jueves, 19 de diciembre de 2019

APUNTES COMPLETOS DEL CURSO 19 20

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lunes, 11 de noviembre de 2019

COMENTARIO MODELO RESUELTO: Arturo Pérez Reverte - Antonio Machado


TEXTO 1
Querido imbécil: No llegarás a comerte las próximas uvas, porque de aquí a un año estarás muerto. Y cuando digo muerto quiero decir muerto de verdad, criando malvas para los restos. No palmarás, te lo comunico, de forma heroica, ni útil, ni siquiera natural. Habrás fallecido estúpidamente, a ciento ochenta y en un cambio de rasante, o una curva, justo cuando pongas para ti mismo cara de duro de película y des gas, intrépido, jaleado por música imaginaria o real, creyéndote el rey del mambo. 
Lo peor del asunto, discúlpame, no será tu pellejo; que al fin y al cabo -salvo para ti mismo y algún familiar- no valdrá gran cosa al precio a que lo vas a vender. Lo malo es que te llevarás por delante, quizás, a gente que ningún interés tiene en acompañarte en el viaje: acompañantes incautos, la familia que vaya de vacaciones en el coche opuesto, el peatón, el camionero que trabaja para ganarse la vida. Sería más práctico y más limpio, ya puestos a eso, que acelerases hasta doscientos y te estamparas en bajorrelieve contra una pared, que es un gesto más íntimo y considerado. Mira, voy a confiarte un secreto. Somos tan frágiles que te temblarían las manos si lo supieras. Todo cuanto tenemos, que parece tan sólido y tan valioso y tan definitivo, se va al carajo en un soplo, en un segundo, al menor descuido nuestro y al menor guiño del azar, la vida, la condición humana. Basta un insecto, un virus, un trocito de metal en forma de metralla o bala, una gota de agua o aceite sobre el asfalto, un estornudo, una cualquiera de esas bromas pesadas con las que el Universo se complace en pasar el rato, y tú y todo lo que tienes, y todo lo que representas, y todo lo que amas, y todo lo que fuiste, lo que eres y lo que podrías haber sido, se va al diablo y desaparece para siempre sin que vuelva nunca jamás. Así nos iremos todos, claro. Pero unos se irán antes que otros. Y a ti, querido, te toca en 1994 la papeleta. Claro que a lo mejor me mato yo antes. O a lo mejor me matas tú. Pero yo sé que eso puede ocurrirme cualquier día, en cualquier sitio, porque mi condición es mortal. Mientras que a ti ni siquiera se te ha pasado por la cabeza. Y no vengas con eso del amor al riesgo y el vivir peligrosamente. Conozco a mucha gente que sabe perfectamente, de grado o por fuerza, lo que es riesgo y la vida peligrosa. Gente que sí merece que derramen lágrimas por ella cuando le pican el billete, en lugar de lamentar la desaparición de fulanos como tú; de tipos incapaces de valorar la vida que poseen y que por eso la malgastan. Qué sabrás tú del riesgo, capullo. Y de la muerte. Y de la vida. Que tengas buen viaje.
Arturo Pérez Reverte. XL Semanal ,2 de enero de 1994

1 – Resumen (1 punto)
2 – Actitud e intencionalidad del autor. Justificar con procedimientos lingüísticos  (2 puntos)
3 – Valoración personal (1 punto)
4 – Indica el tipo y función del que en los siguientes enunciados: (1,5)
·         Conozco mucha gente que lo sabe perfectamente lo que es el riesgo.
·         Gente que sí merece que derramen lágrimas por ella.
·         Qué sabrás tú del riesgo.


TEXTO 2:

¡Oh, tierra triste y noble,
la de los altos llanos y yermos y roquedas,
de campos sin arados, regatos ni arboledas;
decrépitas ciudades, caminos sin mesones,
y atónitos palurdos sin danzas ni canciones
que aún van, abandonando el mortecino hogar,
como tus largos ríos, Castilla, hacia la mar!
Castilla miserable, ayer dominadora,
envuelta en sus andrajos desprecia cuanto ignora.
¿Espera, duerme o sueña? ¿La sangre derramada
recuerda, cuando tuvo la fiebre de la espada?
Todo se mueve, fluye, discurre, corre o gira;
cambian la mar y el monte y el ojo que los mira.
¿Pasó? Sobre sus campos aún el fantasma yerra
de un pueblo que ponía a Dios sobre la guerra.
La madre en otro tiempo fecunda en capitanes,
madrastra es hoy apenas de humildes ganapanes.
Castilla no es aquella tan generosa un día,
cuando Mio Cid Rodrigo el de Vivar volvía,
ufano de su nueva fortuna, y su opulencia,
a regalar a Alfonso los huertos de Valencia;

