martes, 12 de mayo de 2020

SOLUCIÓN EXAMEN "DAVID TRUEBA-CRÓNICA"


EXAMEN 3ª EVALUACIÓN I 2º BACHILLERATO (Trueba-Crónica)
CURSO 2019-2020 – IES RÍA DEL CARMEN

TEXTO A
Por muchas ambiciones con que el ser humano se pinte a sí mismo, no pasa de ser un mero superviviente. Ahora que sabemos que insectos que fueron nuestra más alegre compañía en la infancia, las mariposas, los saltamontes, los grillos, son ya también especies amenazadas de extinción, haríamos bien en poner nuestras barbas a remojar. Basta escuchar con atención a los líderes mundiales para comprender que si persistimos como raza dominante no es debido a la inteligencia superior, sino a unas cualidades de resistencia al medio más sólidas que las de aquellos seres que coleccionábamos con alfileres, recluíamos en botes transparentes o cazábamos por el campo sin saber aún que éramos depredadores. Instalados en un vértigo tecnológico que apunta a la inmortalidad como el próximo reto cuando todavía la instalación de fibra telefónica es una chapuza de cables, taladros y postes torcidos en las esquinas de las calles, parecemos imbuidos de una seguridad en nosotros mismos que solo se apabulla cuando llega puntual la enfermedad terminal y la pompa fúnebre, a la que por más rimbombancia que le damos no nos acaba de gustar del todo protagonizar. Cada vez más sumisos al asfalto y al teléfono móvil, no parece angustiarnos la constante cadencia de fenómenos naturales de una capacidad de destrucción asombrosa. El dolor de los terremotos y huracanes, tan tremendos en el final de verano caribeño, ya ha sido analizado por las mejores mentes financieras como una posibilidad cierta de negocio y en las páginas de economía se especula con que un buen cataclismo trae dinero para reconstrucción y crecimiento del PIB. Incluso utilizamos amenazas como el tsunami, el huracán o el vendaval para adjetivar capacidades humanas, presos del entusiasmo, olvidándonos de que cuando uno de esos fenómenos nos visita el hombre se hace hormiga pisoteada sin esfuerzo. Qué miserable delirio de superioridad nos invade cuando nos olvidamos de en medio de dónde estamos.
(David Trueba, “Otoño”, en EL PAÍS, 26/09/2017)

1 – Esquema / Resumen / Tema y estructura (ELEGIR UNA OPCIÓN) 1 PUNTO.

Tema: Sentimiento de superioridad de los seres humanos, que les hace olvidar su pertenencia a la Naturaleza.
Estructura: Encuadrada
         - Línea 1 – 4 (Hasta “nuestras barbas a remojar”) Introducción: Presenta la tesis “somos meros supervivientes” y capta la atención del lector evocando la atracción por los insectos en la infancia y el actual peligro de extinción. Al tiempo que avisa de que los humanos no podemos confiarnos: también podríamos extinguirnos como especie.
          -Línea 4-21 (Hasta “hormiga pisoteada sin esfuerzo” Cuerpo argumentativo: Los seres humanos no nos estamos dando cuenta de que también nosotros nos podemos extinguir.
                  - Argumento 1: (Líneas 4-13) Obsesionados por la tecnología, los humanos creemos superiores.
                  -Argumento 2: (Líneas 13-21) No advertimos las señales de la naturaleza en forma de catástrofes naturales.
          -Conclusión: Último enunciado: Nos sentimos superiores y nos olvidamos de que somos parte de la naturaleza y estamos sujetos a sus leyes. Repite la tesis del principio, ya demostrada por los argumentos.


