miércoles, 29 de enero de 2020

COMENTARIO "LA CASA DE BERNARDA ALBA" Y "LA CRISIS DEL PERIODISMO"

TEXTO 1

(Al salir, Martirio mira fijamente a Adela)
ADELA.- ¡No me mires más! Si quieres te daré mis ojos, que son frescos, y mis espaldas, para que te compongas la joroba que tienes, pero vuelve la cabeza cuando yo pase.
(Se va Martirio).
PONCIA.- ¡Adela, que es tu hermana, y además la que más te quiere!
ADELA.- Me sigue a todos lados. A veces se asoma a mi cuarto para ver si duermo. No me deja respirar.
Y siempre: "¡Qué lástima de cara! ¡Qué lástima de cuerpo, que no va a ser para nadie!" ¡Y eso no!
Mi cuerpo será de quien yo quiera!
PONCIA.- (Con intención y en voz baja) De Pepe el Romano, ¿no es eso?
ADELA.- (Sobrecogida) ¿Qué dices?
PONCIA.- ¡Lo que digo, Adela!
ADELA.- ¡Calla!
PONCIA.- (Alto) ¿Crees que no me he fijado?
ADELA.- ¡Baja la voz!
PONCIA.- ¡Mata esos pensamientos!
ADELA.- ¿Qué sabes tú?
PONCIA.- Las viejas vemos a través de las paredes. ¿Dónde vas de noche cuando te levantas?
ADELA.- ¡Ciega debías estar!
PONCIA.- Con la cabeza y las manos llenas de ojos cuando se trata de lo que se trata. Por mucho que pienso no sé lo que te propones. ¿Por qué te pusiste casi desnuda con la luz encendida y la ventana abierta al pasar Pepe el segundo día que vino a hablar con tu hermana?
ADELA.- ¡Eso no es verdad!
PONCIA.- ¡No seas como los niños chicos! Deja en paz a tu hermana y si Pepe el Romano te gusta te aguantas. (Adela llora.) Además, ¿quién dice que no te puedas casar con él? Tu hermana Angustias es una enferma. Ésa no resiste el primer parto. Es estrecha de cintura, vieja, y con mi conocimiento te digo que se morirá. Entonces Pepe hará lo que hacen todos los viudos de esta tierra: se casará con la más joven, la más hermosa, y ésa eres tú. Alimenta esa esperanza, olvídalo. Lo que quieras, pero no vayas contra la ley de Dios.

FEDERICO GARCÍA LORCA, La casa de Bernarda Alba


1.Estilística delas formas verbales de la última intervención de Poncia.

La última intervención del fragmento es de la Poncia. Esta se dirige a Adela para aconsejarla sobre lo que debería hacer según ella respecto su relación con Pepe y como debe ser su actitud.
El modo de elocución del fragmento es un diálogo teatral, pero la intervención de Poncia presenta un modo de elocución argumentativo, pues trata de convencer a Adela a través de distintos argumentos y para ello hace uso dela 2ª persona. Utiliza preferentemente el modo Indicativo, pues se refiere a la realidad de los hechos que están viviendo, tanto en el presente, como lo que según ella ocurrirá en el futuro si sigue su consejo. como detallaremos más adelante.

En cuanto a los verbos en relación a su significado, encontramos una presencia destacada de verbos de estado en la descripción de Angustias y de la misma Adela que hace Poncia (es, seas, eres, te gusta) y también verbos de acción, no en las acciones que debe realizar Adela, que como mujer, según Poncia y las normas vigentes, debe adoptar una actitud pasiva,sino más bien en las acciones que llevará a cabo Pepe si Adela tiene paciencia y espera la muerte de su hermana  (se casará, hará, hacen).
Predominan los tiempos y modos verbales, predomina claramente el presente de Indicativo, pues, como hemos dicho,el diálogo de Poncia y Adela se sitúa sobre el eje temporal del presente, lo que está ocurriendo en esos momentos (la relación ilícita de Adela con Pepe). El presente de indicativo tiene límites difusos y presenta varios usos,tanto rectos, para referirse al presente,como desplazados, para referirse al pasado o al futuro.
En cuanto a los usos rectos del texto,encontramos los siguientes:
Presente actual,el que se refiere a una acción que ocurre en el momento puntual de la conversación. Esto ocurre en la acotación  (Adela llora) o cuando Poncia se refiere a las palabras que está pronunciando (Digo).
Presente durativo, se refiere a acciones presentes pero con un sentido que se prolonga en el pasado y el futuro,es propio de lasdescripciones en presente   (te gusta, es enfermiza, esa eres tú).
Presente  habitual (lo que hacen), que menciona situaciones que se dan de forma periódica; y el intemporal (¿quién dice...?),que se refiere a hechos que ocurren de forma genérica, sin límites temporales claros.  Asimismo utiliza el uso desplazado de este tiempo verbal: presente de mandato (te aguantas), que tiene valor imperativo pero incluso con más fuerza que este, pues no deja opción a Adela, al dar por hecho que no puede hacer otra cosa. Encontramos un presente con valor de futuro (Esa no resiste), que sugiere una gran certeza sobre acciones que ocurrirán.
Del indicativo también se utiliza el futuro imperfecto (se morirá, lo hará, se casará), en su uso recto, para expresar certeza sobre algo que no ha ocurrido pero que se sabe que ocurrirá con toda seguridad, en este caso, Poncia asegura a Adela que podrá casarse con Pepe porque Angustias va a morir.
Encontramos también el tiempo verbal presente del. El Subjuntivo se relaciona con la subjetividad pues no se refiere a hechos reales, sino a deseos o dudas. El presente de Subjuntivo se puede referir al presente o al futuro, pero nunca al pasado (los deseos no se dan sobre el pasado): la perífrasis modal de posibilidad te puedas casar, se refiere al futuro, mientras que lo que quieras,se refiere al Presente.
Finalmente, el modo Imperativo tiene un uso muy destacado, pues Poncia trata de convencer a Adela sobre lo que tiene que hacer. El Imperativo solo tiene formas propias para 2ª persona de confianza (tuteo). Poncia lo utiliza para dar órdenes a Adela (deja, alimenta, olvídalo). Para las órdenes negativas, se utiliza el Presente de Subjuntivo (no seas, no vayas)

