CORRECCIONES
EXAMEN “DELACIÓN” Y RÉQUIEM
Delación
Existe
un catálogo de odios humanos según el grado de su refinamiento y perfidia. El
más intenso es el odio teológico, que se produce entre sectas religiosas. Por
la distinta interpretación de una sola palabra revelada a un profeta han sido
degollados millones de creyentes. Al de los teólogos le sigue el odio entre
eruditos e historiadores, capaces de los peores navajazos personales en su
disputa acerca del número de sandalia que calzaba Alfonso X el Sabio. En tercer
lugar, está el odio entre poetas, artistas y escritores, que va desde el
pellizco de monja a la insidia más ruin. Este odio
suele ser, a veces, tan melifluo que es difícil distinguirlo de la envidia. El
odio libera, pero la envidia ata. Por eso su mezcla es explosiva. La envidia es el único vicio que no produce placer. Se
trata de un gen muy doloroso, asentado en el hígado, que puede
llevarte a cometer grandes felonías y sólo por eso está catalogado como
pecado capital, aunque no se trata de un pecado sino de una enfermedad
amarilla. La calumnia y la puñalada por la espalda son los remedios clásicos,
que el portador de ese gen utiliza para sacudirse de encima el sufrimiento por
el bien ajeno. El niño chivato del colegio, el empleado soplón de la empresa,
el confidente de la policía de bajos, fondos se mueven en un estrato
psicológico en el que la envidia todavía duele. Pero existe
un nivel más profundo de la perfidia, allí donde la envidia, el odio y el
fanatismo se unen, ocupado por la figura del delator político, quien llega a
creer que la traición, junto con el veneno, es el arte protagonista de la
historia. Con la húmeda suavidad del reptil, sus palabras se deslizan hasta el
oído del inquisidor. No espera recompensa. Después de la delación se siente
bien pagado por el bálsamo muy dulce que le invade todos sus cartílagos con
sumo placer hasta el fondo de los sentidos.
MANUEL VICENT EL PAÍS, DOMINGO, 2 de
noviembre de 2008
1 - Tema y estructura del texto (1 punto)
Tema: La delación política como la forma más
abyecta del odio, la envidia y el fanatismo.
Estructura: Externa, un solo párrafo con
título que destaca la palabra clave del tema del texto. Interna, 3 partes:
-Línea 1-8: Descripción de los distintos de
odio a lo largo de la Historia. (Desde el principio a “ … es difícil
distinguirlo de la envidia”)
-Línea 8-16: Análisis de la delación como
expresión del odio sumado a la envidia: busca el daño de la persona envidiada,
aunque se pueden experimentar sentimientos de culpa. (Desde “El odio libera,
pero la envidia ata” hasta “en el que la envidia todavía duele”.)
-Línea 12-Final: La Delación política, como
forma de expresión de los más bajos instintos, pues suma el fanatismo al odio y
la envidia. Busca arruinar al envidiado sin ni siquiera dejar remordimientos en
el delator.
Puesto que la tesis está al final, y se llega
a ella tras una reflexión, la estructura es de tipo inductivo.
2 – Comenta con ejemplos extraídos del
texto los procedimientos lingüísticos relevantes (objetividad – subjetividad –
léxico utilizado -recursos literarios etc.) y establece unas conclusiones en
relación con el tipo de texto y el modo o modos de elocución. (2)
-
Procedimientos
de objetividad: Se trata de un texto muy subjetivo, pues
expresa una reflexión personal en torno a lo que motiva a una persona a delatar
a otra para causarle un mal, sin embargo encontramos algunos indicadores de
objetividad, relacionados con la función
referencial. Esto se debe a que el tono utilizado por el autor es de
una reflexión con un enfoque científico, como un estudio expositivo, desapasionado y objetivo, sobre el odio, la envidia y la delación. El
autor observa estos sentimientos como algo ajeno a él, como un entomólogo que
observara un insecto. Los procedimientos de objetividad que encontramos son los
siguientes:
o
Ausencia
absoluta de la 1ª o la 2ª persona, tanto
en verbos como en pronombres o determinantes.
o Predominio del Modo Indicativo en los verbos, que en su mayoría aparecen en
Presente de Indicativo con valor Universal o Gnómico.
o
Abundancia
de construcciones atributivas, con verbos copulativos, habitual en definiciones
y textos científicos: “El más intenso es el odio
teológico” “Por eso su mezcla es explosiva.” “La envidia es el único vicio que
no produce placer”
o
Oraciones
enunciativas: todas las del texto
lo son (no hay interrogativas, exclamativas, desiderativas o dubitativas).
