jueves, 22 de noviembre de 2018

"El Feminismo, una moda" de Melania Salazar


El feminismo, una moda…
El feminismo engloba diversos movimientos que demandan igualdad entre hombres y mujeres en todos los ámbitos de la vida personal y social. (…) Obviamente, en los países desarrollados el nivel de igualdad es muy elevado, pero ¿sigue existiendo el machismo? Por supuesto, cualquier mujer que viva en España y haya salido alguna vez a la calle, trabajado o visto la tele, sabe que, si bien la mujer goza en nuestro país de igualdad jurídica, en el ámbito social y económico aún queda camino por andar. Ahora bien, la gran cuestión es cómo va a evolucionar la lucha por la igualdad si se deja en manos de políticos y «políticas» que buscan el voto rápido, fácil y manchan de ideologías políticas dicha lucha. El primer y alarmante resultado ha sido que no todas las mujeres somos iguales. Así, si no eres de una determinada ideología política, fundamentalmente progresista de izquierdas (aunque habría que discutir mucho sobre si lo son) da igual cualquier ataque machista que sufras, la mayoría de las mujeres (progresistas de izquierdas) no van a protestar contra ello. El feminismo siempre ha estado fundamentado en la solidaridad femenina, en esa red tejida a lo largo de los siglos. Esto ha dado poder a la mujer y se basa en que, aunque no piense como tú o incluso tú seas una mujer de ideas machistas (que las hay y bastantes), si te agreden de cualquier forma por el hecho de ser mujer, yo reacciono contra ello: en el trabajo, en la vida doméstica, en mi día a día, a nivel micro, sin que haya titulares ni periódicos, reacciono. Además, ahora resulta que si eres azafata de F1 cosificas a la mujer, pero si eres actriz o presentadora de televisión, hagas lo que hagas, no, y da igual los estándares de belleza profundamente dañinos que perpetúas. Las primeras no son tan libres como las segundas de ponerse lo que quieran y trabajar en lo que quieran, ¿por qué? Pues no tengo ni idea, supongo que solo lo que dicen ciertas mujeres es lo que vale, verdades absolutas incuestionables y si no estás de acuerdo, te conviertes automáticamente en machista y facha. La máxima preocupación que me surge es ¿no llevamos luchando desde el siglo XV para tener la libertad de elegir nuestros trabajos y qué hacer con nuestros cuerpos? Y si hay personas que piensan que estos causan un perjuicio o cosifica a la mujer, ¿no tenemos libertad para seguir realizándolos?, ¿de dónde viene este recorte de libertades para aquellas mujeres que no hacen lo que otras dicen o simplemente no comulgan con sus ideas?, ¿del progresismo?
Melania Salazar*. 4 de marzo 2018. Diario de Córdoba
* Profesora de Economía. Universidad Loyola Andalucía
1. [1 punto] Esquema del contenido del fragmento.
1. Persistencia del machismo en países desarrollados.
                        1.1. Igualdad jurídica
                        1.2. Desigualdades ámbitos social y económico

            2. Falta de respuesta efectiva en la política actual
                        2.1 Interés solo por el voto fácil
                        2.2 Manipulación política del feminismo
2.2.1.- Discriminación de las mujeres por su ideología
2.2.2.- Defensa únicamente de las mujeres de izquierdas

            3. Inexistencia de auténtico feminismo solidario con todas las mujeres
3.1 Necesidad de reacción ante agresiones, sin importar la ideología
            3.2 Ejemplos de manipulación ideológica del feminismo actual
                        3.2.1.- Arbitrariasacusaciones de machismo a mujeres
                        3.2.2.-Descalificaciones a quienes piensa diferente


            4. Recorte de libertades a las mujeres por el propio movimiento feminista

2. [2 puntos] Tipología textual (género y modo de elocución). Justificación con elementos lingüísticos relevantes.
En cuanto al tipo de texto, nos encontramos ante un texto no literario, un artículo
periodístico de opinión, publicado en El Diario de Córdoba y firmado por Melania Salazar, una profesora de Economía de la Universidad Loyola en Andalucía. En todos los textos periodísticos de opinión, como su nombre indica, los autores expresan sus opiniones sobre temas de actualidad. Los artículos de opinión publicados en la prensa diaria en papel están destinados a un público muy general, aunque la ideología del articulista suele coincidir con laideología de los lectores, que a su vez está condicionada por la línea editorial del periódico. En este caso, la autora critica la manipulación del feminismo actual por los partidos políticos de izquierdas.
La autora no es escritora profesional ni colaboradora habitual del periódico, por lo que no está especialmente interesada en utilizar un estilo especialmente cuidado o literario, sino que se limita a opinar públicamente sobre un tema de gran actualidad, como es el nuevo feminismo y sus implicaciones sociales y políticas. Su estilo es apasionado, directo y ágil. Utiliza un registro formal estándar en el que domina la sencillez, sin recursos literarios, cultismos ni tecnicismos. No emplea tampoco coloquialismos, salvo las expresiones“machista” o “facha”, utilizada como ejemplo de descalificación ideológica a quienes no se proclaman progresistas o izquierdistas.
 La articulista habla solo como mujer, pero también como persona de cierta autoridad intelectual, pues se trata de una profesora universitaria. No está tampoco expresamente vinculada a ningún partido o movimiento político, por lo que parece hablar con la libertad que le da una postura personal de defensa de sus propias opiniones, que busca,en cualquier caso, compartir con los lectores, sean estos hombres o mujeres.
Su tono es muy apasionado y se muestra abiertamente contraria a lo que ella considera una manipulación ideológica del actual feminismo que, en su opinión, estádesvirtuando lo que debería ser su esencia: la solidaridad y apoyo mutuo entre todas lasmujeres. La fecha de publicación del artículo es muy relevante pues se trata del 4 de marzo de 2017 unos días antes del a primer Huelga General de Mujeres convocada para el Día de la Mujer, cuatro días más tarde, que supuso un gran debate social.

