EXAMEN 3ª EVALUACIÓN I 2º
BACHILLERATO (Trueba-Crónica)
CURSO 2019-2020 – IES RÍA DEL
CARMEN
TEXTO A
Por muchas ambiciones
con que el ser humano se pinte a sí mismo, no pasa de ser un mero
superviviente. Ahora que sabemos que insectos que fueron nuestra más alegre
compañía en la infancia, las mariposas, los saltamontes, los grillos, son ya
también especies amenazadas de extinción, haríamos bien en poner nuestras
barbas a remojar. Basta escuchar con atención a los líderes mundiales para
comprender que si persistimos como raza dominante no es debido a la
inteligencia superior, sino a unas cualidades de resistencia al medio más
sólidas que las de aquellos seres que coleccionábamos con alfileres, recluíamos
en botes transparentes o cazábamos por el campo sin saber aún que éramos
depredadores. Instalados en un vértigo tecnológico que apunta a la inmortalidad
como el próximo reto cuando todavía la instalación de fibra telefónica es una
chapuza de cables, taladros y postes torcidos en las esquinas de las calles,
parecemos imbuidos de una seguridad en nosotros mismos que solo se apabulla
cuando llega puntual la enfermedad terminal y la pompa fúnebre, a la que por
más rimbombancia que le damos no nos acaba de gustar del todo protagonizar. Cada vez más sumisos al asfalto y al teléfono móvil, no
parece angustiarnos la constante cadencia de fenómenos naturales de una capacidad
de destrucción asombrosa. El dolor de los terremotos y huracanes, tan tremendos
en el final de verano caribeño, ya ha sido analizado por
las mejores mentes financieras como una posibilidad cierta de negocio y en las
páginas de economía se especula con que un buen cataclismo trae dinero para
reconstrucción y crecimiento del PIB. Incluso utilizamos amenazas como el
tsunami, el huracán o el vendaval para adjetivar capacidades humanas, presos
del entusiasmo, olvidándonos de que cuando uno de esos fenómenos nos visita el
hombre se hace hormiga pisoteada sin esfuerzo. Qué miserable delirio de
superioridad nos invade cuando nos olvidamos de en medio de dónde estamos.
(David Trueba, “Otoño”, en EL PAÍS, 26/09/2017)
1 – Esquema / Resumen / Tema y estructura (ELEGIR UNA OPCIÓN) 1
PUNTO.
Tema: Sentimiento de superioridad de los seres humanos, que les hace
olvidar su pertenencia a la Naturaleza.
Estructura: Encuadrada
- Línea 1 – 4
(Hasta “nuestras barbas a remojar”) Introducción: Presenta la tesis “somos
meros supervivientes” y capta la atención del lector evocando la atracción por
los insectos en la infancia y el actual peligro de extinción. Al tiempo que
avisa de que los humanos no podemos confiarnos: también podríamos extinguirnos
como especie.
-Línea 4-21 (Hasta
“hormiga pisoteada sin esfuerzo” Cuerpo argumentativo: Los seres humanos no nos
estamos dando cuenta de que también nosotros nos podemos extinguir.
- Argumento
1: (Líneas 4-13) Obsesionados por la tecnología, los humanos creemos superiores.
-Argumento
2: (Líneas 13-21) No advertimos las señales de la naturaleza en forma de
catástrofes naturales.
-Conclusión: Último
enunciado: Nos sentimos superiores y nos olvidamos de que somos parte de la
naturaleza y estamos sujetos a sus leyes. Repite la tesis del principio, ya
demostrada por los argumentos.
2- Tipo de Texto (género y modo de elocución) / Actitud e
intencionalidad del autor.
ELEGIR UNA OPCIÓN. En ambos casos, comentar con ejemplos del texto
los procedimientos lingüísticos de objetividad/subjetividad/figuras
retóricas/léxico utilizado… y extraer unas conclusiones. (2 PUNTOS)
-
Procedimientos de objetividad: (Propias de los
textos expositivos y la función referencial)
o Ausencia de 1ª
persona del singular en verbos, pronombres o determinantes
o Oraciones
enunciativas (todas lo son)
o Construcciones atributivas: “fueron nuestra
más alegre compañía” “son ya también
especies amenazadas” “ha sido analizado” .
