miércoles, 29 de abril de 2020

COMENTARIO MODELO "CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA"


SOLUCIÓN DEL COMENTARIO SOBRE CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA



TEXTO 1

Al cabo de pocos minutos ya no me pareció tan envejecida como a primera vista, sino casi tan joven como en el recuerdo, y no tenía nada en común con la que habían obligado a casarse sin amor a los 20 años. Su madre, de una vejez mal entendida, me recibió como a un fantasma difícil. Se negó a hablar del pasado, y tuve que conformarme para esta crónica con algunas frases sueltas de sus conversaciones con mi madre, y otras pocas rescatadas de mis recuerdos. Había hecho más que lo posible para que Ángela Vicario se muriera en vida, pero la hija le malogró misma los propósitos, porque nunca hizo ningún misterio de su desventura. Al contrario: a todo el que quiso oírla se la contaba con sus pormenores, salvo el que nunca se había de aclarar: quién fue, y cómo y cuándo, el verdadero causante de su perjuicio, porque nadie creyó que en realidad hubiera sido Santiago Nasar. Pertenecían a dos mundos divergentes. Nadie los vio nunca juntos, y mucho menos solos. Santiago Nasar era demasiado altivo para fijarse en ella. «Tu prima la boba», me decía, cuando tenía que mencionarla. Además, como decíamos entonces, él era un gavilán pollero. Andaba solo, igual que su padre, cortándole el cogollo a cuanta doncella sin rumbo empezaba a despuntar por esos montes, pero nunca se le conoció dentro del pueblo otra relación distinta de la convencional que mantenía con Flora Miguel, y de la tormentosa que lo enloqueció durante catorce meses con María Alejandrina Cervantes.

GABRIEL GARCÍAMÁRQUEZ, Crónica de una muerte anunciada.

1.       [1,5 PUNTOS] Localización del fragmento en la estructura interna y externa de la obra.
- Estructura externa: La obra consta de cinco capítulos –o partes- sin numeración y sin título en los que el narrador-cronista-testigo realiza una investigación detallada de los sucesos del crimen, veintisiete años después de cometido. En su tarea de reconstrucción de los hechos, el narrador juega con diversos planos temporales, despliega una amplísima panorámica de puntos de vista y alterna su voz con breves intervenciones de personajes entrevistados, a modo de una crónica periodística. Todo ello supone un complejo montaje en el que cada capítulo gira sobre un eje argumental de la historia, que se va completando poco a poco en los siguientes capítulos, de modo que, aunque desde el principio sabemos que el lo que ocurre, no conoceremos todos los datos hasta el final.  El fragmento a comentar se sitúa en el capítulo cuarto, que se centra en los hechos posteriores al asesinato, desde el momento de la autopsia a las entrevistas con los supervivientes de la tragedia, veintisiete años después. Esta parte sería por tanto cronológicamente posterior a todas las demás. Tras la autopsia, se describe el entierro, el encarcelamiento, juicio y posterior liberación de los asesinos, y lo que fue de Bayardo y Ángela. La reconciliación de los esposos, años después, supondría un paradójico final feliz, pues los causantes de la muerte llegan a perdonarse y disfrutar de su amor, en tanto que Santiago muere.
-Estructura interna. El fragmento da cuenta de una entrevista que mantuvo el narrador cronista con Ángela Vicario y su madre veinte años después del asesinato de Santiago. Para entonces, ambas se han ido a vivir a un pueblo cercano, junto con Pablo Vicario y su esposa. Ángela para entonces ha cambiado mucho, se dedica a bordar profesionalmente y ha conseguido olvidar todo lo ocurrido.  El fragmento es muy importante porque se centra en resaltar lo poco probable de la acusación de Ángela, que costó la vida a Santiago Nasar y arruinó su matrimonio con Bayardo San Román.
“nadie creyó que en realidad hubiera sido Santiago Nasar. Pertenecían a dos mundos divergentes”
 Ángela es ahora una mujer madura y segura de sí misma que toma sus decisiones. El cronista da a entender que Ángela mintió al acusar a Santiago, sin embargo, aunque tiene superado todo lo que ocurrió, no quiere contar quién fue el verdadero causante de la pérdida de su virginidad. Poco después del fragmento, Ángela contará al cronista que justo después de que su madre le diera aquella paliza en la noche de bodas, sintió que estaba enamorada de Bayardo y durante años, no dejó de acosarlo con cartas de amor hasta que consiguió que él volviera con ella.