El modo de elocución principal que se utiliza durante todo el texto es el argumentativo. El modo de elocución argumentativo es el utilizado en aquellos textos en los que la intención principal del autor es defender su opinión o tesis y tratar de convencer de ellas a los lectores a través de unos argumentos. Este modo de elocución se manifiesta en los recursos lingüísticos propios de las funciones emotiva y conativa, que pasaremos a referir a continuación.
Los recursos propios de la subjetividad y la función expresiva son los siguientes:
·         Uso de la primera persona del singular, tanto en pronombres personales como en las desinencias verbales (“no tengo ni idea” “yo reacciono”)
·         Uso de la primera persona del plural, para incluirse entre el colectivo femenino (“somos las mujeres”“llevamos luchando”“no tenemos libertad...”)
·         Uso de verbos de opinión (“resulta que..” “supongo”)
·         Uso del modo subjuntivo (“opine” “cambiaran”)
·         Marcadores textuales que implican opinión (“obviamente” “por supuesto” “ahora bien”)
·         Léxico connotativo (“cosificar, facha, machista...”)
La función expresiva, la que manifiesta la subjetividad y las propias opiniones, aparece en los textos argumentativos entremezclada con la conativa, la que se centra en convencer. Esta función se manifiesta en los siguientes procedimientos lingüísticos:

·         Uso de la 2ª persona del singular, con un sentido generalizador, pero que interpela también directamente al lector, en este caso a las mujeres lectoras, en las que busca complicidad e identificación con sus propios puntos de vista: “no piense como tú” “incluso si tú” “tú seas” “hagas lo que hagas”
·         Oraciones interrogativas con las que intenta hacer recapacitar al lector(“¿por qué?, ¿del progresismo?”), el uso de la 2ª persona (“te conviertes”) y 1ª persona del plural, para establecer una relación de empatía y cercanía con el lector.  
·         Salvo quizá el primer enunciado y la parte del texto que está omitida, donde es posible que hubiera un pasaje expositivo en el que, de forma objetiva, la autora diera cuenta de la historia del feminismo.
A pesar de que predomina el modo de locución argumentativo, encontramos algunos elementos propios de la exposición, que es el modo utilizado para transmitir información objetiva sobre la realidad. La razón es que, a pesar de que es un texto tremendamente subjetivo, la autora pretende convencer por argumentos basados en los hechos. Así, encontramos también elementos de la función referencial que es la que domina en los textos objetivos: oraciones enunciativas, verbos en indicativo y uso de la 3ª persona. Sin embargo, estos elementos se encuentran básicamente en el primer enunciado del texto y, probablemente, en la parte del texto que sigue y que se ha omitido en este fragmento, en la que probablemente, la autora hiciera una exposición objetiva sobre la historia del movimiento feminista.

En resumen, el modo de elocución que predomina en este texto es el argumentativo ya que, como anteriormente he comentado, el texto es un artículo de opinión, lo que conlleva a que la autora hable críticamente sobre el tema, en este caso la politización del feminismo y la discriminación a algunas mujeres que este feminismo ideologizado está provocando.

3. [1 puntos] Valoración personal del texto.

Como ciertamente dice la autora, el feminismo es una corriente social que pide para la mujer el reconocimiento de unas capacidades y unos derechos que tradicionalmente han estado reservados para los hombres, y creo que es obvio que en países más desarrollados este movimiento esté más asentado ya que supuestamente las sociedades son sociedades más evolucionadas.

Ahora bien, también en mi opinión creo que hay dos tipos de corrientes feministas. Un tipo de feminismo estaría relacionada con los derechos, un movimiento que hace partícipes a tanto hombres y mujeres que lucha por la igualdad de derechos, una igualdad en la que las mujeres podemos votar para decidir quienes lideran  nuestro país, para poder elegir libremente a nuestras parejas, que podamos tener cosas nuestras propias y conseguirlas a partir de nuestro propio esfuerzo. Los hombres y las mujeres nunca vamos a ser iguales (con esto no quiero infravalorar ni al hombre ni a la mujer, todo lo contrario, me refiero a que hay características fisiológicas que nunca vamos a compartir) pero ambos deberíamos tener derecho a las mismas cosas. Creo que nadie nos debería prohibir nada por el simple hecho de ser mujer. Esta creo que sería una de las caras del feminismo que defiende la autora, y estoy totalmente de acuerdo con ella.

Sin embargo, el otro tipo de feminismo que quiero destacar es un feminismo moderno, un movimiento en el que la propia mujer discrimina a otra por el hecho de no tener las misma ideologías (como dice la autora “progresistas de izquierdas”), un movimiento que defiende que la mujer debe seguir unos estandartes para poder reivindicar. Uno de los problemas más comunes es la discriminación entre mujeres, como ejemplo pongo el siguiente: imaginemos un día que se sale de fiesta, si una mujer es pudorosa y no quiere ponerse un escote, ya hay mujeres que la califican de machista, tan solo por el hecho de no querer llevar un escote; o todo lo contrario ( cada una es libre de hacer lo que quiera). Pedimos que no se nos repriman y nos reprimimos entre nosotras, pedimos respeto mutuo y somos las primeras en saltárnoslo.


Creo que todos nos deberíamos considerar feministas, pero de la clase de feministas que luchan por seguir adelante, que respetan y quieren respeto, los que luchan por la igualdad entre hombres y mujeres y no por privilegios , los que luchan con sentido y no con odio, con este tipo de feminismo me identifico.