5 – Contexto literario del autor y la obra (1,5 puntos)
6 – Recursos estilísticos: métrica, figuras retóricas y lenguaje poético . (1,5)
7 – Definición del significado conceptual y contextual de la expresiones resaltadas (1,5)


COMENTARIO MODELO RESUELTO




  1. Resumen
La gente que circula de forma temeraria por las carreteras es un peligro, ya no para ellos mismos, que se lo están buscando, sino para el resto de conductores, familias acompañantes o peatones. El culpable no es consciente de lo estúpido de su actitud, pues toda vida humana es un bien único e insustituible. Él  no llegará con vida al fin de año y no habrá muerto de una manera heróica sino lamentable, poniendo además en riesgo la vida de otros.

  1. Actitud e intencionalidad.
En este artículo de opinión Arturo Pérez Reverte, novelista y periodista español, reflexiona acerca del peligro automovilístico que causan algunas personas a ellos mismos y, principalmente, a otros.
El autor muestra una actitud crítca, emotiva y bastante pesimista (aunque realista por otra parte). Se muestra crítico hacia esas personas que provocan sus muertes y las de otros a causa de la velocidad en el coche. Utiliza gran cantidad de coloquialismos y un lenguaje muy provocador, desde el propio título  (“imbécil”, "creyéndote el rey del mambo", "criando malvas" “se va al carajo”
 Principalmente hace uso de la función apelativa del lenguaje, dirigiéndose en forma de carta a ese típico conductor temerario al que le gustaría decirle “cuatro cosas”, pero también, indirectamente, al lector, que puede sentirse identificado con Pérez Reverte y por tanto suscribir sus críticas. Utiliza, por tanto, la 2ª persona del singular ("no llegarás a comerte las uvas", "no palmarás, te lo comunico"). Con esta función busca provocar una reflexión en el lector, tanto en el que se siente víctima de este tipo de conductores, como en aquel que pueda llegar a sentirse culpable y modificar su actitud.
Por otra parte, destaca también la función expresiva de la lengua, puesto que todo es artículo es tremendamente subjetivo y muestra abiertamente la opinión que le merecen este tipo de conductores a los que descalifica continuamente con apelativos peyorativos como “imbécil” o “capullo”. Destaca además el uso de la primera persona del singular (“voy a confiarte un secreto”, que aparece incluso reforzada con el pronombre personal, que es siempre redundante (“yo sé que esto puede ocurrir”). Encontramos además gran cantidad de adjetivos y adverbios valorativos (“lo malo” “estúpidamente” “gesto íntimo y considerado"), y coloquialismos, como ya mencionamos anteriormente.
La intencionalidad del autor es, como en todos los textos argumentativos, convencer de algo. A través del lenguaje y tono que Pérez Reverte ha utilizado, busca hacer reflexionar a los lectores y convencerles de que deben pensarse las cosas dos veces antes de realizarlas.
Hay que resaltar la originalidad del título "Carta a un imbécil", el cual capta nuestra atención y nos invita a leer el artículo. No solo es el título el que nos provoca esto, sino el tono que se ha utilizado en todo el texto.
Puesto que se trata de una columna literaria nos encontramos también ante la función poética, que se manifiesta en la voluntad del estilo y en la presencia de bastantes figuras retóricas, como enumeración, polisíndeton y paralelismo (“Y todo lo que somos, y todo lo que tenemos…”), asíndeton (basta un insecto, un virus…) o metáforas (“cuando le pican el billete".)