2- Tipo de Texto (género y modo de elocución) / Actitud e intencionalidad del autor.
ELEGIR UNA OPCIÓN. En ambos casos, comentar con ejemplos del texto los procedimientos lingüísticos de objetividad/subjetividad/figuras retóricas/léxico utilizado… y extraer unas conclusiones. (2 PUNTOS)

-          Procedimientos de objetividad: (Propias de los textos expositivos y la función referencial)
o   Ausencia de 1ª persona del singular en verbos, pronombres o determinantes
o   Oraciones enunciativas (todas lo son)
o    Construcciones atributivas:fueron nuestra más alegre compañía”  “son ya también especies amenazadas” “ha sido analizado” .
-          Procedimientos de subjetividad (Propia de los textos argumentativos y la función expresiva/conativa)
o   1ª persona del plural, para incluir al lector. Se refiere a “nosotros los seres humanos”: “sabemos” “persistimos” “éramos”.
o   Adjetivos valorativos: “alegre” “sumisos” “tremendo” “miserable”.
o    Léxico connotativo: “vértigo” “chapuza” “angustiarnos” “dolor”
-          Figuras retóricas
o   NO hay recursos literarios destacables. NO aparece voluntad de estilo manifiesta, en el sentido de que no hay función poética: al autor le interesa más el contenido del mensaje que la forma de expresarlo.
o   Encontramos solo algunos:
§  Enumeraciones con asíndeton:  “las mariposas, los saltamontes, los grillos”
§   Metonimia (el efecto por la causa): “El dolor de los terremotos y huracanes”.
§  Personificación: “Cada vez más sumisos al asfalto y al teléfono móvil”
-          Léxico utilizado, registro lingüístico:
o   Coloquialismos y modismos: “poner las barbas a remojar”, “apabulla” “rimbombancia”
o   Registro formal estándar que incluye léxico del ámbito de la civilización y de la ecología, pues son aspectos que se contraponen: “extinción”, “especies”, “fenómenos naturales” / “cables” “Teléfono móvil “ “PIB”. Además de palabras del ámbito de las catástrofes, que el autor da a entender que es lo que espera a la humanidad: “cataclismo” “tsunami” “huracanes”.
-          Conclusiones: Es un fragmento de un texto periodístico de opinión más largo, titulado “Otoño” y publicado en El país. No parece una columna literaria pues las columnas son más breves y además el texto no presenta demasiados elementos literarios. Sin embargo, el hecho de que no se indique la profesión del autor sugiere que es un colaborador habitual con un espacio fijo en el periódico. Predomina la subjetividad sobre la objetividad. El punto de vista del autor es defensa de la ecología, lo que parece acorde con la línea editorial del periódico conde está publicado el artículo.
-          El modo de elocución es claramente argumentativo aunque, más que convencer,  pretender afianzar las ideas y dar argumentos a unos lectores que tienen ya una conciencia ecológica clara. Alerta de los peligros de la civilización respecto al planeta y culpa a la especie humana de su posible la destrucción.

3 – Valoración personal del tema y de la forma de exponerlo/defenderlo. (1 PUNTO)
Opinar sobre si realmente los seres humanos están destruyendo el planeta. Poner ejemplos al respecto. Opinar sobre el tono utilizado. Si os parece exagerado o no y por qué. Aportar alguna solución al problema que plantea el autor o alguna reflexión personal.

4 – Define y pon un ejemplo extraído del texto de los siguientes mecanismos semánticos de cohesión (1,5):
a)       Correferencia. Mecanismo de sustitución: una palabra se sustituye por otra que, sin ser sinónimo, se refiere a lo mismo en un contexto dado:” Ser humano/hombre” o “ser humano / superviviente”
b)      Un hiperónimo y su hipónimo. Especies / mariposas
c)       Campo semántico. Fenómenos naturales: tsumani, huracán, vendaval, terremotos

5- Tipo y función de las subordinadas subrayadas (1,5)
a)      Por muchas ambiciones con que el ser humano se pinte a sí mismo, no pasa de ser un mero superviviente. Sub Adj. CN “ambiciones”
b)      Instalados en un vértigo tecnológico que apunta a la inmortalidad . Sub adj. CN “vértigo tecnológico”
c)       Olvidándonos de que cuando uno de esos fenómenos nos visita el hombre se hace hormiga pisoteada sin esfuerzo. Sub Sust. CRV
d)      Basta escuchar con atención a los líderes mundiales para comprender. Sub Sust. Sujeto.
e)      Parecemos imbuidos de una seguridad en nosotros mismos. Sub adj. Atributo