2.       [1,5 PUNTOS] Tema o temas del fragmento en relación con los temas de la obra.

En el fragmento apreciamos el tema fundamental de la obra: el código del honor que exige la muerte de Santiago Nasar, sin que importe que fuera probablemente inocente de la acusación de Ángela. El honor –la honra, entendida como consideración social de una familia- es un tema de larga tradición en la literatura española, especialmente en el teatro nacional de Lope de Vega y Calderón de la Barca, pero también, por ejemplo, en La casa de Bernarda Alba de García Lorca. Según las estrictas leyes del código del honor, la honra de la familia descansa  fundamentalmente en la decencia sexual de las mujeres, que deben llegar vírgenes al matrimonio. Los hombres de la familia deben cuidar de la honra de las mujeres. Si la mujer es soltera, la vigilancia, defensa y venganza en su caso de la honra manchada, recae en el padre o los hermanos, como ocurre en la familia Vicario, pues el padre -Poncio Vicario- está muy viejo y casi ciego. La única forma de lavar la honra manchada es el matrimonio o la muerte del culpable. En el caso de Ángela Vicario, al no haberse consumado el matrimonio, el marido no se hace cargo de la honra de su mujer, pues ha sido manchada antes de la boda. Ángela queda inútil para el matrimonio, pues ya está formalmente casada, y deshonrada. Pra reparar la deshonra ante los convecinos, sus hermanos -pues el padre está físicamente imposibilitado- deben matar a quien ella acusa como culpable.
En el fragmento, Ángela se refiere a la pérdida de su honra con eufemismos como “desventura” o “perjuicio”, pues la vergüenza del deshonor, SEGÚN LAS CONVENCIONES SOCIALES,  le impide referirse directamente a aquel hecho. A pesar de que los hermanos de Ángela vengaron la honra de su hermana matando a Santiago, el peso de la deshonra es tal que impide que la familia Vicario siga viviendo en el mismo pueblo. La deshonra sigue planeando sobre la familia a pesar de todo, esto se aprecia en el fragmento en el hecho de que Pura Vicario no haya perdonado a su hija el haber deshonrado a la familia y arruinado un ventajoso matrimonio con Bayardo. Veinte años después sigue empeñada en que su hija sea desgraciada, como se aprecia en el fragmento:

“Había hecho más que lo posible para que Ángela Vicario se muriera en vida”
Sin embargo, no lo consigue porque Ángela siente que con la paliza que le dio su madre ya pagó la culpa que pudiera haber tenido y no siente ninguna vergüenza pro su situación:
“ pero la misma hija le malogró los propósitos, porque nunca hizo ningún misterio de su desventura. Al contrario: a todo el que quiso oírla se la contaba con sus pormenores, salvo el que nunca se había de aclarar: quién fue, y cómo y cuándo, el verdadero causante de su perjuicio, porque nadie creyó que en realidad hubiera sido Santiago Nasar
De este modo, como apreciamos en el fragmento, el lector siempre se queda con la duda -porque así lo quiere García Márquez- de si fue realmente Santiago Nasar quien desvirgó a Ángela. Poco importa en realidad si fue él o no, pues lo que la novela pretende precisamente es subrayar lo absurdo de ese código social que es capaz de traer la desgracia a tres familias por algo que podría parecer intrascendente, al menos en las sociedades occidentales y que se centra en lo que puedan pensar gentes a las que en realidad poco debería importar la vida íntima de los demás.
salvo el que nunca se había de aclarar: quién fue, y cómo y cuándo, el verdadero causante de su perjuicio, porque nadie creyó que en realidad hubiera sido Santiago Nasar.
Como queda claro en el fragmento, no era probable que Santiago y Ángela hubieran tenido ninguna relación:
nadie creyó que en realidad hubiera sido Santiago Nasar. Pertenecían a dos mundos divergentes. Nadie los vio nunca juntos, y mucho menos solos. Santiago Nasar era demasiado altivo para fijarse en ella. «Tu prima la boba», me decía, cuando tenía que mencionarla.
3. [1,5 PUNTOS] Técnica narrativa en el fragmento y relación con la técnica de la obra.