  1. Valoración personal.
Estoy totalmente de acuerdo con el autor en que hay gente que pone en peligro su propia vida y, lo que es peor, la vida de otros que no tienen culpa de las acciones de estos otros. Probablemente la gente que lo hace no piense en ello o cree que no va a ocurrir nada, pero esto no es así.
El lenguaje que ha utilizado parece algo duro quizás, pero es la manera de llamar la atención y concienciar a las personas que quizá no se hayan parado a pensar lo fácil que resulta morir en la carretera. Esas personas ya saben lo que conlleva el exceso de velocidad y la mala conducción en general, pero no le dan importancia, así que una manera de que se la den es así. Una función parecida –provocar una conmoción en los receptores- la tienen también algunas campañas de la DGT que muestran de forma descarnada los peligros de incumplir las normas de circulación en las carreteras.
En conclusión, creo que al autor no le falta razón y, aunque pueda resultar algo exagerado lo que dice, debemos pensar más en las consecuencias de nuestros actos y darnos cuenta de que la vida es un don precioso que no debemos poner en riesgo tontamente. El lenguaje es muy duro, sí. Pero son mucho más duras las consecuencias de la conducción temeraria e irreflexiva.

  1. Indica el tipo y función del "que".
  • Conozco mucha gente que (1) sabe perfectamente lo que (2) es el peligro.
(1) Nexo de la Subordinada Adjetiva Especificativa. Sustituye al antecedente "gente". Pronombre relativo con función SUJETO.
(2) Nexo de la Subordinada Adjetiva Sustantivada. Pronombre relativo con función  SUJETO.

  • Gente que (1) sí merece que (2) derramen las lágrimas por ella.
(1)   Nexo de la Subordinada Adjetiva Especificativa. Sustituye al antecedente "gente". Pronombre relativo con función SUJETO.
(2)   Nexo de Subordinada Sustantiva CD. Conjunción completiva sin función sintáctica propia.

  • Qué sabrás tú del riesgo.
Nexo de la Subordinada Sustantiva CD. Pronombre relativo interrogativo con función CD.