TEXTO B

Tenían tan bien fundada su reputación de gente buena, que nadie les hizo caso.
«Pensamos que eran vainas de borrachos», declararon varios carniceros, lo mismo que Victoria Guzmán y tantos otros que los vieron después. Yo había de preguntarles alguna vez a los carniceros si el oficio de matarife no revelaba un alma predispuesta para matar un ser humano. Protestaron: «Cuando uno sacrifica una res no se atreve a mirarle los ojos». Uno de ellos me dijo que no podía comer la carne del animal que degollaba. Otro me dijo que no sería capaz de sacrificar una vaca que hubiera conocido antes, y menos si había tomado su leche. Les recordé que los hermanos Vicario sacrificaban los mismos cerdos que criaban, y les eran tan familiares que los distinguían por sus nombres. «Es cierto -me replicó uno-, pero fíjese que no les ponían nombres de gente sino de flores.»
Faustino Santos fue el único que percibió una lumbre de verdad en la amenaza de Pablo Vicario, y le preguntó en broma por qué tenían que matar a Santiago Nasar habiendo tantos ricos que merecían morir primero.
-Santiago Nasar sabe por qué -le contestó Pedro Vicario.
Faustino Santos me contó que se había quedado con la duda, y se la comunicó a un agente de la policía que pasó poco más tarde a comprar una libra de hígado para el desayuno del alcalde. El agente, de acuerdo con el sumario, se llamaba Leandro Pornoy, y murió el año siguiente por una cornada de toro en la yugular durante las fiestas patronales. De modo que nunca pude hablar con él, pero Clotilde Armenta me confirmó que fue la primera persona que estuvo en su tienda cuando ya los gemelos Vicario se
habían sentado a esperar.
Clotilde Armenta acababa de reemplazar a su marido en el mostrador. Era el sistema habitual. La tienda vendía leche al amanecer y víveres durante el día, y se transformaba en cantina desde las seis de la tarde. Clotilde Armenta la abría a las 3.30 de la madrugada. Su marido, el buen don Rogelio de la Flor, se hacía cargo de la cantina hasta la hora de cerrar. Pero aquella noche hubo tantos clientes descarriados de la boda, que se acostó pasadas las tres sin haber cerrado, y ya Clotilde Armenta estaba levantada más temprano que de costumbre, porque quería terminar antes de que llegara el obispo.
Gabriel García Márquez, Crónica de una muerte anunciada.



6 – Análisis de los personajes subrayados con el fragmento. Comenta sus intervenciones en el fragmento y/o su participación en la novela. (1,5)

-Victoria Guzmán: Cocinera de la casa de Santiago Nasar. El padre de Santiago abusó sexualmente de ella y luego la puso de cocinera en su casa. Odia profundamente a Santiago por el rencor que guarda hacia Ibrahim Nasar, el padre de Santiago ya fallecido. Teme que Santiago quiera abusar también sexualmente de su hija, Divina Flor, futo de una relación posterior de Victoria. En el primer capítulo le mostró el cuchillo ensangrentado con el que destripaba conejos para advertirle que no iba a consentir que se propasase con su hija. Tiró las tripas de los conejos a los perros, lo que el propio Santiago entendió como un funesto presagio de lo que le pasaría a él, cuando los perros querían comerse sus propios intestinos cuando entró herido de muerte en la cocina después del ataque de los Vicario. Fue cómplice indirecto del asesinato pues mintió a la madre de Santiago al decirle que Santiago estaba dentro de casa. Con ello consiguió que la madre de Santiago cerrara la puerta a su propio hijo cuando trataba de huir de los asesinos, pues creyó que quien llamaban eran estos. En el fragmento, se resalta como Victoria, lo mismo que otros que secretamente deseaban la muerte de Santiago, no alertaron de que los Vicario querían matar a Santiago, con la excusa de que “eras vainas de borrachos”, es decir, bravuconadas que no había que tomar en serio.

