltratadoras?
A pesar de que
predomina el modo de elocución argumentativo, encontramos algunos elementos
propios del modo de elocución expositivo, que es el modo utilizado para
transmitir información objetiva sobre la realidad y que se relaciona por tanto
con la función referencial del lenguaje. Como dijimos al principio, la razón es
que, a pesar de que es un texto tremendamente subjetivo, el autor pretende
convecer por argumentos basados en los hechos. Así, encontramos también
elementos de la función referencial:
Empleo de
oraciones enunciativas: “Una nueva aplicación que ofrece autos para mujeres
conducidos por mujeres en Buenos Aires.”, “Esas aplicaciones y esos taxis dicen
que las mujeres solo estamos seguras entre nosotras; acentúan la irritante idea
de que todas las mujeres somos buenas”…
Predominio del
modo indicativo: “es”, “está”, “empieza”…
En conclusión,
el modo de elocución que predomina es este texto es el argumentativo, ya que,
como anteriormente he dicho, el texto es un artículo periodístico de opinión,
lo que conlleva a que la autora defienda lo contradictorio que resulta aplicar
la segregación entre el hombre y la mujer para solucionar los comportamientos
machistas , e intente convencer al resto de esta opinión..
3. [1 PUNTO] Valoración personal del texto.
Algo ha cambiado
en el mundo. La violencia, sobre todo la referida al género, ha existido
siempre, pero es más reciente la puesta en práctica de medidas efectivas para
proteger a las víctimas y garantizar sus derechos habituales.
En ocasionas,
las medidas que adoptamos para “solucionar” los problemas existentes, como en
el caso de los derechos y la seguridad personal de la mujer, no siempre son
eficaces e incluso, puede llegar a poner de manera involuntaria a la mujer en
un papel secundario o marginal. Desde hace tiempo, por ejemplo, los centros de
enseñanza permiten la enseñanza sin distinción de sexo. No obstante, todavía
existen propuestas de nuevas segregaciones, tal y como recuerda la autora, en
algunos medios de transporte.
En efecto,
coincido con Leila Guerriero, la autora, en que cualquier tipo de segregación,
aunque sea por un intento de protección, es más un paso atrás que un avance en
la igualdad de derechos. Esta creación “corrales” o vías diferenciadas, como en
el caso mencionado de la educación, podría verse además propiciada por
mentalidades o creencias de tipo conservador o religioso que aprovecharían
estas medidas de protección para volver a reclamar separaciones entre hombres y
mujeres en cualquier tipo de ámbito: se empieza por los taxis y se termina en
hospitales y escuelas. Ni un paso atrás.
CUESTIONES DE LENGUA [BLOQUE III]:
[1,5 PUNTOS]
4. [1,5 PUNTOS] Señale la categoría
del que y, si procede, su función en la subordinada que introduce, en las
siguientes oraciones extraídas del texto (hay cinco que):
a) Sara, una nueva aplicación que
ofrece autos para mujeres.
Que: Pronombre relativo que funciona
como sujeto e introduce una subordinada adjetiva.
b) ¿La solución a las violaciones,
los manoseos, los maltratos y el miedo es que aceptemos vivir en un
corral?
Que: Conjunción completiva, no tiene
función sintáctica e introduce una subordinada sustantiva.
c) Seres vulnerables a los que
hay que proteger manteniéndolos alejados del peligro.
Primer que: Pronombre relativo que
funciona como complemento directo e introduce una subordinada adjetiva.
El segundo “que” forma parte de una
perífrasis verbal “hay que proteger”.
d) Lo que se necesita para que
ninguna mujer suba a un taxi aterrada es educar.
Primer que: Pronombre relativo que funciona
como sujeto e introduce una subordinada adjetiva
El segundo que forma parte de una
locución conjuntiva “para que”.
e) Jamás aceptaré que vivir
en un gueto sea un avance.
Que: Conjunción completiva sin
función sintáctica que introduce una subordinada sustantiva
Texto 2
Allá, en las tierras altas,
por donde traza el Duero
su curva de ballesta
en torno a Soria, entre plomizos cerros
y manchas de raídos encinares,
mi corazón está vagando, en sueños...
¿No ves, Leonor, los álamos del río
con sus ramajes yertos?
Mira el Moncayo azul y blanco; dame
tu mano y paseemos.
Por estos campos de la tierra mía,
bordados de olivares polvorientos,
voy caminando solo,
triste, cansado, pensativo y viejo.
ANTONIO MACHADO (Campos de
Castilla)
CUESTIONES DE LENGUA [BLOQUE III]: [1,5
PUNTOS]
5. [1,5 PUNTOS] Valor estilístico de los adjetivos del poema.
COMENTARIO LITERARIO [BLOQUE IV]: [3
PUNTOS]
6. [1,5 PUNTOS] Estilo y lenguaje del poema con relación a la obra.
7. [1,5 PUNTOS] Temas del poema en relación a los temas de Campos
de Castilla.
5. Se trata
de un poema lírico en el que Machado describe a Soria desde el recuerdo y evoca
a Leonor, su difunta esposa desde Andalucía. El poeta expresa cierta sensación
de tristeza por la muerte de su esposa.
Los adjetivos son palabras que nombran o indica
cualidades, rasgos, propiedades de los nombres o sustantivos a los que
acompañan y con los que concuerdan en número y género. La presencia de
adjetivos es destacada y abundan aquellos para describir el paisaje soriano y
andaluz al igual que aquellos para describir sus sentimientos.
En cuanto a su forma, todos los adjetivos aparecen en
grado positivo, es decir, expresan una cualidad sin dar idea de intensidad. De
esta forma, Machado, no está exagerando sus emociones..
En cuanto a su significado, distinguimos adjetivos
descriptivos, valorativos o clasificadores. La mayoría son descriptivos
(“tierras altas”, “plomizos cerros”, “raídos encinares”, “ramajes yertos”) pues
se refieren a cualidades que se perciben por los sentidos y por tanto son
objetivos. En este caso describe el paisaje soriano pero de manera triste, de
manera que utiliza adjetivos con connotaciones negativas ya que Soria está
ligado al recuerdo de su difunta esposa. Encontramos sólo dos adjetivos
descriptivos con connotaciones positivas; “azul y blanco”, referidos ambos al
Moncayo. Por último, también aparecen adjetivos valorativos (“solo, triste,
cansado, pensativo y viejo), ya que expresan una cualidad opinable y por tanto
subjetiva. Son adjetivos que representan la tristeza y melancolía que siente
Machado debido a la muerte de su esposa.
Con respecto a su función, distinguimos adjetivos que
califican al sustantivo a través de un verbo (“solo, triste, cansado, pensativo
y viejo”, pues lo hacen a través del verbo “voy caminando”) o lo complementan
directamente (adjetivos adyacentes). En cuanto a estos últimos, podemos diferenciar
adjetivos explicativos, aquellos que expresan cualidades que se presuponen y
suelen ir antepuestos, y adjetivos especificativos, aquellos que añaden una
cualidad nueva y suelen ir pospuestos. En este poema, se describe el paisaje
soriano, y por esa razón, la mayoría de los adjetivos son explicativos a pesar
de que algunos de estos estén pospuestos. Estos están relacionados con la
subjetividad, pues aunque describan el paisaje, es destacable los sentimientos
negativos que el autor transmite al recordar la muerte de Leonor, su mujer.
En conclusión, en el poema predominan los adjetivos
descriptivos referidos al paisaje de Soria y a los sentimientos de tristeza y
melancolía del poeta al recordar la muerte de su esposa. Predomina también la
subjetividad pero no por el uso de adjetivos valorativos sino por el de
explicativos, ligados al recuerdo del poeta hacia Soria y Leonor.
6. En cuanto
al lenguaje poético, la poesía de
Machado experimenta un proceso de depuración en busca de la sencillez
expresiva.
Machado tiene un vocabulario predilecto, agrupado en
torno a algunos temas, algunos sentimientos, algunas percepciones… En este
poema se agrupa en torno al paisaje y a los sentimientos.
Referidos al paisaje encontramos elementos del paisaje
de Castilla y elementos del paisaje de Andalucía. Referidos a Soria encontramos
“tierras altas”, “Moncayo”, “Duero”, “plomizos cerros”, “raídos encinares”,
“ramajes yertos…, destacando cualidades negativas ya que Machado relaciona este
paisaje con el triste recuerdo de la muerte de su esposa Leonor. Referidos al
paisaje andaluz encontramos “olivares” y “campos”, pero que no expresan ningún
sentimiento negativo, sino más bien, describen el paisaje. Así todos estos
elementos en conjunto tienen una gran carga simbólica pues representan, por un
lado Soria su pasado y por otro Andalucía su presente. Referidos a los
sentimientos encontramos los adjetivos “solo”, “triste”, “cansado”, “pensativo”
y “viejo”, que expresan el sentimiento de dolor y soledad que Machado siente al
evocar desde Baeza el recuerdo de su esposa. En cambio, encontramos en el poema
dos sustantivos, “sueño” y “corazón”, que expresan como Machado, hace uso de su
memoria para evocar a su mujer como alguien especial.
En cuanto a las figuras retóricas, encontramos en este
poema algunos procedimientos lingüísticos a los que el poeta recurre con frecuencia. Los emplea al servicio de la
expresividad, sin abuso y no como un adorno.