-
Procedimientos
de Subjetividad. A presar de esos
indicadores de objetividad, el texto es, como hemos dicho, una reflexión
personal, y muy dolida, sobre esos sentimientos tan negativos que pueden llevar
a las personas a hacer daño a sus semejantes, sin que ni siquiera se sientan
por ello culpables. Los procedimientos de subjetividad se relacionan sobre todo
con el uso de un léxico connotativo, adjetivos valorativos y el recurso a la
ironía:
o Léxico connotativo, predominantemente sustantivos abstractos
relacionados con la maldad de las personas: odio, perfidia, envidia, vicio,
pecado, insidia, felonías, calumnia, fanatismo, traición. O que sugieren
personas malvadas: confidente, delator, inquisidor.
o
Ironía:
la presencia destacada de términos científicos relacionados con la medicina, si bien usados en sentido metafórico: gen,
hígado, remedio, enfermedad”. Su uso es irónico pues, evidentemente, la envidia
no es una enfermedad.
o
Hipérbole
humorística: “La disputa acerca del número de sandalia que calzaba Alfonso X
el Sabio”. Está exagerando la trivialidad de algunas discusiones eruditas
o
Coloquialismos
o modismos (expresiones populares)
para referirse también, de forma metafórica, a la maldad y a los malvados:
“pellizco de monja” “puñalada por la espalda” “veneno”.
o
Adjetivos
valorativos: “melifluo” “chivato” “soplón”
-
Recursos
literarios. Relacionados con la función poética y conativa, con intención de convencer o persuadir.
Además de la hipérbole, ironía a que nos hemos referido, encontramos las
siguientes:
o
Símil: “Con la húmeda suavidad del reptil”
o
Metáfora: “Sus palabras se deslizan al oído del
Inquisidor”
o
Alegoría: De la envidia como una enfermedad. Parte de
la metáfora y la desarrolla con los términos médicos a que nos hemos referido.
“El bálsamo muy dulce que invade todos sus cartílagos” sería una metáfora
relacionada con la alegoría a que nos acabamos de referir: si la envidia es una
enfermedad, la delación sería una medicina, un remedio, un bálsamo que la
aliviaría.
-
Conclusiones:
o
Respecto
al tipo de texto: columna literaria
pues, aunque está publicada en un periódico, trata un tema filosófico y
universal, como es la maldad humana, de forma reflexiva. No es un mero artículo
de opinión sobre una noticia de actualidad puntual. Presenta además voluntad de
estilo que se manifiesta en el uso de recursos literarios. Manuel Vicent es un
colaborador habitual del periódico, con un espacio fijo y con unos lectores
habituales que le conocen, por lo que no es necesario precisar su condición de
“escritor”.
o
Respecto
al modo de elocución. Se trata de
un texto expositivo-argumentativo pues trata de convencer de una tesis -la
delación política como expresión del más alto grado de maldad – pero con
elementos propios de los textos expositivos. Se trata de manifestar su opinión
sobre la envidia, el odio y la delación como si fuera un texto científico: el
autor no se implica personalmente, al menos en apariencia.
3 - Valoración personal (1 punto)
4-
Tipo y función de los elementos subrayados (1,5)
a)
El odio libera, pero
la envidia ata.
Oración coordinada adversativa a la
siguiente.
b)
El más intenso es el odio teológico, que se produce
entre sectas religiosas.