Las técnicas narrativas son los recursos que utiliza un narrador para construir un relato de ficción. Tendremos en cuenta a este respecto cuatro aspectos: narrador, punto de vista de la narración, construcción del espacio y tiempo dentro de la narración. La caracterización de los personajes se estudiará en otro apartado. A continuación analizaremos el uso de estas técnicas narrativas en el fragmento a comentar, y su relación su utilización en la obra en general.



Tipo de narrador y punto de vista narrativo
La novela simula una crónica periodística, pero la persona narrativa que se utiliza es la primera, pues se trata de unos hechos en los que participó como testigo y actor secundario el propio cronista, que García Márquez identifica conscientemente con su propia persona.
En el fragmento se aprecia claramente este narrador cronista y testigo indirecto de los hechos (autobiográfico), pues la narración se plantea desde la primera persona. El narrador-cronista describe sus impresiones acerca de Ángela en el momento de la entrevista con ella, más de veinte años después de los hechos, y compara a esta
Ángela ya madura con el recuerdo de la joven que él conoció;
“Al cabo de pocos minutos ya no me pareció tan envejecida como a primera vista, sino casi tan joven como en el recuerdo, y no tenía nada en común con la que habían obligado a casarse sin amor a los 20 años. “
En el fragmento se aprecia también este narrador testigo cuanto aporta sus recuerdos personales acerca de la opinión de Santiago Nasar sobre Ángela Vicario:
 “Tu prima la Boba”, me decía cuando tenía que mencionarla.
Podemos ver también en el fragmento como recoge los testimonios de su propia madre -Luisa Santiaga- que participa en la ficción como personaje secundario, estableciéndose así un juego entre la realidad y la ficción.
“Su madre, de una vejez mal entendida, me recibió como a un fantasma difícil. Se negó a hablar del pasado, y tuve que conformarme para esta crónica con algunas frases sueltas de sus conversaciones con mi madre, y otras pocas rescatadas de mis recuerdos.”
Apreciamos también en el fragmento la condición de cronista del narrador, pues el relato no se establece solo desde sus apreciaciones personales, de los comentarios de sus familiares o de sus propios recuerdos, sino que también, como un cronista periodístico se entrevista con los testigos de los hechos. En el fragmento a comentar, se refiere a la opinión de los vecinos, como el sentir general de todo el pueblo:
“nadie creyó que en realidad hubiera sido Santiago Nasar”(…)” Nadie los vio nunca juntos, y mucho menos solos” ”nunca se le conoció dentro del pueblo otra relación distinta de la convencional que mantenía con Flora Miguel”…
No obstante, no se trata de una crónica periodística real y el narrador a menudo adopta un enfoque omnisciente –sabe cosas que no tendría por qué saber un cronista-. En el fragmento a comentar no aparece este enfoque omnisciente, salvo quizás cuando menciona:
“la tormentosa (relación) que lo enloqueció durante catorce meses con María Alejandrina Cervantes.”
Pues el narrador parece conocer los sentimientos profundos de Santiago Nasar hacia Maria Alejandrina.

Punto de vista de la narración
            Como hemos visto al analizar el tipo de narrador, el relato de Crónica se estructura desde un continuo entrecruzamiento de los puntos de vista del narrador, ya como narrador, ya como personaje secundario, ya como informador –cronista de los testigos, de los protagonistas, de las fuentes escritas- lo que otorga a Crónica la clara condición de novela multiperspectivista.
            En el fragmento a comentar, como ya hemos mencionado al hablar del tipo de narrador, encontramos los siguientes puntos de vista narrativos:
·         Apreciaciones y recuerdos del cronista y de su madre.
·         Testimonio de la propia Ángela Vicario 27 años después
·         Las opiniones de los vecinos.
El espacio narrativo fundamental se concentra en un pueblo de Colombia que no se nombra voluntariamente, pero que podría ser Sucre –lugar en el que tuvieron lugar los hechos reales en los que se inspira el autor-, aunque nunca se cita el nombre en la obra. Se trata por tanto de un lugar con pretensiones de realidad, pero cuyo nombre se quiere ocultar, probablemente para darle una dimensión mítica, irreal. Este hecho contribuiría al carácter de crónica periodística, pero preservando la dimensión literaria del relatoSe citan otros lugares reales: Manaure (lugar al que se retiran Ángela y su madre tras la deshonra) y  el penal de Riohacha (lugar de reclusión de los hermanos Vicario tras el asesinato de Santiago Nasar hasta que son absueltos.).
En el fragmento, la entrevista con Ángela Vicario se produce en Manaure, que es el pueblo cercano al que Ángela se va a vivir con su madre después de la tragedia.