-          Pablo Vicario: Unos minutos mayor que su hermano gemelo, Pedro.  Al ser el mayor, no va al servicio militar para mantener a la familia, pues su padre Poncio Vicario está senil y casi ciego.  Como su hermano, es matarife profesional. En esta profesión se centra el fragmento pues el cronista entrevista a varios carniceros, que desmienten que a pesar de su profesión los Vicario tuvieran instintos asesinos.
Casi todos los carniceros defienden a los Vicario afirmando que todo el mundo los consideraba buenas personas, incapaces de asesinar a nadie. Incluso alguno afirma tenían tan buenos sentimientos que uno de ellos le habían dicho que “No sería capaz de comer una vaca que hubiera conocido antes”. Cuando el cronista hace ver la evidencia de que mataban cerdos que ellos mismos criaban, uno de los carniceros le da una respuesta absurda: Les recordé que los hermanos Vicario sacrificaban los mismos cerdos que criaban, y les eran tan familiares que los distinguían por sus nombres. «Es cierto -me replicó uno-, pero fíjese que no les ponían nombres de gente sino de flores.». Pablo Vicario era el que menos decidido estaba de cometer el crimen, aunque cuando su hermano flojeaba a causa de sus dolencias urinarias, él le volvió a convencer. Pablo tenía novia formal. Después de salir de la cárcel, donde estuvieron poco tiempo, se casó y se fue con su madre y su hermana Ángela al pueblo cercano de Manaure. Se dedicó entonces a continuar con el oficio de orfebre del padre.
-          Pedro Vicario. Aunque era unos minutos menor que su hermano, se comporta como el mayor. Es el más decidido de los dos, el que pregunta a Ángela quién la había deshonrado y el que toma primero la decisión de matar a Santiago. No siempre había sido el más decidido. Volvió cambiado del ejército a donde fue a cumplir el servicio militar. Padece una enfermedad venérea que le hace sufrir mucho cuando intenta orinar. En un momento dado flojea y su hermano le convence para no desistir del asesinato de Santiago. Después de salir de la cárcel, se reengancha al ejército y no se vuelve a saber de él. De alguna forma, ambos hermanos son un personaje dual que se empujan el uno al otro a cometer un crimen que en realidad ninguno quiere llevar a cabo. En el fragmento se aprecia que es el que contesta cuando Faustino Santos le pregunta la razón para matar a Santiago, zanja el tema con una bravuconada tajante: “Él sabe por qué”, con lo que da a entender que a nadie más le tiene que importar el motivo.
-          Clotilde Armenta: Es la dueña del único establecimiento que está abierto durante toda la noche y a donde se dirigen los Vicario para esperar a Santiago y matarlo. Está en un lugar estratégico, en la plaza del pueblo, y desde allí esperan sentados a que pase Santiago. Lo ven pasar cuando se dirige al puerto al recibir al obispo pero deciden esperar para matarlo cuando regrese a su casa. La tienda que Clotilde Armenta y su marido regentan funciona como lechería, tienda de comestibles y cantina, como se aprecia en el fragmento. El acontecimiento de la llegada del obispo y la fiesta de la boda de Ángela y Bayardo, explican que pase tanta gente por la tienda de madrugada. Clotilde hace todo lo posible para evitar el crimen, alertando a todo el que pasa por su establecimiento para que prevengan a Santiago y a su madre, pero por la fatalidad o por la complicidad de los vecinos, los avisos de Clotilde no llegan nunca a sus destinatarios y no consigue impedir el crimen.
-Santiago Nasar: La víctima. En el fragmento, Pedro Vicario dice que “el sabe por qué” lo van a matar pero realmente no sabe nada y es el último en enterarse. En la novela se da a entender que fue víctima de una falsa acusación de Ángela Vicario y que todo el pueblo sabía que era inocente pero que nadie hizo nada por él. En parte porque lo enviaban por ser rico, como se menciona en el fragmento y en parte porque la gente asumía el código del honor que obligaba a los Vicario a lavar la honra con sangre, sin importar si realmente Santiago era culpable de lo que le acusaban. También Santiago es víctima de la fatalidad, pues hubo personas que quisieron ayudarlo, como Clotilde Armenta o el agente de policía, pero que finalmente por distintas razones no pudieron impedir el crimen.