-
Procedimientos de subjetividad (Propia de los
textos argumentativos y la función expresiva/conativa)
o
1ª persona del plural, para incluir al lector. Se refiere a
“nosotros los seres humanos”: “sabemos” “persistimos” “éramos”.
o
Adjetivos valorativos: “alegre” “sumisos” “tremendo” “miserable”.
o
Léxico connotativo:
“vértigo” “chapuza” “angustiarnos” “dolor”
-
Figuras retóricas
o NO hay recursos
literarios destacables. NO aparece voluntad de estilo manifiesta, en el sentido
de que no hay función poética: al autor le interesa más el contenido del
mensaje que la forma de expresarlo.
o Encontramos solo
algunos:
§ Enumeraciones
con asíndeton: “las mariposas, los
saltamontes, los grillos”
§ Metonimia (el efecto por la causa): “El dolor
de los terremotos y huracanes”.
§ Personificación:
“Cada vez más sumisos al asfalto y al teléfono móvil”
-
Léxico utilizado, registro lingüístico:
o
Coloquialismos y modismos: “poner las barbas
a remojar”, “apabulla” “rimbombancia”
o
Registro formal estándar que incluye léxico del ámbito de la
civilización y de la ecología, pues son aspectos que se contraponen:
“extinción”, “especies”, “fenómenos naturales” / “cables” “Teléfono móvil “
“PIB”. Además de palabras del ámbito de las catástrofes, que el autor da a
entender que es lo que espera a la humanidad: “cataclismo” “tsunami”
“huracanes”.
-
Conclusiones: Es un fragmento
de un texto periodístico de opinión más largo, titulado “Otoño” y publicado en El
país. No parece una columna literaria pues las columnas son más breves y además
el texto no presenta demasiados elementos literarios. Sin embargo, el hecho de
que no se indique la profesión del autor sugiere que es un colaborador habitual
con un espacio fijo en el periódico. Predomina la subjetividad sobre la
objetividad. El punto de vista del autor es defensa de la ecología, lo que
parece acorde con la línea editorial del periódico conde está publicado el
artículo.
-
El modo de elocución es claramente argumentativo
aunque, más que convencer, pretender
afianzar las ideas y dar argumentos a unos lectores que tienen ya una
conciencia ecológica clara. Alerta de los peligros de la civilización respecto
al planeta y culpa a la especie humana de su posible la destrucción.
3 – Valoración personal del tema y de la forma de
exponerlo/defenderlo. (1 PUNTO)
Opinar sobre si realmente los seres humanos están destruyendo el
planeta. Poner ejemplos al respecto. Opinar sobre el tono utilizado. Si os
parece exagerado o no y por qué. Aportar alguna solución al problema que plantea
el autor o alguna reflexión personal.
4 – Define y pon un ejemplo extraído del texto de los siguientes
mecanismos semánticos de cohesión (1,5):
a)
Correferencia. Mecanismo de sustitución: una
palabra se sustituye por otra que, sin ser sinónimo, se refiere a lo mismo en
un contexto dado:” Ser humano/hombre” o “ser humano /
superviviente”
b) Un
hiperónimo y su hipónimo. Especies / mariposas
c)
Campo semántico. Fenómenos
naturales: tsumani, huracán, vendaval, terremotos
5- Tipo y función de las subordinadas subrayadas (1,5)
a)
Por muchas ambiciones con que el ser
humano se pinte a sí mismo, no pasa de ser un mero superviviente. Sub Adj. CN “ambiciones”
b) Instalados
en un vértigo tecnológico que apunta a la inmortalidad . Sub adj. CN “vértigo tecnológico”
c) Olvidándonos
de que cuando uno de esos fenómenos nos visita el hombre se hace hormiga
pisoteada sin esfuerzo. Sub Sust. CRV
d) Basta
escuchar con atención a los líderes mundiales para comprender. Sub Sust. Sujeto.
e)
Parecemos imbuidos de una seguridad en
nosotros mismos. Sub adj. Atributo
TEXTO B
Tenían tan bien fundada su
reputación de gente buena, que nadie les hizo caso.
