1.1.-
Contexto histórico y social
Bécquer vive en la 2ª
mitad del siglo XIX. Esta había sido una época de grandes cambios en toda
Europa, especialmente a causa del desarrollo
de la industria y el capitalismo. Las grandes industrias se instalan en las
ciudades, en donde se va agrupando una nueva clase obrera que emigra de las
zonas rurales en busca de trabajo y que empezará a organizarse para luchar por
sus derechos y conseguir unas condiciones de trabajo más dignas.
Paralelamente al
desarrollo de este movimiento proletario, surgen nuevas teorías políticas: el liberalismo, el socialismo utópico y
el comunismo. El Manifiesto Comunista publicado por Marx y Engels en 1848,
propugna una revolución en el terreno social y económico que se desarrollará en
los últimos años del siglo XIX.
Las ciencias y la técnica progresan de forma
extraordinaria, sobre todo en
Física y Medicina. Las teorías de Darwin, publicadas en su obra El origen de las especies en 1859,
provocan un enorme debate pues cuestionan, con argumentos científicos, la idea
de la Creación divina del mundo y originan una importante corriente de
agnosticismo y ateísmo hasta entonces desconocida.
Se desarrollan también
los nacionalismos, el sentimiento
patriótico de los pueblos y la defensa de sus peculiaridades lingüísticas,
culturales e históricas. En España, empiezan a cobrar fuerza el nacionalismo
vasco, catalán y gallego.
Bécquer nace en 1836,
cuando sólo hace tres años que ha muerto Fernando VII, un rey absolutista al
que en general suele considerarse el peor
rey de toda la historia de España. Fernando VII había nombrado sucesora a
su hija Isabel II, todavía una niña, lo que ocasiona una serie de conflictos bélicos (las guerras
carlistas) que durarán varias décadas, y que enfrentarán a los partidarios de
Isabel –isabelinos o liberales- y los
partidarios de Carlos, hermano de
Fernando VII, los llamados carlistas o
tradicionalistas, que defienden un modelo de gobierno absolutista y cuentan
con el apoyo de parte de la Iglesia y de los grupos nacionalistas. Isabel II
sube al trono en 1843, tras un periodo de regencias.
En 1868, una revolución popular conocida como La gloriosa, destrona a Isabel II y
proclama una nueva Constitución, en 1869. En esta revolución es donde se pierde
e primer manuscrito de las Rimas, que
Bécquer había entregado para su publicación a un ministro cuya casa fue
saqueada. Bécquer fallece en diciembre
de 1870, cuando aún no había llegado a España Amadeo I, un rey constitucional
que vino de Italia y cuyo reinado duró apenas dos años. Posteriormente se
proclamaría la I República y poco después se restauró la monarquía de los
Borbones en la persona del hijo de Isabel II, Alfonso XII, entonces también un
niño de corta edad.
Bécquer, aunque dirigió
por un breve periodo de tiempo el periódico El
Contemporáneo, de orientación conservadora, nunca se involucró en asuntos
políticos, pues estuvo siempre más preocupado por cuestiones artísticas y
literarias.
1.2.-
Contexto literario
A Bécquer se le suele
adscribir dentro del posromanticismo, pues aunque se formó literariamente en la
lectura de los poetas románticos, escribió toda su obra en la segunda mitad del
siglo XIX, periodo en el que el Romanticismo como movimiento literario se encontraba
en decadencia en España y había desaparecido prácticamente en toda Europa.
1.2.1.-
El Romanticismo.
Movimiento
cultural que se desarrolla en toda Europa durante aproximadamente la primera mitad del siglo XIX, aunque en
España llegó de forma tardía y algo desvirtuado. Se trataba de una corriente
que se oponía a los valores morales y estéticos vigentes. El individualismo, la
rebeldía contra todo tipo de normas, la defensa de la libertad absoluta, la
necesidad de huir de una realidad hostil y el pesimismo más exacerbado, son sus
características más representativas.
Bécquer asume algunos de
los temas y formas propios del Romanticismo, sin embargo su obra se aparta de
este movimiento en muchos aspectos y asimila por el contrario algunas
características propias de la poesía de su época, de un intimismo más sencillo,
menos exaltado y en ambientes más cotidianos.
1.2.2.- Características
del Romanticismo y su presencia
en la obra de Bécquer:
·
Individualismo, rebeldía, culto a la libertad y
pesimismo. El héroe romántico es
un ser solitario e incomprendido y enormemente pesimista, que no encuentra su
lugar en un mundo que le resulta hostil y del que siente la necesidad de huir.
o
Este tipo de
personajes está más presente en algunas de las leyendas de Bécquer. Si bien más
en los aspectos pesimistas que en los rebeldes.
o
El yo poético de las Rimas aparece también a menudo con bastantes semejanzas al héroe
romántico: alguien solitario, incomprendido, desorientado y pesimista, para
quien la realidad resulta siempre dolorosa.