En conclusión, predomina claramente el tiempo presente del indictaivo, pero con sus diferentes usos que expresan diferentes sensaciones, y  también el imperativo lo cual nos sugiere el trato de Poncia hacia Adela y también su nivel social, al ser este uso bastante coloquial. Por otra parte uno de estos verbos lo encontramos en una acotación („Adela llora“) lo cual tiene un valor distinto del resto ya que lo usa Lorca para dirigir la representación.


2.                  Análisis de los personajes de la obra.


En la obra La Casa de Bernarda Alba se llevan a cabo una serie de técnicas de caracterización de los personajes. Puesto que la obra no tiene narrador y solo intervienen los personajes de la misma (salvo algunas acotaciones), los personajes mismos deben hacer comentarios y describir su conducta y aquello que piensan y hacen.
En este fragmento de la obra podemos apreciar comentarios de otros personajes: es una forma de caracterización indirecta que se basa en las opiniones de unos personajes sobre otros. En el texto la Poncia habla con Adela sobre Angustias, la hija mayor de Bernardaa, a la cual describe y critíca „Tu hermana Angustias es una enferma. Ésa no resiste el primer parto. Es estrecha de cintura, vieja, y con mi conocimiento te digo que se morirá.“, y a su vez hace también una pequeña descripción de  Adela „se casará con la más joven, la más hermosa, y ésa eres tú“. Por otra parte, Adela habla de su hermana Martirio „para que te compongas la joroba que tienes“.
También se ve la caracterización por las palabras y actos que los propios personajes predican. Adela se hace notar durante toda la obra como delicada y afeminada, pero a la vez llena de rebeldía, dirigiendose de esta manera a su hermana Martirio „Si quieres te daré mis ojos, que son frescos, y mis espaldas, para que te compongas la joroba que tienes, pero vuelve la cabeza cuando yo pase“; y a la Poncia „Mi cuerpo será de quien yo quiera!“.
Estos comentarios, descripciones y actos, hacen que los lectores puedan comprender mejor el texto, comprendiendo la personalidad y el físico de cada personaje sin la necesidad de un narrador o de una previa descripción.
Asimismo, los nombres de cada personaje han sido elegidos por Lorca de una manera intencionada (pues „Angustias“ y „Martirio“ no suenan igual que „Adela“).
Adela es la más joven y bella de las hijas de Bernarda. Además su nombre es el más femenino. Adela busca el amor y, oponiéndose a la moral social del momento, y guiada por la pasión, el deseo de libertad y rebeldía (“¡Y eso no! ¡Mi cuerpo será de quien yo quiera!”), se entrega al futuro prometido de su hermana  Angustias. Se muestra cruel con sus hermanas especialmente con Martirio como puede apreciarse en su primera intervención („¡No me mires más! Si quieres te daré mis ojos, que son frescos, y mis espaldas, para que te compongas la joroba que tienes, pero vuelve la cabeza cuando yo pase“), pues sabe que esta envidia la relación que tiene con Pepe el Romano.
Por otra parte, nos encontramos con intervenciones de  La Poncia. Su nombre sugiere el de Poncio Pilatos (el que se lava las manos). Representa el sentido común del pueblo llano, y es quien trae las noticias de fuera, la conexión con el exterior de la casa. Asume los valores morales, pero con cierto distanciamiento. También mantiene una cierta relación con Bernarda, sin embargo, marca distancias y le impone silencio cuando le interesa. Conoce a todas sus hijas y en ocasiones mantiene conversaciones con ellas asumiento un papel de madre, como en este caso con Adela, pero a final siempre se mantiene al margen.
Angustias es la hija mayor de Bernarda, e hija de un padre distinto del resto. Tiene 39 años y Pepe la pide casamiento a ella, por ser la que más dinero tiene. Su nombe sugiere sufrimiento, y como la Poncia describre, vejez y fealdad. Además es la más envidiada y odiada por sus hermanas, al ser la que va a poder huir de la casa, pero es también la más engañada.
Martirio es el otro personaje que aparece nombrado en el fragmento. Es el personaje más conflictivo y su nombre sugiere sufrimiento hacia los demás. Es enfermiza y fea. Se muestra orgullosa al frente de su madre, y espía a Adela, la acosa con indirectas y la delata sobre su relación con Pepe el Romano, sólo por envidia y para hacerla daño.