ANTONIO MACHADO, Campos de Castilla

  1. Contexto literario del autor y la obra.

Antonio Machado es uno de los más grandes poetas en lengua española. Aunque presente algunas influencias del movimiento modernista, suele incluirse dentro de la Generación del 98. Bajo este epígrafe, se ha reunido tradicionalmente a un grupo de escritores españoles de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, a los cuales les afectó la crisis moral, política y social de España por la derrota militar en la guerra hispano-estadounidense que supuso a pérdida de Cuba y Filipinas y el fin del imperio colonial español. Aquella derrota, que resultó humillante, se conoció con el nombre de “Desastre del 98”  y llevó a la reflexión a un gran número de intelectuales españoles acerca de los valores y las esencias de España: un país que fue un gran imperio, cuna de grandes artistas y escritores en el llamado Siglo de Oro, pero que había devenido en una nación empobrecida y atrasada respecto a Europa. Los autores más importantes de la generación del 98 son, además del propio Machado,  Miguel de Unamuno, Pío Baroja, Azorín, Valle-Inclán o Ramiro de Maeztu. El género más destacado de este grupo es el ensayo, pero también destacan la novela, el  teatro y la poesía.
Hay una serie de características que une a los miembros de la Generación del 98, además de unas fechas similares de nacimiento: una ideología izquierdista en la juventud, que luego evolucionará de diferentes formas y su preocupación por el “problema de España” –atraso, pobreza, ignorancia- que se manifiesta en reflexiones acerca de las causas de su postración, analizadas desde un profundo amor a la patria común y a sus valores, con un espíritu regeneracionista: tratan de analizar las causas del problema para encontrar las soluciones.
Castilla aparece en estos escritores como símbolo de las esencias españolas: es cuna de su idioma y la dureza de su paisaje representa el carácter severo y adusto del español Por otra parte, Don Quijote, nuestro personaje literario más universal, simboliza también el idealismo y la valentía de los españoles, de la misma forma que los soldados españoles se expusieron con heroísmo a la muerte durante el desastre militar del 98.
Por otra parte, los autores del 98 comparten el gusto por la sencillez expresiva y el rechazo a los excesos retóricos del Modernismo, aunque algunos de estos autores –Valle Inclán o el propio Machado- tengan en parte de su obra algunas influencias modernistas.
El Modernismo es un movimiento literario coetáneo a la Generación del 98. Surge en  Hispanoamérica y fue difundido por España por el poeta nicaragüense Rubén Darío. El Modernismo está influido por dos corrientes poéticas francesas: el Parnasianismo y el Simbolismo, de las cuales surgieron a su vez dos líneas expresivas: un Modernismo escapista y un Modernismo intimista, respectivamente.
Ambas vertientes del Modernismo  tienen en común el rechazo a la realidad que rodea al poeta, sin embargo presentan algunas diferencias. La línea escapista manifiesta este rechazo mediante la huída a paraísos artificiales y decadentes, que se plasma en el gusto por un lenguaje lujoso, cultista, retórico y sorprendente. Por el contrario, la línea intimista, se refugia en el propio mundo interior del poeta, que se expresa con tristeza y melancolía, y utiliza símbolos tomados de la naturaleza, habitualmente relacionados con los paisajes otoñales y jardines crepusculares.
Aunque Antonio Machado suele estar incluido en la Generación del 98, participa también en algunas características del Modernismo en su vertiente intimista, especialmente en sus dos primeros libros. Por otra parte, el hecho de que 98 y Modernismos sean movimientos simultáneos y que evidencian un rechazo a la realidad circundante, hace que ambos se puedan considerar, más que como dos movimientos contradictorios, como dos caras de la misma moneda.
Antonio Machado nació en Sevilla en 1875 y con pocos años de edad se trasladó a Madrid. Tras formarse en la Institución de Libre Enseñanza y viajar varias veces a París, obtuvo la cátedra de francés en el instituto de Soria (1907). Allí conoció a la que sería su futura mujer, Leonor Izquierdo, de 16 años, que murió dos años después. Tras esta dolorosa pérdida, Machado pidió el traslado al instituto de Baeza (Jaén). El paisaje de Soria, fundamental en la obra poética de Machado, se manifiesta así de dos formas: como representación de Castilla y España dentro de la concepción del 98, y como evocación personal y emotiva de los espacios en que vivió con su fallecida esposa. Durante la Guerra Civil española, Machado se sitúo del lado de la República, de modo que, tras la guerra, tuvo que huír de España como un refugiado más. Falleció en el pequeño pueblo francés de Coillure, poco después de haber cruzado la frontera, en 1939. Allí está todavía su tumba.
Antonio Machado destaca sobre todo en poesía. Sus obras más importantes fueron Soledades, galerías y otros poemas (1907) y Campos de Castilla (1912). Este último fue su tercer libro de poesía y refleja una perfecta poesía noventayochista. Consta de distintos grupos de poemas entre los cuales están "Campos de Soria" y "Proverbios y cantares", entre otros. Campos de Castilla volvió a editarse en 1917; dentro de sus Poesías completas. En esta nueva edición, ampliada, se incluyen algunos poemas escritos tras la muerte de Leonor, durante su estancia en Baeza. El paisaje andaluz aparece entonces como contrapunto al paisaje castellano y la evocación de Soria está ya ligada, irremediablemente, al recuerdo emocionado de su esposa Leonor.
               

  1. Valor estilístico del adjetivo.

¡Oh, tierra triste y noble,
la de los altos llanos y yermos y roquedas,
de campos sin arados, regatos ni arboledas;
decrépitas ciudades, caminos sin mesones,
y atónitos palurdos sin danzas ni canciones
que aún van, abandonando el mortecino hogar,
como tus largos ríos, Castilla, hacia la mar!
Castilla miserable, ayer dominadora,
envuelta en sus andrajos desprecia cuanto ignora.
¿Espera, duerme o sueña? ¿La sangre derramada
recuerda, cuando tuvo la fiebre de la espada?
Todo se mueve, fluye, discurre, corre o gira;
cambian la mar y el monte y el ojo que los mira.
¿Pasó? Sobre sus campos aún el fantasma yerra
de un pueblo que ponía a Dios sobre la guerra.
La madre en otro tiempo fecunda en capitanes,
madrastra es hoy apenas de humildes ganapanes.
Castilla no es aquella tan generosa un día,
cuando Mio Cid Rodrigo el de Vivar volvía,
ufano de su nueva fortuna, y su opulencia,
a regalar a Alfonso los huertos de Valencia;