7 – Técnica narrativa en el fragmento y relación con la técnica de la obra. Pon ejemplos de tus afirmaciones extraídos del fragmento (1,5)
-          Narrador: Cronista (cuenta lo que le dicen otros) testigo (cuenta lo que él mismo vio), a veces con enfoque omnisciente (cuenta detalles o pensamientos de los personajes que no tendría por qué saber). En el fragmento el narrador que se manifiesta es únicamente narrador cronista: no fue testigo de los hechos que refiere, sino que se limita a reproducir lo que le dicen los testigos, sin incluir pensamientos o comentarios que no tenía que conocer. Utiliza la 1ª persona, pero para referirse a él mismo como quien hace las preguntas.
o   Ej: “Uno de ellos me dijo” “otro me dijo” “declararon”
Lo minucioso de los datos del horario de la tienda de Clotilde Armenta, los nombres y apellidos de los entrevistados, se relaciona con el género de la crónica periodística. Sin embargo, a veces, como ocurre en el fragmento, exagera deforma literaria el detallismo como cuando se refiere a la muerte del policía:
El agente, de acuerdo con el sumario, se llamaba Leandro Pornoy, y murió el año siguiente por una cornada de toro en la yugular durante las fiestas patronales, de forma que nunca pude hablar con él”
No encontramos enfoque omnisciente en el fragmento. Salvo quizá cuando se dice:  que “Faustino Santos fue el único que percibió una lumbre de verdad en la amenaza de Pablo Vicario”
-          Punto de Vista: en el fragmento predomina la objetividad, pues se limita a reproducir textualmente las palabras de los testigos, en este caso los carniceros y Clotilde Armenta. Trata de recoger testimonios de todo tipo, a favor o en contra de los asesinos. De ahí que recoja las declaraciones contradictorias de quienes no se tomaron en serio las amenazas de los Vicario (la mayor parte de los carniceros) y quiénes sí lo hicieron (Faustino Santos y Clotilde Armenta). En el fragmento se menciona también el sumario como fuente de información para el cronista.
-          Sin embargo, a veces incluye su opinión personal sobre los personajes pues, aunque no presenció el crimen, sí conocía a los que participaron en él. En este fragmento da a entender que conocía personalmente y que apreciaba al marido de Clotilde cuando se refiere a él como “el buen Rogelio de la Flor”.
-          Espacio: Un pueblo sin nombre del Caribe, con puerto fluvial. Se suele identificar con Sucre, el pueblo de García Márquez, aunque es un lugar imaginario y literario. Es un pueblo pequeño donde se conocen todos los vecinos, como se aprecia en el fragmento. En el fragmento se menciona que el local de Clotilde Armenta era frecuentado por todo el pueblo pues tenía varios usos distintos y abría las 24 horas del día. El obispo llega el barco y la gente va al puerto a recibirlo, incluido Santiago Nasar que se viste de gala para la ocasión aunque el obispo, como anunció la madre de Santiago, no llegó a bajar del barco. La tienda de Clotilde Armenta está en un lugar estratégico en la plaza del pueblo, donde también está la casa de Santiago y la puerta principal de la casa donde finalmente es asesinado.
-           
-          Tiempo. El fragmento se sitúa cronológicamente 27 años después del crimen, cuando el cronista visita el pueblo, su pueblo, para tratar de averiguar lo que ocurrió realmente y la implicación de cada uno de los vecinos en la tragedia. El tiempo externo del crimen se situaría sobre los años 50 y la reconstrucción del crimen coincidiría aproximadamente con la redacción de la novela -que se publicó a principio se los 80-. García Márquez entremezcla realidad y ficción pues está recreando literariamente un crimen que ocurrió en su pueblo sobre la época de los sucesos de la novela. Y va aún más allá al incluirse a sí mismo y a sus familiares entre los personajes. La reconstrucción del crimen es no obstante absolutamente literaria, no pretende ser fiel a los hechos reales y está cargada de elementos fantásticos y de realismo mágico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario