EXAMEN 3ª EVALUACIÓN I 2º
BACHILLERATO (Grandes-Crónica)
CURSO 2019-2020 – IES RÍA DEL
CARMEN
TEXTO A
Hay que apoyar a
los libreros, nos dicen, y eso es absolutamente cierto. Las librerías se han
convertido en
trincheras, baluartes de un antiguo negocio que hoy es algo más, un símbolo de
la cultura tal y como la hemos conocido hasta ahora. Sus dueños se han
convertido en animadores, agitadores de la literatura, y sus vidas han cambiado
tanto como las nuestras. Ahora cuentan cuentos, dibujan murales, dominan las
redes sociales, hacen magdalenas en el horno de la cocina de su casa para invitar
a sus clientes y hasta cantan si hace falta. Todo por los lectores, esa casta
heroica que resiste a viento y marea en territorio hostil.
Hace un siglo,
la literatura era la única puerta hacia lo maravilloso que estaba a disposición
de
un porcentaje
importante de la población. Actualmente, cualquiera tiene en su casa seis o
siete puertas gratuitas y a todo color, que no requieren más esfuerzo que
sentarse en un sofá y apretar un botón. No piden mucho, tampoco lo dan, y sin
embargo es tan fácil usarlas que la imagen de cualquier persona que empuja la
puerta de una librería, solo o en compañía, para pasar media hora mirando las
portadas de los libros que reposan sobre las mesas, leyendo las contraportadas,
mirando las solapas, tomándolos entre las manos para calibrar su peso, su
espesura, su olor, escogiendo al fin el que va a llevarse a casa para
sumergirse inmediatamente en sus páginas, es una de las imágenes más conmovedoras
que hoy existen.
Los escritores,
los libros, las librerías no existirían sin lectores. Lo sé, y me alegro
infinitamente
de encontrarme
con ellos. La emoción de mirarlos a los ojos, de uno en uno, compensa las
habitaciones de
hotel, los madrugones, los paseos a medianoche por aeropuertos inhóspitos en
pos del último vuelo, que siempre se retrasa y siempre es el que estoy
esperando. Tú no me conoces, me dicen de vez en cuando al acercarse a la mesa,
pero yo a ti sí, te conozco muy bien, y llevan razón. Entonces recuerdo a todos
los escritores a quienes yo conocí cuando era una simple lectora, aquellos a
quienes miraba de lejos en las Ferias del Libro de mi juventud, y comprendo que
soy una mujer muy afortunada, que tengo mucha suerte,
muchos motivos para estar agradecida a mi vida y a la de todos los hombres,
todas las mujeres que leen mis libros.
(Almudena Grandes, “Vivo en la carretera” en EL
PAÍS SEMANAL, 15/10/2017)
1 – Esquema / Resumen / Tema y estructura (ELEGIR UNA OPCIÓN) 1
PUNTO.
1-
Necesidad de apoyar a las librerías
a.
Símbolos de la cultura tradicional
b.
Más que comercios, centros de promoción de la literatura
c.
Último refugio de los aficionados a la lectura
2-
Nuevas formas de ocio y evasión
a.
Distintos soportes que no exigen ningún esfuerzo
b.
La visita a las librerías a buscar libros de papel, actividad en
declive
3-
Necesidad de lectores para que existan los escritores
a.
Las presentaciones en librerías como forma de contacto entre ambos
b.
Inicio en la literatura de los escritores a través de las ferias
del libro
c.
Escritores y lectores se necesitan mutuamente
2- Tipo de Texto (género y modo de elocución) / Actitud e
intencionalidad del autor.
ELEGIR UNA OPCIÓN. En ambos casos, comentar con ejemplos del texto
los procedimientos lingüísticos de objetividad/subjetividad/figuras
retóricas/léxico utilizado… y extraer unas conclusiones. (2 PUNTOS)
Indicadores de objetividad: Función referencial. Textos expositivos.
Sobre todo primera parte del texto, donde describe la actividad de los libreros
Verbos en
indicativo
Oraciones
enunciativas
Léxico
denotativo, particularmente del ámbito de la lectura y la literatura
Indicadores de subjetividad: Funciones emotiva y conativa.
Textos argumentativos. Párrafo 2, pero sobre todo desde la línea 16, cuando
relata su experiencia personal.
1ª persona
singular, tanto en verbo (lo sé) como en pronombres (yo)
1ª persona del
plural, para implicar a los lectores, en pronombres (nos dicen)
2ª persona del
singular, recordando diálogos directos con lectores (tú no me conoces, yo a
ti si)
Verbos de
opinión (me alegro, comprendo)
Léxico
connotativo, que sugiere lo maravilloso de la experiencia de leer libros de
papel: animadores, agitadores, casta heroica, lo maravilloso, espesura,
olor, calibrar el peso, emoción
Adjetivos
valorativos: conmovedoras, afortunada, heroica, inhóspitos.