El tratamiento del tiempo tiene en la novela importancia tan decisiva como el punto de vista. Es de gran complejidad y habría que distinguir dos aspectos: el ordenamiento temporal del relato y la duración de los hechos narrados.
El ordenamiento temporal destaca por la alinealidad, el flujo irregular del tiempo del discurso, en círculos, anticipando o retrocediendo con el empleo de recuerdos (flash-back) o anticipaciones constantes, a veces presentando sucesos simultáneamente.
El fragmento a comentar se sitúa veintisiete años después de que ocurrieran los hechos, cuando el cronista decide investigar para reconstruir lo que realmente ocurrió. El momento concreto de la entrevista no queda sin embargo del todo clara, pues el narrador fue recabando alguna información durante esos más de 20 años. Un poco antes del fragmento a comentar, el cronista menciona que se entrevistó con Bayardo San Román 23 años después de la boda. Asimismo, menciona conversaciones con Pedro Vicario después de salir de la cárcel, aunque para en el momento de la investigación ya había muerto.  
Sin embargo, en la segunda parte del fragmento, cuando habla de Santiago Nasary su relación con las mujeres, el cronista se refiere a hechos que habrían ocurrido antes del crimen.
En cuanto al tiempo externo, el narrador dice haberle propuesto a Mercedes Barcha “que se casara conmigo… tan como ella misma me recordó cuando nos casamos catorce años después”. García Márquez se casó con Mercedes en 1958, por lo que los hechos sucederían en 1944. No hay que tomar al pie de la letra este hecho pues los hechos reales en los que se basa la “Crónica…” tuvieron lugar en los años 50, más o menos treinta años antes de que esta se escribiera, lo que daría verosimilitud al hecho de que el cronista tratara de recomponer la historia años después- No hay en cualquier caso referencias temporales concretas, por lo que lo más acertado parece situarla historia en un tiempo mítico, similar al espacio mítico en que se situaría.


4. [1,5 PUNTOS] Funciones del lenguaje presentes en el texto; procedimientos lingüísticos.

-          Función poética. Es la principal al tratarse de un texto literario. Se manifiesta en:
o   El hecho de que lo que se relata es una ficción construida a través de unos hechos y unos personajes inventados. Aunque, inspirada en hechos reales, la historia, los diálogos y la mayor parte de los personajes son inventados.
o   Uso de recursos literarios y evidente voluntad de estilo:
§  Símil “Me recibió como a un fantasma difícil”
§   Metáfora: rescatadas de mis recuerdos”
§  Paradoja: “para que Ángela Vicario se muriera en vida”
§  Polisíndeton: “quién fue, y cómo y cuándo
§  Hipérboles: “cortándole el cogollo a cuanta doncella sin rumbo empezaba a despuntar por esos montes”

-          Función expresiva o emotiva: Este fragmento en concreto está narrado desde el punto de vista del narrador cronista, que incluye opiniones y apreciaciones personales. La función expresiva se relaciona con la subjetividad y se manifiesta en los siguientes procedimientos:
o   Primera persona del singular, en verbos pronombres y deteminantes: me pareció, mis recuerdos, tuve que conformarme
o   Primera personal del plural, mediante la que el cronsita se incluye como uno más de los vecinos del pueblo: “como decíamos entonces”
o   Adjetivos valorativos: “altivo” referido a Santiago Nasr. “Convencional” y “tormentosa” respecto a las relaciones amorosas de Santiago.
o   Coloquialismos: “gavilán pollero” “cortándole el cogollo”

-  Función referencial: Se relaciona con la objetividad. En el fragmento está también presente puesto que el narrador cronista da por hecho que lo que está contando ocurrió realmente. Se manifiesta en los siguientes procedimientos:

-          Oraciones enunciativas
-          Verbos en modo indicativo
-          Uso mayoritario de la tercera persona en la narración


5  [2 PUNTOS] Análisis sintáctico global del siguiente fragmento:


Había hecho más que lo posible para que Ángela Vicario se muriera en vida, pero la misma hija le malogró los propósitos, porque nunca hizo ningún misterio de su desventura.