En primer lugar, encontramos un hipérbaton (“allá en
las tierras altas mi corazón está vagando en sueños”), figura retórica en la
cual se altera el orden sintáctico de las palabras, utilizado por Machado para resaltar
sus emociones y sentimientos hacia el paisaje de Soria.
En segundo lugar, encontramos una metáfora (“donde
traza el Duero su curva de ballesta”), figura que consiste en la identificación
de un término real con otro real o imaginario. Se trata de una metáfora con connotaciones
bélicas relacionadas con el pasado heroico de Castilla, y es utilizada por
Machado para recordar su pasado. Al final del poema, encontramos otra metáfora
(“bordados de olivares”), a diferencia de la anterior, con connotaciones positivas,
ay que quiere describir el paisaje de Andalucía de manera alegre.
Por último, encontramos también, al final, una
enumeración de sentimientos de tristeza del autor, provocados al evocar la
muerte de su esposa Leonor: “solo, triste, cansado, pensativo y viejo”.
Machado recurre mucho a los encabalgamientos, figura que se produce en una estrofa
cuando la pausa final de un verso no coincide con la pausa gramatical o
semántica, y en este poema encontraos dos: “dame_tu mano y paseemos”,, en el que Machado transmite su
tristeza al darse cuenta de que nunca más podrá coger la mano de su esposa y
caminar junto a ella; y “voy caminando solo_triste, cansado, pensativo y
viejo”, en el que Machado quiere resaltar su sentimiento de soledad.
Destaca, además, una
interrogación retórica dirigida a Leonor (“¿No ves, Leonor, los álamos del
río…?”). El poeta no espera respuesta de ella, ya que su esposa ya no está
viva, y por esa razón se trata de una interrogación retórica, pero la emplea
para recordar como los dos estuvieron un día juntos en Soria.
Por último, en cuanto a la métrica, el poema a analizar cuenta con 14 versos organizados en una sola
estrofa, en los que se alternan versos de arte mayor y de arte menor. La estrofa empleada es la silva, combinación
libre de un indeterminado número de versos heptasílabos y endecasílabos. Esta
estrofa, de tradición culta, es muy habitual en Machado. En cuanto a la rima,
solo riman los versos pares y de forma asonante (-a-A-…). Hablamos por tanto de
una silva arromanzada, una de las estrofas preferidas del autor. La rima
asonante es de tradición popular y el motivo de su elección es sencillamente
que resulta más natural, menos forzado.
En Machado es muy frecuento la mezcla de lo culto y lo
popular. En este poema está característica se percibe claramente debido al uso
de la silva (tradición culta) y de la rima asonante (tradición popular).
En conclusión, el poeta emplea, sin abuso, distintas figuras retóricas con el objetivo de expresar
lo que siente, y mezcla lo culto y lo popular buscando la naturalidad, lo cual
también consigue al hacer uso de un lenguaje sencillo y predilecto.
7. En este poema,
se expresa de forma clara el tema del problema existencial, ya que el autor
habla de sus sentimientos de tristeza y soledad al evocar, desde Baeza
(Andalucía), el recuerdo de Leonor, su difunta esposa. Machado nos trasmite su
sentimiento de soledad y tristeza al recordar todo lo que vivió con su esposa y
que ya, desgraciadamente, no podrá volver a vivir.
El poeta, Antonio Machado, emplea el paisaje de Soria
como tema transversal. Aunque en realidad este tema no aparezca directamente
reflejado en el poema, si aparece indirectamente, ya que, Machado hace uso del
paisaje de Castilla, en todos sus poemas, para expresar ya sea el problema de
España o como en este caso, el problema existencial. El autor, expresa que se
encuentra en Baeza (Andalucía) cuando dice (“por estos campos de la tierra
mía”). Desde ese lugar, Machado describe el paisaje soriano, pero lo hace con
un sentimiento de tristeza y melancolía, resaltando alguna de sus cualidades
negativas (“plomizos cerros”, “ramajes yertos”, “raídos encinares”), ya que
para él, Soria está ligada al recuerdo agridulce de la muerta de su esposa
Leonor.
Al final del poema podemos apreciar una enumeración,
en este caso, de sentimientos que producen tristeza (“voy caminando solo,
triste, pensativo y viejo”). Esta tristeza transmitida por Machado se debe a la
muerte de su esposa. Cuando dice que es “viejo”, no se refiere a su edad, ya
que muere joven, pero al serlo Leonor mucho más que él, ese es el sentimiento
que a Machado le queda.
El poeta, sin duda transmite una inmensa tristeza al
darse cuenta que tiempo atrás tuvo algo precioso y especial, y que ya, nunca
más volverá a tener.