3.                  Contextualización del fragmento en la estructura externa e interna de la obra 

Esta obra de Federico García Lorca presenta una estructura en tres actos, que se corresponden con el esquema tradicional de presentación, nudo, y desenlace. Cada acto tiene lugar en una habitación diferente de la casa y en un tiempo distinto. El rasgo más característico de la obra es su carácter cíclico (estructura repetitiva) con paralelismos semánticos y en situaciones. Además, dentro de cada uno de estos actos se suceden distintas escenas que alternan situaciones de calma y de tensión que van intensificándose, de modo que la escena final de cada acto es de gran violencia. A su vez, la tensión final de cada acto se va intensificando, por lo que la escena final del tercer acto es la más violenta de toda la obra.
Este fragmento de la obra se sitúa en el segundo acto, lo que se correspondería con el nudo del esquema tradicional. En esta parte de la obra, parte de la familia ya se ha enterado de la relación que tienen Adela y Pepe el Romano, el novio de su hermana  Angustias.
Podemos apreciar el carácter cíclico en la oposición del amor libre y el matrimonio y de la realidad y el deseo. Es un elemento paralelístico porque toda la obra se construye sobre oposiciones de contrarios. Además, a lo largo de la obra se pueden observar anticipaciones del final trágico, y en este caso esta anticipación se ve en el enfrentamiento de Adela y la Poncia, ya que esta última la avisa de que si sigue intentado estar con Pepe, todo va a acabar muy mal, lo cual acaba pasando.
Este fragmento es muy importante en la obra porque es el comienzo del desarrollo del conflicto que se había planteado en el primer acto. Pepe viene a casarse con Angustias, pero se está viendo con Adela, lo que provoca la envidia de Martirio, que la vigila constantemente. En la escena anterior se vio como la Poncia empieza también a sospechar por los comentarios de Martirio y por la hora a la que Pepe parece haberse ido de casa, pues Angustias afirma que se va a la una y hay quien dice haberle oído marchar mucho más tarde. En esta escena la Poncia expone abiertamente sus sospechas a Adela, que al principio lo niega pero luego tiene que reconocer que es verdad que se está viendo con el novio de su hermana. La Poncia la amenaza con denunciarla si no cesa en su actitud, por los convenios sociales de la época (”Lo que quieras, pero no vayas contra la ley de Dios.”). Más adelante la escena continúa viendo como Adela no renuncia a su amor por Pepe y Martirio que la envidia cada vez más, provocará el trágico desenlace al denunciarla.


Sintaxis morfosintáctico del siguiente enunciado: 

Si quieres te daré mis ojos, que son frescos, y mis espaldas, para que te compongas la joroba que tienes, pero vuelve la cabeza cuando yo pase” [1´5 puntos].



 TEXTO 2

La crisis del periodismo

A nadie se le escapa que el periodismo se halla inmerso en una crisis sin precedentes:
crisis de identidad, en un momento en que la creciente atomización de las audiencias, el impacto de Internet, la sobreabundancia informativa y la publicidad menguante ponen en peligro la existencia misma de los periódicos; y también crisis del propio oficio de periodista, cada vez peor considerado socialmente, sometido a presiones que hacen casi imposible su independencia, sometido también a dramáticos ajustes de plantilla y sueldos de miseria que a pique están de convertirlo en prototipo del nuevo paria. […] Inmerso en el laberinto de una tecnología descontrolada, abandonados los fundamentos éticos y el anhelo de verdad que eran su razón de ser, el periodismo corre el riesgo de convertirse en un mero acarreo de noticias y consignas ideológicas. Y al periodista, entonces, no le quedará otro remedio que resignarse a su condición de mero obrero en una cadena de montaje. La información, convertida en una mercancía de consumo rápido, sometida a las leyes de oferta y demanda, irá degenerando paulatinamente en espectáculo, o se preocupará tan solo de enardecer los bajos instintos del público receptor, fomentando el sectarismo más ramplón e irracional. Así se alcanzará una situación paradójica: la saturación informativa no traerá consigo mayor libertad, sino, por el contrario, una obturación creciente de nuestra capacidad para enjuiciar las cosas y, por lo tanto, una reducción de nuestra libertad. Así, la
prensa dejará de ser un “cuarto poder” que vigila y denuncia a los otros tres, para convertirse en una faceta más de un poder omnímodo, que ya no lo será tanto de naturaleza política como económica; un poder omnímodo del que ya forman parte sindicatos, partidos políticos y demás instancias de supuesta representación popular. Y a la prensa, que ha sustituido su misión primordial de contribuir al esclarecimiento de la verdad por un criterio mercantilista, no le restará otra función sino contribuir a la consolidación de esas estructuras oligárquicas de poder. Así se completará la perversión completa del periodismo que, convertido en instrumento de las fuerzas económicas y de los intereses oligárquicos, dejará de servir a la verdad. Y cuando hablamos de “verdad” no nos referimos tan solo a la veracidad de los hechos que el periodismo describe o analiza, sino sobre todo a la “verdad humana”, a la dignidad de la persona en todas sus dimensiones. Que eso, al fin y a la postre, es lo que convierte el periodismo en luz de las gentes.