Enunciado oracional compuesto por dos proposiciones principales coordinadas adversativas entre sí por la conjunción “pero”, cada una de ellas con sus propias subordinadas.
La primera Proposición principal: “Había hecho” Está formada únicamente por el núcleo verbal e incluye dos subordinadas:
Una Subordinada adverbial comparativa, con el verbo sobreentendido por ser el mismo de la principal “que lo posible”. Está introducida por la conjunción “que” sin función sintáctica.
 Una subordinada adverbial finalPara que Ángela se muriera en vida”. El núcleo verbal es la forma pronominal “se muriera” y está introducida por la locución conjuntiva “para que”.

La segunda Proposición principal, coordinada a la anterior, es “La misma hija le malogró los propósitos” Su núcleo verbal es “malogró”.
Incluye a su vez una subordinada Adverbial causalporque nunca hizo ningún misterio de su desventura” cuyo núcleo verbal es “hizo” y que está introducida por la conjunción causal “porque”.

6. [1,5 PUNTOS] Estilo de la obra: aplicación razonada al fragmento.

Para analizar el estilo, tanto de la obra como del fragmento, tendremos en cuenta cuatro aspectos: la concepción del autor sobre el género literario adoptado, el uso del lenguaje, las figuras retóricas o recursos literarios y los modos narrativos utilizados.

Concepción del autor sobre el género literario.
Como ya hemos visto al hablar de la técnica, García Márquez integra elementos procedentes de distintos géneros: Crónica periodística real, que el domina por sus inicios como periodista, Novela policíaca que investiga y reconstruye los detalles de un crimen. Además, el autor utiliza técnicas narrativas novedosas, (como la ruptura con la linealidad temporal (flash back), y el multiperspectivismo) y elementos del Realismo mágico (integración de elementos maravillosos en lo cotidiano: lo onírico, lo exagerado, lo maravilloso. Esta característica y la anterior son comunes con la mayor parte de la narrativa del “boom” hispanoamericano.
En el fragmento apreciamos entremezclados elementos de la crónica periodística y de la novela policiaca pues, como ya mencionamos al hablar del tipo de narrador y su punto de vista, está reconstruyendo un crimen a través de los testimonios de las personas que tuvieron implicación en el mismo.
 Apreciamos también la mezcla de tiempos narrativos, ya que en el fragmento se entremezclan dos tiempos: el momento de la entrevista con Ángela 27 años después del crimen y el tiempo en que Santiago Nasar todavía estaba vivo, al referirse a sus relaciones con las mujeres. NO encontramos en este fragmento elementos de realismo mágico.
En cuanto al uso del lenguaje. En la novela el lenguaje es sencillo y directo, aunque cargado de cierto simbolismo y fuerte dramatismo. En cada línea, el autor transmite al lector un sinfín de sensaciones. Incluye además muchos americanismos y coloquialismos propios de Colombia.
En el fragmento encontramos dos expresiones coloquiales, que según el propio narrador formaban parte de la forma de hablar del pueblo (“como decíamos entonces”: “gavilán pollero” y “cortándole el cogollo” para referirse a hacer perder la virginidad a una joven.
El humor es otro de sus rasgos característicos, que la otra dimensión a la línea trágica de la obra, y en ocasiones aparece mezclado con la ironía. Aunque en este fragmento no se aprecia esta característica.
Figuras retóricas: (las vimos dentro de las funciones del Lenguaje)
§  Símil “Me recibió como a un fantasma difícil”
§   Metáfora: rescatadas de mis recuerdos”
§  Paradoja: “para que Ángela Vicario se muriera en vida”
§  Polisíndeton: “quién fue, y cómo y cuándo
§  Hipérboles: “cortándole el cogollo a cuanta doncella sin rumbo empezaba a despuntar por esos montes”