Subordinada adjetiva explicativa,
CN de “odio”
c)
La envidia es el único vicio que no produce placer
Pronombre relativo. Sujeto de la
Subordinada adjetiva que introduce.
d)
Puede llevarte a cometer grandes felonías.
Subordinada sustantiva Complemento
de Régimen Verbal
e)
Este odio suele ser, a veces, tan melifluo que es
difícil distinguirlo de la envidia
Subordinada adverbial consecutiva
TEXTO 2
Se entretenía
mosén Millán con aquellas memorias para evitar oír lo que decían don Gumersindo
y don Valeriano, quienes hablaban, como siempre, sin escucharse el uno al otro.
Tres semanas después de la boda volvieron Paco y su mujer, y el domingo
siguiente se celebraron elecciones. Los nuevos concejales eran jóvenes, y con
excepción de algunos, según don Valeriano, gente baja. El padre de Paco vio de
pronto que todos los que con él habían sido elegidos se consideraban contrarios
al duque y echaban roncas contra el sistema de arrendamientos de pastos. Al
saber esto Paco el del Molino, se sintió feliz, y creyó por vez primera que la
política valía para algo. «Vamos a quitarle la hierba al
duque», repetía.
El resultado de
la elección dejó a todos un poco extrañados. El cura estaba perplejo. Ni uno
solo de los concejales se podía decir que fuera hombre de costumbres
religiosas. Llamó a Paco, y le preguntó:
-¿Qué es
eso que me han dicho de los montes del duque?
camino del camposanto...
Aquel que lo bautizara,
mosén Millán el nombrado,
en confesión desde el coche
le escuchaba los pecados.
RAMÓN J. SENDER, Réquiem
por un campesino español
5.- Sitúa el fragmento en la estructura
interna y externa de la obra: qué está pasando, que ha pasado antes y qué
relevancia tiene lo que ocurre en el conjunto. (1,5)
Estructura externa: La novela no está dividida en capítulos,
sino en secuencias que alternan el momento en que Mosén Millán espera a que
vengan los fieles para celebrar la misa de Réquiem y sus recuerdos de la vida y
muerte de Paco, ordenados secuencialmente.
Se intercalan además fragmentos de la vida y muerte de Paco a través de
un romance del monaguillo que acompaña a Mosén Millán durante la espera y que
aquel va recitando de forma desordenada.
Estructura interna: El fragmento a comentar
se sitúa en la segunda mitad de la
novela. Ya han llegado a la iglesia Don Gumersindo y Don Valeriano, D. Cástulo
ya había llegado. Mosén Millán recuerda el momento en que Paco empieza a
implicarse en Política y a expresar sus ideas revolucionarias. Antes de este fragmento, la novela se había centrado en la infancia
de Paco, su relación con Mosén Millán como monaguillo y el despertar de su
conciencia social tras la visita a un viejo moribundo que vivía en una cueva
con su anciana esposa. Después se relatan hechos de su primera juventud, las
relaciones de noviazgo con Águeda y su boda. Es de resaltar que, al viaje de
novios del que acaban de volver en el fragmento, han ido en el coche de Don
Cástulo, que luego servirá para llevar a Mosén Millán a confesarle poco antes
de que lo fusilen.
Después de este fragmento, Paco cada vez se implicará más en política.
Su padre es elegido alcalde pero don Valeriano, el antiguo alcalde, no quiere
aceptar los resultados y decide repetir las elecciones. Paco es el que se
presenta esta vez y será elegido alcalde. Eso marca su compromiso ya más serio
en Política, pues toma medidas en torno a la reforma agraria y se ganará con
ello la enemistad de los poderosos. Cuando los falangistas lleguen al pueblo y
devuelvan el poder al duque, inician una cruel represión contra los izquierdistas
y buscan a Paco para matarlo. Finalmente lo consiguen con la ayuda cómplice de Mosén
Millán.
El fragmento del romance que recita el monaguillo anticipa la
ejecución de Paco, y hace referencia al coche que sirvió para el viaje de
novios y para llevar a mosén Millán.