JUAN MANUEL DE PRADA, XL Semanal, 14 de agosto de 2011











LA CRISIS DEL PERIODISMO

               1 - Esquema del texto.

  1. Crisis general del periodismo.
1.1         Impacto de Internet
1.2         Sobreabundancia Informativa
1.3         Descenso de la publicidad.

  1. Devaluación de la figura del periodista.
2.1         Poca consideración social.
2.2         Bajos sueldos.
2.3.        Meros transmisores de noticias.

  1. Manipulación de la Información
3.1         Satisfacción de los lectores.
3.2         Intereses políticos o económicos

      4. Traición a la esencia ética del Periodismo
4.1    Control de los poderes políticos y oligarquías
4.2    Servicio a la Verdad.

                 


2 - Tipo de texto (género y modo de delocución), justficar con procedimientos lingúísticos relevantes.


Respecto al tipo de texto, nos encontramos ante un texto de opinión cuyo ámbito de discurso es el artículo o columna el 14 de marzo de 2011 en la revista XLSemanal y firmada por Juan Manuel De Prada, escritor, crítico literario y articulista español que trabaja para dicha revista. En todos los artículos literarios los autores suelen ser colaboradores de la editorial y son escritores de reconocido prestigio, por lo que no es común que mencionen su cargo o profesión, pues los lectores ya les conocen. Aunque el texto no se considere propiamente literarios, demuestra cierta voluntad de estilo y la función poética de forma secundaria, lo cual detallaré más adelante.
El autor trata un tema de interés de la actualidad, pues comenta acerca de la crisis en la que se encuentra el periodismo debido a, por ejemplo, los avances tecnológicos y a los intereses del artificio de la información. Al ser un articulista conocido y colaborador de la revista, este hace uso de un lenguaje formal estándar y cuidado, pero dando a su vez la opinión sobre el tema que trata, a pesar de mostrar en el bastante objetividad, como comentaré más adelante. Además no utiliza coloquialismos, sino que utiliza eufemismos para sustituir aquellas palabras de mal gusto („paria, ramplón, miseria“).
Juan Manuel De Prada habla como periodista, mostrando una cierta preocupación por la posible extinción de su oficio y por lo que será en un futuro de los periodistas como él, pero a su vez hace una crítica por aquellos que contribuyen a la desaparición de los periódicos y a la manipulación de la información basada en intereses políticos y económicos. Hace uso de un tono sosegado y formal, con el que intenta concienciar al resto de las personas acerca del tema.
El texto no presenta un modo de elocución claramente argumentativo, pues los rasgos de este tipo de textos no aparecen del todo evidentes y aparecen mezclados con rasgos del expositivo. Es por ello que el modo de elocución que presenta es el expositivo-argumentativo. Estos textos presentan rasgos de subjetividad (propios de los textos argumentativos) y por otra parte de objetividad (propio de los expositivos). Esto se debe a que el autor predica con total certeza sobre aquello de lo que habla, queriendo aportar así cierta objetividad, pero sin embargo no son hechos claramente objetivos y seguros, sino que está dando su opinión al respecto.
El modo de elocución expositivo se relaciona con la función representativa del lenguaje por el cual se pretenden trasmitir ideas de una manera objetiva. Los rasgos que posee este texto son la ausencia de subjetividad, el modo indicativo, fundamentalmente el tiempo presente („a nadie se le esacapa...“,“publicidad menguante ponen en peligro“), verbos copulativos („eran su razón de ser“, „ya no lo será tanto“,“ es lo que convierte“). No hace apenas uso de los rasgos lingüísticos específicos de los textos argumentativos, pues no hay verbos de opinión, ni uso de la 1ª persona, modo verbal subjuntivo...
Por otra parte, aparece principalmente, como ya he dicho, la función representativa del lenguaje que se manifiesta en la objetividad de los hechos, en el predominio de la 3ª persona („se le escapa“,“ irá convirtiéndose“, „vigila“, „denuncia“, „ha sustituido“) y en las oraciones enunciativas y de verbo de indicativo. Además aparece de forma secundaria la función apelativa, con la que se pretende concienciar y hacer pensar al receptor, y se hace notar en el uso de la 2ª persona, en el último párrafo del artículo („y cuando hablamos“, „nos referimos“); y la función poética, lo que aporta una cierta voluntad de estilo (por ejemplo, uso de los eufemismos).
En conclusión, el modo de elocución que presenta es el argumentativo-expositivo, pero predomina el  argumentativo al tratarse de un texto de opinión, lo que conlleva que el autor hable del tema de una forma crítica.

3.                  Valoración personal.


Estoy de acuerdo con el autor en la mayor parte de lo que dice. Me parece que tiene razón cuando habla de que el periodismo está en peligro de acabar desapareciendo. Las tecnologías están haciendo que cada vez menos personas se interesen por la prensa en papel, y la digitalización y las nuevas tecnologías son las culpables de esto. También considero que tiene razón al decir que el oficio del periodista está mal considerado socialmente, al igual que muchos otros oficios que cada vez están pero vistos, posiblemente ya que ahora se da mucha importancia a aquellos trabajadores que se dedican a la ciencia y a la tecnología principalmente, como si no fuese necesario nada más.

Por otra parte, el autor habla sobre la manipulación masiva de la información expuesta en la prensa, y me parece interesante que se hable de ello, pues a mi parecer es algo que se hace notar en gran medida. La prensa en general se dedica a aportar la información que le interesa a determinados partidos políticos y económicos, e incluso determinadas editoriales muestran su contenido de una manera u otra dependiendo de la ideología de estos, lo cual quita veracidad a los hechos.

En general me ha parecido muy interesante el planteamiento del texto y me parece muy correcto el tono y vocabulario usado por el autor Juan Manuel De Prada.



miércoles, 8 de enero de 2020

LA NOCHE DE FIN DE AÑO, comentario

La noche de Fin de Año

Es la noche más hortera, la más superficial, la que saca lo peor de nosotros: la parte más absurda, más cretina, la que más nos asemeja al montón, el rincón oscuro al que Dios no llegó cuando nos hizo a su semejanza. La noche de Fin de Año es el retrete del paganismo, la fiesta soez del exceso más cutre. Lo de las uvas revela un inquietante modo de relacionarse con la celebración, el ocio y el buen augurio que se supone que nos deseamos.
En casa, cuando aún estaba mi abuela, lo celebrábamos con cucharaditas de caviar. También en Via Veneto, con Hortensio Ramos dando las campanadas con un mazo y una olla. Son las dos únicas maneras adecuadas de celebrarlo: con la familia y en casa, comiendo cosas que realmente predispongan a la felicidad, y a la suerte que necesitamos, y no esas uvas que luego nos atragantamos y tenemos que correr a los hospitales; o en Via Veneto, también con la familia, y con la olla de Ramos, y tal vez brindando luego con algún amigo que también estuviera en el restaurante. Todo lo demás, esta lamentable costumbre de quedar con los amigos para ir a los más espantosos lugares, sólo conduce a la degradación y al accidente. (…)
Educar es reprimir pero si cuando es el momento explicas bien las cosas, luego no hace falta reprimir tanto. Hay que educar a los hijos en el desprestigio de la noche de Fin de Año y de tantas otras cosas que no hace falta ser un genio para ver que no nos convienen. Sutilmente, cultamente, amorosamente hay que ir inculcando la verdad desde la más temprana edad porque cuando llegan los 16, los 17 y sobre todo los 18 cuesta mucho más abrirse paso entre gritos y bofetones, y además no sirve de nada. Cada vez que «porque es costumbre» o «porque es lo que todos hacen» o «porque sus amigos van» o «porque una noche como ésta no le puedo decir que no», le permites a tu hijo –y ya no digamos a tu hija- salir por Fin de Año estás comprando todos los números de la lotería para que pruebe las drogas si es que no las ha probado, para que se emborrache del modo más deleznable, para que se la lleven por delante en cualquier baño del más sórdido antro –de modo voluntario, etílico o directamente forzado-, o para que él sea el triste y criminal protagonista de estos desmanes: si aún crees que no hay diferencia entre chicos y chicas, en las consecuencias de la noche de Fin de Año podrás comprobarlo. Eso por no hablar de los accidentes causados por un amigo que «ha bebido pero controla», o por cualquier desconocido que piense lo mismo y te destroce la vida sin que tú, por una vez, hayas hecho absolutamente nada.
Fin de Año es un ensayo general para los padres. Si tu hijo te pide salir, algo habrás hecho mal. Si te lo pide tu hija, tienes que volver a empezar.
Salvador Sotres, ABC, 01/01/2020

1.       Esquema de las ideas del texto (1 punto)
2.       Tipo de texto: género y modo de elocución. Justificar con los procedimientos lingüísticos más relevantes (2 puntos)
3.       Valoración personal (1 punto)
4.       Análisis morfosintáctico del siguiente enunciado (1,5)
Educar es reprimir pero no hace falta reprimir tanto si explicas bien las cosas cuando es el momento.
5.       Valor estilístico de los adjetivos del primer párrafo. (1,5)
6.       Estilística de las formas verbales del segundo párrafo (1,5)

7.       Contexto literario de La Casa de Bernarda Alba y de su autor, Federico García Lorca. (1,5) 



1) ESQUEMA DEL TEXTO

1.    Superficialidad de la noche de fin de año.
1.1 Hipocresía camuflada en la tradición de las navidades.
2.    Maneras alternativas de celebrarlo.
2.1 En familia, con caviar en lugar de uvas
2.2 En un restaurante caro
3.    Desenfrenos de las celebraciones
3.1 Necesidad de advertir a los hijos del peligro.
3.2 Inculcarlo desde la infancia.
3.3 Terribles consecuencias de la permisividad de los padres.
3.2.1 Consumo de drogas y alcohol
3.2.2. Accidentes
3.2.3. Mayor peligro para las chicas (violaciones).

2) En cuanto al tipo de texto nos encontramos ante un texto no literario, un artículo
periodístico de opinión publicado en el diario ABC y firmado por Salvador Sostres. En todos los textos periodísticos de opinión, como su nombre indica, los autores expresan sus opiniones sobre temas de actualidad. Los artículos de opinión publicados en prensa diaria en papel están destinados a un público amplio, muy general, aunque su ideología y los pensamientos del articulista suelen coincidir con la ideología de los lectores, que a su vez está condicionada por la línea editorial del periódico. En este caso, el autor critica la superficialidad de las celebraciones y advierte del peligro de permitir salir a los hijos a celebrar la Noche de Fin de Año. Critica también la falta de autoridad por parte de los padres al permitir a sus hijos, y sobre todo a sus hijas, salir durante esta noche pues, en la opinión del articulista, las consecuencias pueden ser terribles.

El autor es un escritor, periodista y articulista que trata un tema polémico, por lo que, busca un lenguaje impactante, atractivo y creativo, aunque sencillo, accesible a un público de cultura media, aunque parece dirigirse especialmente a los padres de adolescentes. El autor firma con su nombre, por lo que, se responsabiliza de sus opiniones y se muestra subjetivo. Utiliza un registro estándar, en el que domina el enfado causado por las consecuencias de la noche de fin de año. No emplea ni recursos literarios, ni cultismos, ni tecnicismos, pero sí coloquialismos, aunque no muy frecuentes “bofetones” y “retretes”, utilizados para acercarse al receptor. La función poética no es especialmente destacada, aunque se manifestaría en la voluntad de estilo del autor y en la búsqueda del lenguaje impactante al que nos hemos referido.

El escritor habla como padre de una hija, pero también como persona con cierta autoridad, justificada por su prestigio como tertuliano y articulista. Su intención fundamental es convencer a otros padres de la necesidad de mantenerse firmes y no ceder ante las peticiones de los hijos de salir a celebrar el Fin de Año con sus amigos. Resulta llamativa su especial renuencia a permitir salir a las chicas, pues considera que se enfrentan a mayores peligros que los chicos. El tono que utiliza Sostres es muy apasionado y parece hablar con la libertad que le da una postura personal de defensa de sus propias opiniones, que en cualquier caso busca compartir con los lectores, aunque estable mayor cercanía con aquellos lectores de ideas más conservadoras. La fecha de publicación del artículo es relevante, ay que coincide con el día siguiente de la noche a la que el autor se refiere con tanto rechazo.

El modo de elocución principal que se utiliza es el argumentativo, utilizado en aquellos textos en los que la intención principal de autor es defender la opinión y tratar de convencer de ella a los lectores a través de unos argumentos. Este modo de elocución se manifiesta en los recursos lingüísticos propios de las funciones emotiva y conativa, que pasaremos a referir a continuación.

Los recursos lingüísticos en los que se manifiesta la subjetividad, propios de la fusión emotiva o expresiva son los siguientes:

·         Uso de la primera persona del plural, tanto en pronombres personales como en desinencias verbales (“lo celebraremos”, “necesitamos”…) La primera persona del plural suaviza la subjetividad, pues engloba a emisor en un colectivo en el que también participan los lectores.
·         Uso del modo subjuntivo (“estuviera”, “piense”…)
·         Léxico connotativo (“bofetón”, “retrete”…)
·         Adjetivos fuertemente valorativos, para desprestigiar las celebraciones de Fin de Año: “hortera” “cutre” soez”…

La función expresiva aparece entremezclada con la conativa, la cual se manifiesta en los siguientes procedimientos lingüísticos:

·         Uso de la 2ª persona del singular, con una sentido generalizador, pero que también interpela directamente con el lector buscando complicidad con él y con sus puntos de vista (“le permites”, “podrás comprobarlo”, “habrás”, “tienes que volver”…)

En conclusión, el modo de elocución que predomina es este texto es el argumentativo, ya que, como anteriormente he dicho, el texto es un artículo periodístico de opinión, lo que conlleva a que el autor hable críticamente sobre el tema, en este caso, las consecuencias que trae la Nochevieja y la falta de autoridad de los padres que permite el deseo de sus hijos de salir durante esta noche tan peligrosa.

3) Valoración personal
Personalmente, no estoy nada segura de acuerdo con el autor. Para él, la noche de fin de año es una de las peores sin duda alguna; sin embargo, para mí es quizás la mejor del año. La familia reunida, la ilusión de comer las uvas, la deliciosa comida sobre la mesa y las copas brindando crean un ambiente difícil de superar, e incluso, igualar en cualquier otro momento.

Podría decir, que el único argumento del autor a fin a mi opinión es aquel en el que se explica la importancia que tiene el hecho de que los padres comuniquen a sus hijos el peligro que existe.
Sin embargo, también creo que los peligros en que se apoya el autor existen o están presentes en cualquier noche/fiesta.

No me ha gustado nada la idea del autor de diferenciar a los chicos y a las chicas, beneficiándose por el simple hecho del sexo. Además, culpabiliza a la mujer de ser ella misma la que se busca sus propias desgracias por el hecho de salir en la noche de fin de año. Bajo mi punto de vista, la mujer tiene el mismo derecho de salir que el hombre.

En conclusión, no creo que el autor tenga mucha razón en lo que comenta y que haya logrado su objeto de convencer al público del tema.

4) SINTAXIS

P1_  Educar       es      reprimir
        Infinitivo        N.V    Infinitivo
        Subordinada           Subordinada
        Sustantiva               Sustantiva
          (Sujeto)                (Atributo)

pero
nexo - Conjunción
coordinante
adversativo

P2_  No      hace  falta       
         Adv       Locución verbal
             P3 -  reprimir         tanto   (Subordinada sustantiva Sujeto de P2)
                        Infinitivo         Adv CCC
             P4_ Si             explicas    bien      las      cosas
    nexo               N.V      adjetivo   det.  sustantivo
            subordinante             (C.C.Modo)    (C.D)    
            condicional

                         P5  Cuando      es        el     momento
                              nexo         N.V     det.   sustantivo
                         subordinante               (sujeto)    
                          condicional

5) Se trata de un artículo periodístico de opinión, en el que, como indica el propio nombre, el autor expresa su opinión acerca de la noche de fin de año. La describe desde el rechazo y con cierto sentimiento de repugnancia y asco. Los adjetivos son palabra que nombran o indican cualidades, rasgos, propiedades de los hombres o sustantivos a los que acompañan y con los que concuerdan en género y número.

En cuanto su forma, destacan los adjetivos en  grado superlativo absoluto (“más hortera”, “más superficial”, “más absurda”, “más cretina”, “más cutre”). Estos adjetivos están utilizados haciendo referencia a otros nombres, es decir, relacionándolo con otros. También aparecen adjetivos en grado positivo (“oscuro”, “soez”, “inquietante”), los cuales expresan cualidades sin dar idea de intensidad. Es resaltable la presencia del adjetivo comparativo de origen latino (“peor”).

En cuanto a su significado, encontramos mayoritariamente adjetivos valorativos, con connotaciones negativas, ya que indican una cualidad opinable y por tanto, subjetiva (“más hortera”, “más superficial”, “peor”, “más absurda”, “más cretina”, ”soez” “más cutre“, “inquietante”). Sus connotaciones negativas se deben a la actitud pesimista que mantiene el autor ante la noche de fin de año. Podemos destacar el adjetivo “oscuro”, al considerarse descriptivo, ya que se refiere a una cualidad que se percibe con los sentidos, en este caso, para describir el rincón.

Con respecto su función, todos los adjetivos del texto son adyacentes, es decir, complementan directamente al nombre. La mayoría de ellos son especificativos, es decir añaden una cualidad nueva al sustantivo al que se refiere, pues precisan, especifican (“más hortera”, “más superficial”, “peor”, “más absurda”, “más cretina”, “oscura”, “soez” “más cutre”), sin embargo, aparece un adjetivo explicativo (“inquietante”), el cual resalta una cualidad que se sobreentiende en el sustantivo. Existen tantos adjetivos antepuestos, indicando mayor subjetividad (“inquietante”) como pospuestos “(“más hortera”, “más superficial”, “más absurda”, “más cretina”, “oscuro”, “soez”, “más cutre”…).

En conclusión, en el texto destaca la subjetividad enfocada en los adjetivos valorativos. Casi todos los adjetivos tienen connotaciones negativas al referirse a la noche de fin de año, como la peor de todas.

6) El sintagma verbal, junto con el nominal, es uno de los dos constituyentes de la oración. Está formado por un núcleo, que es el verbo, y por unos adyacentes que son sus complementos.

El significado verbal viene dado en el texto mediante las formas gramaticales del verbo, que son tanto personales como no personales. Dentro de las primeras se observa un predominio de la primera persona gramatical que indica subjetividad del hablante, pero de algún modo la rebaja con el empleo del plural y busca con ello la complicidad con los lectores, de hacer partícipe al público de sus pensamientos (“necesitamos”). Por otro lado, encontramos abundantes formas no personales de infinitivo (“ir”, “quedar”, “celebrar”) con valor progresivo y de gerundio (“brindando”, “dando”, “comiendo”) con valor durativo.

Según su significado encontramos verbos copulativos (“son”-ser) que se repite en más ocasiones (“estaba” y “estuviera”) y representan permanencia, verbos de acción (“brindando”, “tenemos que correr”) los cuales indican movimiento y son característicos de las narraciones de hechos.
El uso de estos verbos está determinado por el tipo de texto (argumentativo) y el tema (concienciación sobre los peligros de la noche de Fin de Año).

Por otro lado, predominan los tiempos verbales de presente de indicativo para expresar y manifestar su opinión sobre la realidad del tema que argumenta (“son”, “necesitamos”, “nos atragantamos”, “conducen”). Se trata de un presente habitual que se utiliza para expresar situaciones que se dan periódicamente como es la última noche de cada año. Encontramos también del modo indicativo el pretérito imperfecto (estaba, celebrábamos).

Pero también hay presencia del presente del subjuntivo (predispongan) y del pretérito imperfecto (estuviera), para acciones que el autor piensa que comenzaron en el pasado pero todavía perduran. El uso de los forma en “-ra” del pretérito imperfecto del subjuntivo es un arcaísmo o un dilectísimo del español en zonas leonesas y gallegas, que hoy en día es muy frecuente del lenguaje periodístico. El subjuntivo es el modo de la subjetividad, característico de la función expresiva del lenguaje e indica ambigüedad, pudiéndose referir tanto al presente, pasado como futuro; en este caso “estuviera” se refiere al pasado y “predispongan” al futuro.

7) Federico García Loca, autor de esta obra de teatro, nació en 1898 y murió asesinado en 1936. Literariamente se le encuadra dentro de la generación del 27. La década de los 20 fue en toda Europa una época de prosperidad económica y optimismo en la que surgieron nuevas formas de expresión artística que pretendían romper con todos los estilos anteriores. Entre estos movimientos denominados vanguardias encontramos el futurismo, el cubismo, el dadaísmo (que buscaba la independencia total entre arte y realidad) y el ultraísmo (que también, buscaba esa independencia).

La llamada generación de 27 está formada por un grupo de poetas que mantenían una estrecha relación y se conocían personalmente. Además de Lorca, destacan Pedro Salinas y Rafael Alberti. Incluía también artistas de otros campos como el pintos Dalí o el músico Manuel de la Falla tomaron su nombre por ser 1927 el tercer centenario de la muerte del poeta barroco Luis de Góngora, al que consideraban como un adelanto a su tiempo que había practicado la poesía pura, independiente de la realidad. Además de las influencias vanguardistas recibieron otras de la generación del 98. Cada poeta tenía un estilo propio pero compartían la rebeldía frente a las convenciones y el cultivo del verso libre.

Más concretamente, en el panorama teatral, a principios del siglo XX convivían dos tendencias, por un lado, un teatro comercial (burgués, sin inquietudes estéticas o intelectuales y que repita modelos actuales) y uno renovador (que buscaba la experimentación y la provocación) donde deberíamos enmarcar a Lorca.

García Loca nació en Granada en 1898 en el seno de una familia acomodada. Durante su juventud se relacionó con otros artistas e intelectuales de su época. Sus tendencias políticas y su homosexualidad, unidas a su posición de triunfador lo advirtieron en víctima de la represión del bando nacional al comienzo de la Guerra Civil.

Lorca tiene grandes influencias tanto en las vanguardias europeas como de los movimientos artísticos previos y escribió tanto poemas como obras de teatro como La Casa de Bernarda Alba. Esta fue la última que escribió y fue terminada en junio de 1936, dos meses antes de morir asesinado. Se estrenó por primera vez en Buenos Aires en 1945 y en España en 1950.

Se trata de la obra culminante de Lorca. En ella perviven los mejores hallazgos de sus obras anteriores y junto con Bodas de Sangre y Yerma conforma la Trilogía de tragedias andaluzas pues las tres tienen muchos elementos en común; el tono poético, el hecho de ser tragedias y el marco geográfico común, el campo andaluz. Sin embargo, esta obra presenta algunas diferencias respecto a las anteriores, como por el ejemplo; son un mayor realismo en los diálogos y las situaciones y la eliminación del verso; aunque se trata de una obra poética. Lorca tiene considerada a su obra como un drama y no como tragedia, es decir, trata que sea lo más realista posible, de modo que la poesía surge de las situaciones y los diálogos y siempre está justificada por la propia trampa.