«Pensamos que eran vainas de
borrachos», declararon varios carniceros, lo mismo que Victoria Guzmán y
tantos otros que los vieron después. Yo había de preguntarles alguna vez a los
carniceros si el oficio de matarife no revelaba un alma predispuesta para matar
un ser humano. Protestaron: «Cuando uno sacrifica una res no se atreve a
mirarle los ojos». Uno de ellos me dijo que no podía comer la carne del animal
que degollaba. Otro me dijo que no sería capaz de sacrificar una vaca que
hubiera conocido antes, y menos si había tomado su leche. Les recordé que los
hermanos Vicario sacrificaban los mismos cerdos que criaban, y les eran tan
familiares que los distinguían por sus nombres. «Es cierto -me replicó uno-,
pero fíjese que no les ponían nombres de gente sino de flores.»
Faustino
Santos fue el único que percibió una lumbre de verdad en la amenaza de Pablo
Vicario, y le preguntó en broma por qué tenían que matar a Santiago Nasar
habiendo tantos ricos que merecían morir primero.
-Santiago Nasar sabe
por qué -le contestó Pedro Vicario.
Faustino Santos me contó que
se había quedado con la duda, y se la comunicó a un agente de la policía que
pasó poco más tarde a comprar una libra de hígado para el desayuno del alcalde.
El agente, de acuerdo con el sumario, se llamaba Leandro
Pornoy, y murió el año siguiente por una cornada de toro en la yugular durante
las fiestas patronales. De modo que nunca pude hablar con él, pero Clotilde
Armenta me confirmó que fue la primera persona que estuvo en su tienda cuando
ya los gemelos Vicario se
habían sentado a esperar.
Clotilde
Armenta acababa de reemplazar a su marido en el mostrador. Era el sistema
habitual. La tienda vendía leche al amanecer y víveres durante el día, y se
transformaba en cantina desde las seis de la tarde. Clotilde Armenta la abría a
las 3.30 de la madrugada. Su marido, el buen don Rogelio de la Flor, se hacía
cargo de la cantina hasta la hora de cerrar. Pero aquella noche hubo tantos
clientes descarriados de la boda, que se acostó pasadas las tres sin haber
cerrado, y ya Clotilde Armenta estaba levantada más temprano que de costumbre,
porque quería terminar antes de que llegara el obispo.
Gabriel
García Márquez, Crónica de una muerte anunciada.
6
– Análisis de los personajes subrayados con el fragmento. Comenta sus intervenciones
en el fragmento y/o su participación en la novela. (1,5)
-Victoria Guzmán: Cocinera de la casa de Santiago Nasar. El padre de Santiago
abusó sexualmente de ella y luego la puso de cocinera en su casa. Odia
profundamente a Santiago por el rencor que guarda hacia Ibrahim Nasar, el padre
de Santiago ya fallecido. Teme que Santiago quiera abusar también sexualmente
de su hija, Divina Flor, futo de una relación posterior de Victoria. En el
primer capítulo le mostró el cuchillo ensangrentado con el que destripaba
conejos para advertirle que no iba a consentir que se propasase con su hija.
Tiró las tripas de los conejos a los perros, lo que el propio Santiago entendió
como un funesto presagio de lo que le pasaría a él, cuando los perros querían
comerse sus propios intestinos cuando entró herido de muerte en la cocina
después del ataque de los Vicario. Fue cómplice indirecto del asesinato pues
mintió a la madre de Santiago al decirle que Santiago estaba dentro de casa.
Con ello consiguió que la madre de Santiago cerrara la puerta a su propio hijo
cuando trataba de huir de los asesinos, pues creyó que quien llamaban eran
estos. En el fragmento, se resalta como Victoria, lo mismo que otros que
secretamente deseaban la muerte de Santiago, no alertaron de que los Vicario
querían matar a Santiago, con la excusa de que “eras vainas de borrachos”, es
decir, bravuconadas que no había que tomar en serio.