·
Atracción por lo misterioso, lo irracional, lo
inexplicable, lo fúnebre, la muerte, los cementerios, los aparecidos…
o
Algunas de
las Rimas, sobre todo las del último
bloque temático se centran en la muerte y lo que conlleva. Además, lo inexplicable
y misterioso constituye en sí mismo la Poesía, según expresa el propio Bécquer
en la rima IV.
o
Los temas de
casi todas las Leyendas responden a
esta atracción.
·
Gusto por el pasado como forma de huida de la realidad, especialmente
la Edad Media.
o
Muchas de las
leyendas de Bécquer están situadas en esta época. Si bien las rimas se centran más en los sentimientos
íntimos y cotidianos.
·
Estilo retórico, efectista y exagerado, con profusión de adjetivos, palabras esdrújulas,
interrogaciones y exclamaciones retóricas, antítesis violentas.
o
Esta
característica formal es la que más aparta
a Bécquer del Romanticismo y le acerca más a la poesía sencilla y
directa de sus contemporáneos, como Rosalía de Castro y Campoamor.
1.2.2.-
Movimientos literarios que se dan en España en la 2ª mitad del s. XIX:
Ø El
Realismo. Es el movimiento
literario vigente en la época en que Bécquer escribe -2ª mitad del XIX- Este
movimiento tiene relevancia especialmente en la novela y trata de reproducir la
realidad de la forma más objetiva posible. Este objetivismo en la novela, va
acompañado de una evolución coincidente en el teatro y la lírica.
Ø La
“poesía prosaica”, como se ha
denominado a la poesía que predomina en esta época en España. Se trata de una
poesía que se aleja de las exaltaciones románticas, tanto en el fondo como en
la forma. Se caracteriza por los temas cotidianos y por la sencillez en la
expresión.
o
El
representante más importante de este tipo de poesía, que tuvo cierta influencia
en Bécquer fue Ramón de Campoamor (Asturias, 1817 – Madrid 1901) y sus Doloras.
§ Las Doloras de
Campoamor son unos poemas muy breves y sencillos, de expresión directa, que
intentan condensar en pocos versos un pensamiento, a menudo no demasiado
profundo: En este mundo traidor / nada es
verdad ni mentira; / todo es según el color / del cristal con que se mira.
Las rimas más breves de Bécquer se
semejarían a ellas en cierta medida.
Ø El
Posromanticismo o Romanticismo intimista, se sitúa en España en la 2ª mitad del siglo XIX y sus máximos
representantes son Gustavo Adolfo Bécquer y Rosalía de Castro. Tradicionalmente
se catalogó a estos dos poetas como “posrománticos”, sin embargo, la altísima
calidad literaria de ambos, su gran genio creador, y la enorme trascendencia
que tuvieron en poetas posteriores, hacen que sea injusto considerarles meros
continuadores de un movimiento poético en decadencia. De este modo, resulta más
apropiado considerarlos representantes del Romanticismo intimista español
puesto que, aunque ambos asumen algunas características del Romanticismo, lo
hacen una forma diferente, incorporando rasgos propios de su época, como son la
sencillez expresiva y la contención en la expresión de sentimientos.
Por otra
parte, los dos pueden ser considerados precursores de otros movimientos. De este
modo, Bécquer podría ser un precedente del Simbolismo en la poesía y Rosalía, la iniciadora de la nueva poesía en
lenguas vernáculas.
1.2.3.-
Influencias que se perciben en las Rimas
Ø La
poesía de los románticos españoles (especialmente Espronceda). Sin embargo, Bécquer se aparta del retoricismo
romántico, del lenguaje efectista y exagerado y busca la sencillez en la
expresión. La presencia romántica se da más bien en dos niveles:
§ Predominio de los
sentimientos pesimistas, la melancolía, el anhelo de una felicidad
imposible, la fuerza del destino, el Amor, vivido como un ideal inalcanzable,
que sume al poeta en un estado de frustración, desengaño y desolación.
§ También aparece en las Rimas la Naturaleza como marco y como reflejo de los sentimientos del
poeta; especialmente como fuerza arrolladora y salvaje, imposible de dominar,
que simboliza el destino adverso (olas gigantes, huracán, tempestad…).
Ø Los
poetas románticos alemanes, como
Heine, a los que Bécquer conoció a través de traducciones; sobre todo en cuanto
a la asimilación de la filosofía idealista de Hegel.
Ø Las Doloras de Campoamor (de las
que ya hemos hablado): expresión sencilla, breve y directa, concisión. Especialmente
en las rimas más breves.
Ø La
poesía popular –especialmente la
andaluza-, de donde toma la métrica de algunas de sus rimas (coplas, seguidillas, romancillo) además de la rima asonante,
y los recursos de repetición y paralelismos.