6.- Comenta las técnicas narrativas de la
obra a partir del fragmento. (1,5)
Narrador: 3ª persona omnisciente. Aunque en los episodios de los recuerdos de
Mosén Millán debería limitarse a lo que este pudo ver u oír, esto no siempre es
así. Por ejemplo, en el fragmento a comentar cuando se dice que “El padre de
Paco vio…” adopta un enfoque omnisciente pues de adentra en los pensamientos de
este. También ocurre un poco más adelante, cuando dice “Paco se sintió feliz”.
Punto de vista narrativo. En el fragmento se aprecian los tres puntos
de vista diferentes de la novela.
-
El
momento de la espera en la sacristía, centrado en lo que ve, oye o piensa Mosén
Millán Se entretenía mosén Millán con aquellas memorias para
evitar oír lo que decían don Gumersindo y don Valeriano.
-
Los acontecimientos de
la vida de Paco, en este caso relacionado con los cambios políticos del momento,
tras su boda. El punto de vista en esta parte se centra por una parte en lo que
pensaban Paco y su padre de aquello, y lo que pensaba Mosén Millán.
-
El romance que recita
el monaguillo, que anticipa del momento de la ejecución y relaciona la
culpabilidad de Mosén Millán con el uso del coche de don Cástulo y la gran
traición cometida contra Paco, al que él mismo había bautizado. En el romance,
que representa la voz del pueblo, Mosén Millán aparece como cómplice de la
muerte de Paco.
Espacio. En el fragmento aparecen tres espacios,
que se relacionan con los puntos de vista que acabamos de mencionar. El primer
espacio es la sacristía, un espacio cerrado de la iglesia donde Mosén
Millán se refugia. El segundo espacio es el pueblo, una aldea del Alto
Aragón que simboliza en la novela a la España predominantemente campesina del
momento; la intervención del Paco diciendo “Vamos a quitarle la hierba al
duque” hace alusión a una España latifundista y atrasada, que necesita
urgentemente de una reforma agraria. El
tercer espacio está en el romance: el camposanto,
el cementerio a las afueras del pueblo donde llevan a Paco y sus compañeros
`para ser ejecutados. Es un espacio triste, nocturno, donde se desarrolla la
escena más cruel de la novela.
Tiempo: Tres tiempos narrativos. Los hechos narrados
en el romance se refieren a los momentos previos a la ejecución de Paco, es
decir 1936, pues se da a entender que Paco fue fusilado al principio de la
guerra civil. Sin embargo, el romance es recitado por el monaguillo mientras se
espera la misa de Réquiem que fue un año después de la muerte de Paco, es decir
en 1937. Finalmente, los recuerdos de Mosén Millán se situarían en el momento
de las elecciones, tras la proclamación de la República en 1931, poco después
del viaje de novios de Paco, es decir
cinco años antes de la muerte de Paco. La novela presenta dos tiempos
narrativos, la espera de Mosén Millán que dura una media hora donde no ocurre
nada, y la vida y muerte de Paco a través de los recuerdos del cura. Ese
periodo recordado duraría unos 25 años, que son los que tendría Paco al morir.
.
7 - Estilística de las formas verbales de
las 9 primeras líneas (Desde el principio a “. «Vamos a quitarle la hierba al duque», repetía. “ (1,5 p.)
Se entretenía mosén Millán con aquellas memorias para evitar oír
lo que decían don Gumersindo y don Valeriano, quienes hablaban,
como siempre, sin escucharse el uno al otro. Tres semanas después de la
boda volvieron Paco y su mujer, y el domingo siguiente se celebraron
elecciones. Los nuevos concejales eran jóvenes, y con excepción de
algunos, según don Valeriano, gente baja. El padre de Paco vio de pronto
que todos los que con él habían sido elegidos se consideraban
contrarios al duque y echaban roncas contra el sistema de arrendamientos
de pastos. Al saber esto Paco el del Molino, se sintió feliz, y creyó
por vez primera que la política valía para algo. «Vamos a quitarle
la hierba al duque», repetía.
Introducción:
contenido del fragmento y relación con el modo de discurso.