Modos narrativos. Narración y descripción son los modos narrativos o formas de presentación del universo de ficción de la novela.
- Diálogo (que traslada el nivel de expresión oral entre personajes) no tienes tanta importancia y aparecen de modo fragmentario.
En el fragmento aparece solo una intervención muy breve en estilo directo, entrecomillada: “Tu prima la Boba” para recoger de forma literal la opinión de Santiago Nasar respecto de Ángela Vicario.
 -Descripción, destaca la descripción visual con mezcla de elementos estáticos y dinámicos.
En este fragmento, se describe de forma muy sucinta e impresionista a Ángela Vicario, comparando su carácter y su físico con el recuerdo que de ella tenía el cronista. También se aprecia una descripción de la relación de Santiago Nasar con las mujeres, recogiendo el punto de vista del propio cronista y de los testigos.
Narración: El fragmento en cuestión es más descriptivo que narrativo pues la historia no avanza, sino que se centra en cómo eran los personajes principales de la tragedia:
Ángela y Santiago y lo poco probable de las acusaciones de Ángela


TEXTO 2
 
Bayardo San Román, el hombre que devolvió a la esposa, había venido por primera vez en agosto del año anterior: seis meses antes de la boda. Llegó en el buque semanal con unas alforjas guarnecidas de plata que hacían juego con las hebillas de la correa y las argollas de los botines. Andaba por los treinta años, pero muy bien escondidos, pues tenía una cintura angosta de novillero, los ojos dorados, y la piel cocinada a fuego lento por el salitre. Llegó con una chaqueta corta y un pantalón muy estrecho, ambos de becerro natural, y unos guantes de cabritilla del mismo color. Magdalena Oliver había venido con él en el buque y no pudo quitarle la vista de encima durante el viaje. «Parecía marica -me dijo-. Y era una lástima, porque estaba como para embadurnarlo de mantequilla y comérselo vivo.» No fue la única que lo pensó, ni tampoco la última en darse cuenta de que Bayardo San Román no era un hombre de conocer a primera vista. La noche en que llegó dio a entender en el cine que era ingeniero de trenes, y habló de la urgencia de construir un ferrocarril hasta el interior para anticiparnos a las veleidades del río. Al día siguiente tuvo que mandar un telegrama, y él mismo lo transmitió con el manipulador, y además le enseñó al telegrafista una fórmula suya para seguir usando las pilas agotadas. Con la misma propiedad había hablado de enfermedades fronterizas con un médico militar que pasó por aquellos meses haciendo la leva. Le gustaban las fiestas ruidosas y largas, pero era de buen beber, separador de pleitos y enemigo de juegos de manos. Un domingo después de misa desafió a los nadadores más diestros, que eran muchos, y dejó rezagados a los mejores con veinte brazadas de ida y vuelta a través del río. Mi madre me lo contó en una carta, y al final me hizo un comentario muy suyo: «Parece que también está nadando en oro».