El texto a comentar es un fragmento de “A orillas del Duero”, un largo poema incluido en la primera edición de Campos de Castilla, es decir, antes de la muerte de Leonor. En todo el poema, y en este fragmento en particular, el paisaje de Castilla se describe de forma objetiva, pero también como símbolo de España y como motivo de reflexión, acerca de la miseria e ignorancia de la España actual en contraposición a la grandeza y la gloria militar del su pasado histórico. Reflexión está muy en la línea del espíritu crítico y regeneracionista de los autores de la generación del 98. Así pues, se trata de una visión lírica, y al mismo tiempo crítica, del paisaje de Castilla: la contemplación de un paisaje hermoso pero también árido y duro, que representa también su amor por España, con un presente triste y miserable que contrasta con el esplendor de su glorioso pasado.
En cuanto la forma, casi todos los adjetivos se encuentran en grado positivo, expresando cualidades sin dar idea de intensidad. Encontramos uno en grado comparativo ("tan generosa"), comparando la Castilla de antes con la del momento y al servicio al contraste entre el presente y el pasado a que nos acabamos de referir.
Respecto su significado, predominan los adjetivos valorativos, que son aquellas cualidades opinables o subjetivas. Estos adjetivos resaltan cualidades negativas del presente (“miserable” “decrépitas” “mortecino” “humildes” “atónitos”) frente a las cualidades positivas del pasado esplendoroso (“dominadora” “generosa” “ufano” “nueva”).  Los adjetivos antitéticos con que se dirige a Castilla al comienzo del fragmento (“triste y noble”) reflejan también esa gran contradicción entre lo lamentable de su presente y la grandeza de sus valores. También encontramos adjetivos descriptivos, que resaltan cualidades observables por los sentidos, particularmente el de la vista, pues se trata de una descripción visual del paisaje la que lleva a Machado a reflexionar sobre el pasado histórico. En este caso, los adjetivos destaca la magnificencia del paisaje ("altos llanos", "largos ríos".
En cuanto a la función de estos adjetivos, casi todos son adyacentes, es decir, califican al sustantivo directamente, no a través de un verbo. La mayor parte de estos son antepuestos, lo cual aporta ya subjetividad, pues en castellano esta posición antepuesta es propia de los adjetivos explicativos, que son aquellos que resaltan una cualidad que se presupone en el sustantivo. Son subjetivos porque la cualidad que se resalta no es necesaria para precisar al sustantivo al que se refiere.
Son adjetivos explicativos antepuestos los siguientes: “altos llanos” “decrépitas ciudades” y “largos ríos” pues resaltan cualidades que tiene el paisaje de Soria de por sí. “mortecino hogar” y “humildes ganapanes” tiene un sentido explicativo porque un hogar que se abandona para emigrar es que es pobre –“mortecino”-, lo mismo ocurre con “humildes” pues los ganapanes son personas pobres pues trabajan solo por la comida. Tambien “nueva fortuna” tiene un sentido explicativo, pues la conquista de Valencia fue un éxito “nuevo”, es decir, que acababa de ocurrir al Cid en el momento referido en el poema.
Frente a los explicativos, los adjetivos especificativos suelen ir pospuestos –como ocurre en los que vamos a comentar- puesto que añaden una cualidad nueva, necesaria  para precisar el sustantivo y distinguirlo de otros. Son especificativos “Castilla miserable, ayer dominadora”, Pues claramente está distinguiendo –especificando- dos “Castillas” diferentes, la del presente y la del pasado. Lo mismo ocurre con “La madre en otro tiempo fecunda en capitanes”, que personifica a España como una madre con muchos hijos heroicos, a diferencia de la España actual.
Encontramos un único adjetivo que califica al sustantivo a través de un verbo copulativo, esto es, en función de atributo: “No es aquella tan generosa un día”
En conclusión, en el poema Machado reflexiona de manera muy subjetiva sobre el pasado de Castilla, a partir de la contemplación del paisaje, destacando la pobreza actual frente al pasado heroico.

  1. Definición del significado conceptual y contextual.
Yermos: Sustantivo. Lugar que no tiene vegetación y no puede cultivarse. El autor hace referencia a los grandes campos llanos y secos castellanos.
Decrépitas: Adjetivo. Se dice de aquello que está en decadencia total o con un gran deterioro de su estado. Hace referencia a las ciudades castellanas.
Mortecino: Adjetivo. Que no tiene viveza ni intensidad y parece estar a punto de morir. En el poema se usa en sentido figurado: el fuego del hogar se está apagando y los habitantes de la casa deben partir en busca de un futuro mejor.
Yerra: 3ª persona del singular del verbo errar. Ir de un lugar a otro sin rumbo y sin destino.
En el texto se refiere a que el pasado heroico y esplendoroso de Castilla es ya solo un fantasma que aún deambula sin rumbo.
Ganapanes: Sustantivo. Personas pobres y toscas que trabajan por muy poco sueldo, apenas para pasarse el pan, la comida. En el texto hace referencia a aquello en que se ha  convertido Castilla, pasando de ser madre de capitanes a madrastra de hombres miserables.



miércoles, 16 de octubre de 2019

EL APRENDIZAJE, SAVATER


El aprendizaje siempre tiene –al menos en sus inicios- un componente de coacción: casi todos nos hemos educado a regañadientes. Es raro el caso del niño que renuncia voluntariamente a sus juegos o del adolescente que prescinde con gusto de sus diversiones para llegar a saber gramática o geografía. No es el profesor quien aburre, ni siquiera la materia misma, sino el hecho mismo de tener que concentrarse para aprender. Saber es una forma de felicidad y de liberación, pero llegar a saber exige trabajos forzados. Quien conoce la importancia del conocimiento y los beneficios que aporta –el adulto, el maestro, los padres – no tiene más remedio que contrariar temporalmente el capricho momentáneo de sus alumnos, que ignoran la magnitud e importancia de lo que están recibiendo, a veces con pocas ganas. Que yo sepa, sólo Tarzán aprendió a leer por sí mismo, pero ya mayorcito y no sin pasar por un largo calvario de autodisciplina… en una novela. Antes o después todos los enseñantes son vistos por sus discípulos como aguafiestas de su joven vida. Nunca he entendido bien eso de que “hay chicos y chicas a los que no les gusta estudiar”. A nadie le gusta estudiar sino a los masoquistas, que no suelen abundar por debajo de los dieciséis años. Pero enterarnos poco a poco de que en muchas ocasiones lo que necesitamos deba prevalecer sobre lo que nos gusta es parte, y nada menos, de la maduración personal. Y de la educación en el más amplio sentido de la palabra. Desde luego, hay maestros que tienen una habilidad especial –un arte, digamos- para conseguir aplicación de sus educandos, sin hacérsela gravosa ni demasiado ordenancista: felices ellos. Pero en cualquier caso esa aplicación es imprescindible en la dialéctica entre enseñanza y aprendizaje, y resulta evidente que a veces se rehúsa, y hasta se convierte en hostilidad y agresividad contra quien la exige para poder cumplir con su función. Si el maestro no puede mandar o si sus órdenes razonables son sistemáticamente desatendidas o burladas, la educación se hace imposible; aún peor, se convierte en un fatigoso deporte de riesgo para quien pretende ejercerla. 

Fernando Savater,  Diario La verdad de Murcia 

 

1 - Resumen (1 p.)

El proceso de aprendizaje supone un esfuerzo que la mayoría de los niños y adolescentes no están dispuestos a realizar por voluntad propia. Aunque estudiar resulte una tarea desagradable, los adultos saben por experiencia que es imprescindible para el futuro de los estudiantes. Los jóvenes, según van madurando, también comprenden que a veces es necesario renunciar a lo que les gusta para centrarse en lo que les conviene. Para adquirir conocimientos es imprescindible la labor del profesor y el esfuerzo del alumno. Hay profesores que consiguen que ese esfuerzo resulte más agradable pero, en cualquier caso, si se cuestiona la autoridad del profesor, la enseñanza se hace imposible.

 2 - Actitud e intencionalidad.  (1 p.)