El
fragmento es narrativo, aunque primer enunciado del fragmento se refiere al
momento en que Mosén Millán espera en la sacristía, por lo que no hay ningún
tipo de acción. El resto del fragmento relata los resultados de las primeras
elecciones democráticas en el pueblo y la esperanza de Paco de que las cosas
empiecen a cambiar en el pueblo.
Persona
verbal: Todos los verbos están en 3ª persona del singular, como corresponde
a un narrador omnisciente. Solo aparece la 1ª persona del plural en la
intervención dialogada de Paco. Se refiere a él mismo y al resto de los
campesinos.
Verbos
por su significado: Verbos de habla, relacionados con la conversación en la
iglesia entre Don Valeriano y Don Gumersindo (oír, escucharse, hablaban,
decían), y en la intervención dialogada de Paco (Repetía)En el resto del
fragmento encontramos verbos de acción en la parte propiamente narrativa
(volvieron, se celebraron, habían sido elegido) y también de opinión, en
relación con los resultados de las elecciones (vio, se consideraban, se sintió,
creyó, saber)
Tiempos
verbales
MODO
INDICATIVO. Todos los verbos están en Modo Indicativo. Es el modo que se
utiliza para referirse a acciones que ocurren, ocurrieron o van a ocurrir en el
futuro. Se relaciona con la función referencial puesto que se entiende que son
hechos objetivos. El narrador omnisciente da por hecho que lo que cuenta
ocurrió realmente.
El
eje temporal de la narración es el Pasado, sin embargo, distinguimos varios
tipos de pasado:
Pretérito
Imperfecto de Indicativo: Se refiere a acciones del pasado pero con aspecto
imperfectivo, esto es, sin mencionar el final.
Tienen un sentido durativo: se utilizan para referirse a acciones
que se prolongan en el tiempo (Se entretenía, decía, hablaban, se
consideraban), descriptivo
(eran) o que se repetían en el pasado, con un sentido reiterativo
(hablaban, repetía)
Pretérito
Perfecto Simple: Expresa acciones pasadas y terminadas, con aspecto
perfectivo. Se utiliza habitualmente en las narraciones para relatar la
sucesión de los hechos narrados. (volvieron, se celebraron, vio, se sintió,
creyó)
Pretérito
Pluscuamperfecto de Indicativo. Expresa acciones pasadas y terminadas en
relación a otras también pasadas y terminadas, expresadas en pretérito perfecto
simple: Habían sido elegidos, se refiere a un hecho anterior al momento
en que el Padre de Paco vio que eran contrarios al duque.
Presente
de Indicativo. Solo en el diálogo, pues los diálogos se construyen siempre
sobre el eje del presente. El Presente se refiere a momento de la alocución,
pero tiene límites imprecisos y adquiere distintos valores. En este caso la
perífrasis incoativa “vamos a quitarle“ le da al presente un valor de futuro
inmediato.
FORMAS
NO PERSONALES: NO tienen modo, persona ni tiempo, pero sí aspecto pefectivo
o imperfectivo. Solo aparecen infinitivos en este fragmento.
Infinitivos:
Se refiere a la acción en desarrollo, con aspecto imperfectivo. Los
infinitivos son sustantivos verbales: tienen significado verbal poro funcionan
como núcleos de subordinadas sustantivas (evitar, oír, escucharse)
CONCLUSIONES:
SE trata de un fragmento narrativo en el que se relatan unos acontecimientos
(celebración de elecciones) y las opiniones que esos resultados merecen a los
personajes. La persona gramatical predominante es la tercer del singular y se
alternan verbos de acción y opinión. En la primera parte del texto, donde se
presenta a Mosén Millán recordando en posición estática, predominan los verbos
en pretérito imperfecto con sentido durativo, en tanto que en el relato de acontecimientos
alterna el pretérito perfecto simple, que es el tiempo propio de la narración,
con el imperfecto, para referirse a acciones prolongadas o repetidas. El único
presente está en la intervención dialogada de Paco, que usa la 1ª personal del
plural para referirse a sus intenciones respecto a las tierras del Duque.
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