-
Pablo Vicario: Unos minutos mayor que su hermano gemelo, Pedro. Al ser el mayor, no va al servicio militar para
mantener a la familia, pues su padre Poncio Vicario está senil y casi
ciego. Como su hermano, es matarife
profesional. En esta profesión se centra el fragmento pues el cronista entrevista
a varios carniceros, que desmienten que a pesar de su profesión los Vicario
tuvieran instintos asesinos.
Casi todos los carniceros defienden a los Vicario afirmando que todo
el mundo los consideraba buenas personas, incapaces de asesinar a nadie. Incluso
alguno afirma tenían tan buenos sentimientos que uno de ellos le habían dicho
que “No sería capaz de comer una vaca que hubiera conocido antes”. Cuando el
cronista hace ver la evidencia de que mataban cerdos que ellos mismos criaban, uno
de los carniceros le da una respuesta absurda: “Les recordé que los hermanos
Vicario sacrificaban los mismos cerdos que criaban, y les eran tan familiares
que los distinguían por sus nombres. «Es cierto -me replicó uno-, pero fíjese
que no les ponían nombres de gente sino de flores.». Pablo Vicario era el que menos
decidido estaba de cometer el crimen, aunque cuando su hermano flojeaba a causa
de sus dolencias urinarias, él le volvió a convencer. Pablo tenía novia formal.
Después de salir de la cárcel, donde estuvieron poco tiempo, se casó y se fue
con su madre y su hermana Ángela al pueblo cercano de Manaure. Se dedicó
entonces a continuar con el oficio de orfebre del padre.
-
Pedro Vicario. Aunque era unos minutos menor que su hermano, se
comporta como el mayor. Es el más decidido de los dos, el que pregunta a Ángela
quién la había deshonrado y el que toma primero la decisión de matar a
Santiago. No siempre había sido el más decidido. Volvió cambiado del ejército a
donde fue a cumplir el servicio militar. Padece una enfermedad venérea que le
hace sufrir mucho cuando intenta orinar. En un momento dado flojea y su hermano
le convence para no desistir del asesinato de Santiago. Después de salir de la
cárcel, se reengancha al ejército y no se vuelve a saber de él. De alguna
forma, ambos hermanos son un personaje dual que se empujan el uno al otro a
cometer un crimen que en realidad ninguno quiere llevar a cabo. En el fragmento
se aprecia que es el que contesta cuando Faustino Santos le pregunta la razón
para matar a Santiago, zanja el tema con una bravuconada tajante: “Él sabe por
qué”, con lo que da a entender que a nadie más le tiene que importar el motivo.
-
Clotilde Armenta: Es la dueña del único establecimiento que está
abierto durante toda la noche y a donde se dirigen los Vicario para esperar a
Santiago y matarlo. Está en un lugar estratégico, en la plaza del pueblo, y
desde allí esperan sentados a que pase Santiago. Lo ven pasar cuando se dirige
al puerto al recibir al obispo pero deciden esperar para matarlo cuando regrese
a su casa. La tienda que Clotilde Armenta y su marido regentan funciona como
lechería, tienda de comestibles y cantina, como se aprecia en el fragmento. El
acontecimiento de la llegada del obispo y la fiesta de la boda de Ángela y
Bayardo, explican que pase tanta gente por la tienda de madrugada. Clotilde
hace todo lo posible para evitar el crimen, alertando a todo el que pasa por su
establecimiento para que prevengan a Santiago y a su madre, pero por la fatalidad
o por la complicidad de los vecinos, los avisos de Clotilde no llegan nunca a
sus destinatarios y no consigue impedir el crimen.
-Santiago Nasar: La víctima. En el fragmento, Pedro Vicario dice que “el sabe por
qué” lo van a matar pero realmente no sabe nada y es el último en enterarse. En
la novela se da a entender que fue víctima de una falsa acusación de Ángela
Vicario y que todo el pueblo sabía que era inocente pero que nadie hizo nada
por él. En parte porque lo enviaban por ser rico, como se menciona en el
fragmento y en parte porque la gente asumía el código del honor que obligaba a
los Vicario a lavar la honra con sangre, sin importar si realmente Santiago era
culpable de lo que le acusaban. También Santiago es víctima de la fatalidad,
pues hubo personas que quisieron ayudarlo, como Clotilde Armenta o el agente de
policía, pero que finalmente por distintas razones no pudieron impedir el crimen.