Recursos literarios: Función poética, voluntad de estilo
Metáfora: baluartes,
trincheras (metáfora de sistemas de defensa de la literatura)
Derivación: cuentan
cuentos,
Enumeración y
paralelismo: acciones de los libreros (líneas 5, 6)
Enumeración y
asíndeton: acciones de los lectores en las librerías (líneas 13-15) y acciones
de la escritora para conocer a sus lectores (líneas 18, 19)
Pleonasmo: redundancia
literaria, repetición de la misma idea con otras palabras: Soy muy afortunada
/tengo mucha suerte
Léxico, registro: formal estándar, sin cultismos, sin coloquialismos
Conclusiones:
Actitud emotiva, transmite admiración emocionada hacia los libros de papel,
las librerías tradicionales y el trabajo de los libreros actuales. Se siente
muy agradecida porque su trabajo de escritora no tendría sentido si no hubiera
librerías.
Intencionalidad: resaltar la labor de los libreros y las
ventajas del libro tradicional. Agradecer a lectores y libreros su función.
Ella como escritora los necesita.
Tipo de texto: Columna literaria. Almudena Grandes
es una famosa novelista, como ella misma afirma en el texto. Se presupone
lectores fijos en el País, el artículo se publica en un suplemento
semanal, donde colabora habitualmente. Presenta voluntad de estilo y recursos literarios
y lectores fijos. No opina sobre un tema puntual, de actualidad inmediata, sino
en general sobre algo más genérico: el papel de las librerías hoy en día.
Modo de elocución expositivo argumentativo. Aunque incluye
elementos descriptivos y un breve diálogo.
Parte expositiva, más objetiva, sobre labor de las librerías
(líneas 1-16) Aunque la primera parte incluye una descripción de la actividad
de los libreros y de las acciones de los lectores en las librerías,
Parte argumentativa (líneas 17 al final) más subjetiva, que
incluye su experiencia personal, y un breve diálogo en estilo directo. La tesis
es la defensa del libro tradicional y las librería. Está explícita en la
primera línea (estructura deductiva). La argumentación se basa en argumentos emocionales,
trata de convencer transmitiendo amor por la lectura del libro tradicional.
3 – Valoración personal del tema y de la forma de
exponerlo/defenderlo. (1 PUNTO)
Comentar hasta que punto compartes la opinión de la autora en torno
a la lectura de libros en papel y la visita a las librerías. Explicar tu
experiencia personal al respecto, en relación con el libro de papel y a la
lectura en general
4 – Define y pon un ejemplo extraído del texto de los siguientes
mecanismos semánticos de cohesión (1,5):
a)
Sinonimia contextual.
Mecanismo de sustitución. Significan los mismo
en ese contexto (defensa). Trincheras/baluartes
b) Familia
Léxica. Libros, libreros, librerías (Mecanismo de relación: grupos de palabras con la misma raíz
o lexema)
c)
Campo asociativo. Mecanismo
de relación: palabras de distintas categorías gramaticales que se relacionan en
un contexto dado por pertenecer al mismo campo de experiencia, en este caso de
la lectura: mesa, libros, lectores, literatura, escritores, leer, portadas,
cuentan, cuentos…
5- Tipo y función de las subordinadas subrayadas (1,5)
a)
Las librerías se han convertido en baluartes
de un antiguo negocio que hoy es algo más
Subordinada adjetiva CN de
“negocio”
b)
Es tan fácil usarlas que la imagen de alguien
entrando en una librería es conmovedora.
Subordinada
adverbial consecutiva
c) Recuerdo
a todos los escritores a quienes yo conocí cuando era una simple lectora,
Subordinada
adjetiva CN “escritores”
d) Pasan
media hora mirando las portadas de los libros que reposan sobre las mesas
Subordinada
adverbial Complemento Circunstancial de Modo
e) Tengo
muchos motivos para estar agradecida a mi vida.
Subordinada
adverbial Complemento Circunstancial de Finalidad / CN “Motivos”
TEXTO B
Lo conocí poco después que ella, cuando vine a
las vacaciones de Navidad, y no lo encontré tan raro como decían. Me pareció
atractivo, en efecto, pero muy lejos de la visión idílica de Magdalena Oliver.
Me pareció más serio de lo que hacían creer sus travesuras, y de una tensión
recóndita apenas disimulada por sus gracias excesivas.
Pero sobre todo, me pareció un hombre muy triste.
Ya para entonces había formalizado su compromiso de amores con Ángela Vicario.
Nunca se estableció muy bien cómo se conocieron.
La propietaria de la pensión de hombres solos donde vivía Bayardo San Román,
contaba que éste estaba haciendo la siesta en un mecedor de la sala, a fines de
setiembre, cuando Ángela Vicario y su madre, atravesaron la plaza con dos
canastas de flores artificiales. Bayardo San Román despertó a medias, vio las
dos mujeres vestidas de negro inclemente que parecían los únicos seres vivos en
el marasmo de las dos de la tarde, y preguntó quién era la joven.
La propietaria le contestó que era la hija menor
de la mujer que la acompañaba, y que se llamaba Ángela Vicario. Bayardo San
Román las siguió con la mirada hasta el otro extremo de la plaza.
-Tiene el nombre bien puesto -dijo.
Luego recostó la cabeza en el espaldar del
mecedor, y volvió a cerrar los ojos.
-Cuando despierte -dijo-, recuérdame que me voy a
casar con ella.
Ángela Vicario me contó que la propietaria de la
pensión le había hablado de este episodio desde antes de que Bayardo San Román
la requiriera en amores. «Me asusté mucho», me dijo. Tres personas que estaban
en la pensión confirmaron que el episodio había ocurrido, pero otras cuatro no
lo creyeron cierto. En cambio, todas las versiones coincidían en que Ángela
Vicario y Bayardo San Román se habían visto por primera vez en las fiestas
patrias de octubre, durante una verbena de caridad en la que ella estuvo
encargada de cantar las rifas. Bayardo San Román
llegó a la verbena y fue derecho al mostrador atendido por la rifera lánguida
cerrada de luto hasta la empuñadura, y le preguntó cuánto costaba la ortofónica
con incrustaciones de nácar que había de ser el atractivo mayor de la feria.
Ella le contestó que no estaba para la venta sino para rifar.
-Mejor -dijo él-, así será más fácil, y además,
más barata.
Gabriel
García Márquez, Crónica de una muerte anunciada.
6
– Sitúa el fragmento en la estructura externa e interna de la obra (parte del
libro en que se sitúa, que ha pasado inmediatamente antes y después y que trascenencia
tiene lo que ocurre en la novela. (1,5)
-
Segunda parte. Cronológicamente, seis meses antes del crimen y 27 años
antes de la investigación del cronista y la redacción de la crónica. Inmediatamente
antes, se presenta al personaje de Bayardo como alguien misterioso, atractivo e
inmensamente rico, que llega al pueblo al parecer para buscar esposa y que,
como se aprecia En el texto, elige a Ángela casi al azar. Anteriormente al
fragmento, se describe a Bayardo a partir de las primeras impresionas que causó
en los vecinos y en la opinión algo desconfiada de la madre del cronista. En el
fragmento, el cronista aporta su propia impresión personal desde que lo
conoció. No le parece tan maravilloso como a sus convecinos, destaca que era
serio y triste. A continuación, el fragmento se centra en lo extraño del deseo
de casarse con Ángela y en la prepotencia de sus intentos por conquistarla,
haciendo alarde de su dinero. Lo que no solo no convencerá a Ángela, sino que
motivará su rechazo hacia él.
-
A continuación
del fragmento, compra todos los boletos de la rifa para regalarle la ortofónica
y se la envía a casa. La madre de Ángela considera que no pueden aceptar ese
regalo y los hermanos visitan a Bayardo para devolvérsela, pero este se hace
amigo de ellos, se emborrachan juntos y regresan con la ortofónica y a partir
de ahí Bayardo conquista a la familia de Ángela, aunque no a la propia Ángela,
que se casará presionada por su madre. El hecho de no fingir virginidad, lo que
provoca la devolución de la novia, es un acto de rebeldía de Ángela que acusará
a Santiago provocando el crimen. Este capítulo termina con la acusación de
Ángela a Santiago, lo que supone su sentencia de muerte.
-
Sin embargo,
cuando ella lo decide se propone reconquista a Bayardo y n para hasta
conseguirlo, 20 años después.
7
– Técnica narrativa en el fragmento y relación con la técnica de la obra. Pon
ejemplos de tus afirmaciones extraídos del fragmento (1,5)
-
Narrador:
Testigo (1ª persona “lo conocí” “me
pareció”)
-
Cronista (a partir de testimonios, en este fragmento de la
dueña de la pensión donde se hospedó Bayardo y de varios de los inquilinos.
“Todas las versiones coincidían”)
-
3ª persona omnisciente: Relata hechos donde no estuvo presente, con gran
detallismo e incluyendo diálogos en estilo directo. (Bayardo despertó a
medias…).
-
Punto de vista: Trata de reflejar objetividad de los hechos tal y
como ocurrieron. El cronista aporta sus impresiones personales como si fuera un
testigo más. El Detallismo exagerado y las contradicciones un poco absurdas de
los testigos resultan bastante literarias, lo extraordinario de la decisión de
Bayardo y sus acciones desmesuradas entroncan con el realismo mágico.
-
Espacio. Pueblo del Caribe sin nombre, con puerto fluvial.
Elementos autobiográficos -coincidencias con el lugar donde nació García
Márquez- Mezcla de realidad y ficción. En el fragmento, Navidad calurosa del
Caribe.
Tiempo. Cronológicamente,
seis meses antes del crimen y 27 años antes de la investigación del cronista y
la redacción de la crónica. Tiempo externo, años 40 (la ortofónica era un antiguo aparato musical)
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