7. [1,5 PUNTOS] Análisis de los personajes subrayados en el fragmento.
Bayardo San Román, el marido burlado. Es todavía un mejor partido que Santiago. Un hombre guapo e inmensamente rico, que viene de fuera, no se sabe muy bien a qué, pero cuyo único cometido parece ser venir a casarse con Ángela. Dado que la situación económica de la familia Vicario no era muy boyante, se convierte así en toda una suerte para la familia, una especie de lotería que hace que la desgracia que supone el hecho de que devuelva a la novia la noche de bodas adquiera unas dimensiones trágicas, especialmente para la madre, que era quién más orgullosa se sentía de la boda que había logrado para su hija.
El fragmento a comentar supone la presentación de este personaje. En él se le caracteriza como forastero que nadie conoce, un hombre joven y guapo, sociable, inteligente y muy rico. El hecho de que nadie sepa nada de él aumenta su atractivo y misterio.
“Llegó en el buque semanal” “Dio a entender que era ingeniero de trenes” “Parece que también está nadando en oro”
 La primera parte de la descripción es física, resaltando la impresión favorable que suscitó en las mujeres, no solo por lo guapo que era sino también por lo bien que vestía.
“Tenía una cintura angosta de novillero, los ojos dorados, y la piel cocinada a fuego lento por el salitre” “Llegó con una chaqueta corta y un pantalón muy estrecho, ambos de becerro natural, y unos guantes de cabritilla del mismo color”.
La segunda parte del fragmento se centra en la impresión favorable que causó también en los hombres, pues parecía saber de todo, sin resultar pedante:
“habló de la urgencia de construir un ferrocarril hasta el interior para anticiparnos a las veleidades del río. Al día siguiente tuvo que mandar un telegrama, y él mismo lo transmitió con el manipulador, y además le enseñó al telegrafista una fórmula suya para seguir usando las pilas agotadas. Con la misma propiedad había hablado de enfermedades fronterizas con un médico militar que pasó por aquellos meses haciendo la leva.”
Además, se integró inmediatamente en el pueblo, participando de fiestas y competiciones deportivas. No solo sabía de todo, sino que además era un buen compañero de fiestas y un gran deportista:
Le gustaban las fiestas ruidosas y largas, pero era de buen beber, separador de pleitos y enemigo de juegos de manos. Un domingo después de misa desafió a los nadadores más diestros, que eran muchos, y dejó rezagados a los mejores con veinte brazadas de ida y vuelta a través del río.”
Ángela Vicario, la esposa devuelta, es la hija menor de una familia modesta. En el momento en que Bayardo San Román llega al pueblo, que es en el que se sitúa el fragmento, tiene veinte años. Su padre, Poncio Vicario, era orfebre de pobres que había perdido la vista, así que del negocio se encargaba su hijo mayor, Pablo. Su madre, Purísima del Carmen la tiene continuamente vigilada y no se le ha conocido nunca ningún novio. No puede salir nunca sola a la calle y suele ir vestida de negro. No es una joven excesivamente guapa ni llamativa, aunque se menciona que era la más guapa de sus hermanas. El narrador se refiere a ella como “pobre” de espíritu, en el sentido de que tampoco era una joven con un carácter que la hiciera especialmente atractiva. Esto hace que a todos resulte sorprendente que Bayardo la elija como esposa. Más tarde veremos como no es lo que parece, pues aunque acepta casarse con Bayardo por obligación, decide arruinar el matrimonio al no ocultarle a su marido que no era virgen. También cuando condena a muerte a Santiago Nasar al acusarlo a sus hermanos y cuando decide recuperar el amor de Bayardo y no para de acosarlo hasta que lo consigue.
Magdalena Oliver. Es una vecina del pueblo que solo aparece en dos ocasiones, con una participación muy limitada. Supone una individualización de los vecinos, más concretamente de las mujeres del pueblo. El hecho de que el autor le dé nombre y apellido está determinado por la intención de simular una crónica periodística auténtica. También porque el cronista era un vecino de un pueblo pequeño donde todos se conocen, como prueba el hecho de que todos asistieran más tarde a la boda. Magdalena en este fragmento cumple la función de dar voz a las mujeres el pueblo, en cuanto a la opinión que merece Bayardo: es la primera que lo ve y se fija solo en su aspecto exterior. El cronista recoge una expresión coloquial de ella que se centra en lo bueno que está: “estaba como para embadurnarlo de mantequilla y comérselo vivo”. Además, añade más adelante que “no fue la única que lo pensó”. Con ello, el cronista consiga que la impresión que causó Bayardo en las mujeres no venga aportada desde el punto de vistas de un hombre, sino que recoge el testimonio directo de una mujer que representa a la mayoría de las vecinas.

“Mi madre”. Es la madre del cronista, Luisa Santiaga. Fue la madrina de Santiago Nasar y por eso le pusieron su nombre. Es una mujer con mucho sentido común que parece conocer el alma de todos los vecinos y enterarse de todo. El cronista respeta muchísimo su opinión y la cita muchas veces como fuente de información para su crónica. En este fragmento se ve como no se deja embaucar por Bayardo y desconfía de él. Cuando el cronista dice que era una expresión “muy suya” decir que estaba “nadando en oro” se refiere a que era aguda e irónica. Paradójicamente, aunque se entera siempre de todo, no consigue enterarse a tiempo de que los Vicario querían matar a Santiago. Cuando se entera intenta impedirlo avisando a la madre de Santiago pero ya resulta demasiado tarde.

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