7
– Técnica narrativa en el fragmento y relación con la técnica de la obra. Pon
ejemplos de tus afirmaciones extraídos del fragmento (1,5)
-
Narrador: Cronista (cuenta lo que le dicen otros)
testigo (cuenta lo que él mismo vio), a veces con enfoque omnisciente (cuenta
detalles o pensamientos de los personajes que no tendría por qué saber). En el
fragmento el narrador que se manifiesta es únicamente narrador cronista:
no fue testigo de los hechos que refiere, sino que se limita a reproducir lo
que le dicen los testigos, sin incluir pensamientos o comentarios que no tenía
que conocer. Utiliza la 1ª persona, pero para referirse a él mismo como quien
hace las preguntas.
o
Ej:
“Uno de ellos me dijo” “otro me dijo” “declararon”
Lo minucioso de
los datos del horario de la tienda de Clotilde Armenta, los nombres y apellidos
de los entrevistados, se relaciona con el género de la crónica periodística.
Sin embargo, a veces, como ocurre en el fragmento, exagera deforma literaria
el detallismo como cuando se refiere a la muerte del policía:
“El agente, de acuerdo con el sumario, se llamaba Leandro Pornoy, y
murió el año siguiente por una cornada de toro en la yugular durante las
fiestas patronales, de forma que nunca pude hablar con él”
No encontramos
enfoque omnisciente en el fragmento. Salvo quizá cuando se dice: que “Faustino Santos fue el único que
percibió una lumbre de verdad en la amenaza de Pablo Vicario”
-
Punto
de Vista: en el fragmento
predomina la objetividad, pues se limita a reproducir textualmente las palabras
de los testigos, en este caso los carniceros y Clotilde Armenta. Trata de
recoger testimonios de todo tipo, a favor o en contra de los asesinos. De ahí
que recoja las declaraciones contradictorias de quienes no se tomaron en serio
las amenazas de los Vicario (la mayor parte de los carniceros) y quiénes sí lo
hicieron (Faustino Santos y Clotilde Armenta). En el fragmento se menciona
también el sumario como fuente de información para el cronista.
-
Sin embargo, a veces incluye su opinión personal sobre los
personajes pues, aunque no presenció el crimen, sí conocía a los que
participaron en él. En este fragmento da a entender que conocía personalmente y
que apreciaba al marido de Clotilde cuando se refiere a él como “el buen
Rogelio de la Flor”.
-
Espacio: Un pueblo sin nombre del Caribe, con
puerto fluvial. Se suele identificar con Sucre, el pueblo de García Márquez,
aunque es un lugar imaginario y literario. Es un pueblo pequeño donde se
conocen todos los vecinos, como se aprecia en el fragmento. En el fragmento se
menciona que el local de Clotilde Armenta era frecuentado por todo el pueblo
pues tenía varios usos distintos y abría las 24 horas del día. El obispo llega
el barco y la gente va al puerto a recibirlo, incluido Santiago Nasar que se
viste de gala para la ocasión aunque el obispo, como anunció la madre de
Santiago, no llegó a bajar del barco. La tienda de Clotilde Armenta está en un
lugar estratégico en la plaza del pueblo, donde también está la casa de
Santiago y la puerta principal de la casa donde finalmente es asesinado.
-
-
Tiempo. El fragmento se sitúa cronológicamente 27
años después del crimen, cuando el cronista visita el pueblo, su pueblo, para
tratar de averiguar lo que ocurrió realmente y la implicación de cada uno de
los vecinos en la tragedia. El tiempo externo del crimen se situaría sobre los
años 50 y la reconstrucción del crimen coincidiría aproximadamente con la
redacción de la novela -que se publicó a principio se los 80-. García Márquez
entremezcla realidad y ficción pues está recreando literariamente un crimen que
ocurrió en su pueblo sobre la época de los sucesos de la novela. Y va aún más
allá al incluirse a sí mismo y a sus familiares entre los personajes. La
reconstrucción del crimen es no obstante absolutamente literaria, no pretende
ser fiel a los hechos reales y está cargada de elementos fantásticos y de
realismo mágico.
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