1.2.-
Gustavo Adolfo Bécquer. Vida y obra.
1.2.1.-
Datos biográficos de Gustavo Adolfo Bécquer (1836 – 1870)
Su verdadero nombre era Gustavo Adolfo Domínguez
Bastida –Bécquer era el apellido de unos antepasados alemanes que también
utilizaron para firmar sus obras su padre y su hermano, ambos pintores-. Nació
en Sevilla y quedó huérfano de padre y madre con sólo 9 años. A los 18 años se
traslada a Madrid, junto a su hermano Valeriano al que siempre estuvo muy
unido. Busca el éxito literario y se gana la vida como periodista. Se casa con
Casta Esteban, con la que tiene dos hijos, pero el matrimonio se separa a los
pocos años, al perecer a causa de una infidelidad de ella. Muere en Madrid a
los treinta y cuatro años, a causa de
una enfermedad pulmonar, sin haber publicado en vida más que algunas rimas y
leyendas sueltas. Su temprana orfandad, su espíritu idealista e introvertido,
sus fracasos amorosos, sus problemas económicos se manifiestan en una obra
llena de intimismo y sensibilidad.
1.2.2.-
Obras
Las Rimas recogen toda la producción poética de Bécquer. Fueron publicadas
póstumamente por los amigos del poeta a partir de un manuscrito titulado Libro de los gorriones. Las Leyendas
son una colección de relatos de ambientación romántica que fueron publicadas en
vida del autor en distintas publicaciones periódicas. Además, Bécquer escribió Cartas
desde mi celda y Cartas
literarias a una mujer, obras ambas en prosa y próximas al género
ensayístico, en las que desarrolla parte de su teoría poética y expresa sus
ideas acerca del arte y la literatura.
1.2.3.-
Contextualización de las Rimas
en la obra de Bécquer.-Su
creación pertenece ya al Romanticismo tardío o Posromanticismo, pues escribió
en pleno auge del realismo. No le gustaba nada esa nueva literatura tan
preocupada por mantenerse fiel a la realidad, pero tampoco la lírica del primer
romanticismo (la poesía exaltada de Espronceda). Bécquer se inspira en la
lírica alemana y escribe una poesía intimista, que expresa emociones hondamente
sentidas por el poeta. Son los suyos poemas breves, dotados de gran
musicalidad, sencillos y parcos en ornamento. Cultiva una poesía que él mismo
denomina “breve y seca”, en
oposición a la “pomposa”, que no busca seducir con su armonía y hermosura, sino
rozar el alma del lector y sugerirle emociones. Bécquer es un poeta intimista y reflexivo cuya creación es
la culminación del proceso de interiorización característico del Romanticismo.
Poética de Bécquer: “Hay una poesía magnífica y sonora; una poesía
hija de la meditación y del arte, que se engalana con todas las pompas de la
lengua, que se mueve con una cadenciosa majestad, habla a la imaginación,
completa sus cuadros y la conduce a su antojo por un sendero desconocido, seduciéndola
con su armonía y su hermosura. Hay otra natural, breve, seca, que brota del
alma como una chispa eléctrica, que hiere el sentimiento con una palabra y
huye, y desnuda de artificio, desembarazada dentro de una forma libre,
despierta, con una que les toca, las mil ideas que duermen en el océano sin
fondo de la fantasía”. De estas dos, la segunda es la que Bécquer cultiva y
establece como “síntesis de su poesía”.
Su producción lírica representa una proporción
escasa respecto a su obra en prosa; sin embargo, ha marcado la trayectoria de
la lírica moderna, y su huella está muy presente en poetas del siglo XX : no en
vano, se le considera a la cabeza de la poesía contemporánea.
1.2.4.-
Influencia de Bécquer en los poetas posteriores
Ø Simbolismo. Como ya hemos mencionado, se adelanta a los
simbolistas (fines del XIX principios del XX) al utilizar imágenes tomadas de
la naturaleza como símbolos que expresan estados de ánimo difíciles de expresar
con palabras: el símbolo evoca, sugiere en el lector las emociones que el poeta
pretende transmitir.
Ø Poetas
modernistas y de la generación del 98 tan importantes y trascendentes a su vez comoRubén Darío, Antonio Machado,
Miguel de Unamuno o Juan Ramón Jiménez.
Ø Generación
del 27, Fue una gran influencia
para los poetas de la generación del 27,
sobre todo Pedro Salinas y Luis Cernuda.
Ø También influyó en poetas de la segunda mitad del siglo XX como Luis Rosales y Gabriel
Celaya. Se podría decir que su influencia pervive hasta hoy en día, pues sigue
siendo una de los poetas más leídos de la literatura en lengua española.
Ø Su influencia no se limita a la poesía escrita en
España, pues influyó también muchísimo en
poetas Latinoamericanos (Rubén Darío, Pablo Neruda, Gabriela Mistral y
otros muchos.