En este artículo de opinión, Fernando Savater, filósofo, escritor y articulista español, reflexiona acerca del proceso enseñanza-aprendizaje, resaltando la importancia del esfuerzo de alumno y la necesidad de respetar el principio de autoridad en la figura del profesor.
El autor muestra una actitud subjetiva y cercana al lector, que se manifiesta en los procedimientos lingüísticos propios de la función expresiva que analizaremos más adelante. Se muestra comprensivo con los jóvenes a los que no les gusta estudiar. Les entiende perfectamente y trata de hacerles ver que es normal, y que el rechazo que puedan sentir ellos hacia los estudios lo ha experimentado él mismo. Sin embargo, les advierte de la importancia de los estudios. Los adultos, que tienen más experiencia saben de lo importante que será una buena formación académica en la vida de sus hijos o alumnos. Savater trata de hacer comprender a los adolescentes que, si les obligan a estudiar es por su bien y que ellos mismos, cuando maduren lo comprenderán también.
Esta empatía hacia los jóvenes se hace también extensiva a los adultos, especialmente hacia los profesores, a los que reconoce lo ingrato de su labor y el riesgo que a veces asumen al tener que obligar a estudiar a adolescentes que parecen odiarlos por ello, y que les desobedecen o incluso les agreden.
Fernando Savater utiliza un tono informal y distendido y recurre a coloquialismos (“aguafiestas”) y símiles humorísticos como el de Tarzán (que nunca tuvo profesor) para explicar que la función de los profesores es imprescindible en el proceso de enseñanza-aprendizaje y que, por esa razón, es importantísimo que no se cuestiones el principio de autoridad y se obedezcan sus órdenes. Savater defiende la necesidad de que los profesores tengan una autoridad porque sin ella, los alumnos no podrán aprender nada.
Savater se muestra, como hemos dicho, cercano, afable y comprensivo con los jóvenes, pero también firme y serio en su argumentación. Trata de convencer a los lectores a través de una argumentación racional, basada en los hechos y el razonamiento lógico y no en las opiniones, para demostrar la evidencia de la importancia del esfuerzo y el trabajo por parte de los jóvenes. Este afán de convencer con argumentos objetivos explica la presencia de la función representativa de la lengua, junto a la expresiva, como analizaremos a continuación.

3 – Funciones del lenguaje. Justificar con procedimientos lingüísticos. (1,5 p.)

Como ya hemos dicho, el texto a comentar es un artículo de opinión, por lo que predomina la subjetividad, que se manifiesta a través de los procedimientos propios de la función expresiva de la lengua, que detallamos a continuación.
·         El autor escribe desde la predomina la primera persona del singular, (“nunca he entendido”), incluso utilizando el pronombre personal, cuyo uso siempre es redundante y enfático pues está implícito en las desinencias verbales (“que yo sepa"), expresión coloquial que enfatiza de forma irónica una certeza, aunque aparentemente pueda expresar inseguridad.
·         Afirmaciones subjetivas y discutibles “A nadie le gusta estudiar”.
·         Uso de coloquialismos, que muestran cercanía con el lector, pues son propios de la lengua oral y de un registro distendido e informal. Además de la expresión “que yo sepa” que acabamos de mencionar encontramos las expresiones “a regañadientes” “aguafiestas”, “masoquistas” o "calvario”.
·         Sufijos afectivos (“ya mayorcito”), que en este caso implica una ironía, que es también un rasgo de subjetividad.
·         El símil de Tarzán, para referirse a la imposibilidad de educarse sin profesor, está cargado también de ironía, pues como el mismo Savater afirma luego, esto solo ocurre en las novelas.
·         El uso de un léxico connotativo es también otro procedimiento característico de la función expresiva. Se trata de palabras que se han cargado de significados positivos (“liberación” “felicidad”) para referirse a la educación o negativos (“agresividad” “hostilidad”), para referirse a la actitud de algunos alumnos.

Ligada a la función expresiva, encontramos también la función apelativa, puesto que todo texto de opinión trata de influir en los lectores, de forma más o menos explícita, y convencerles de las opiniones defendidas por el autor. Aunque no aparecen en el texto a comentar procedimientos exclusivos de esta función como el uso de la 2º persona, sí que el autor utiliza la 1ª persona del plural para buscar la complicidad del lector al incluirlo en un grupo en el que participa él mismo (“todos nos hemos educado a regañadientes”), expresión con la que parece dirigirse a los adultos (padres y profesores) que, como se suele decir, “también han sido jóvenes”.
Ligadas a la función apelativa, encontramos además algunas figuras retóricas encaminadas a conmover o persuadir el lector y que se relacionan con la Función Poética, también presente en el texto. Encontramos las siguientes:
·         Metáfora. Uso del lenguaje figurado con fines expresivos, identificando dos realidades que en principio no tienen nada que ver, de modo que el término figurado sustituye al real: "se convierte en un fatigoso deporte de riesgo", para referirse a la profesión de docente, resaltando las dificultades y hasta peligros que entraña.
·         Una antítesis, que consiste en colocar dos palabras de significados contrarios ("antes o después").Esta antítesis, de uso muy común, se refiere a que algo tiene que ocurrir de forma inevitable.
·         Un hipérbaton, o alteración del orden gramatical de las oraciones para resaltar algún elemento: "es raro el caso del niño que...". en este caso, la anteposición del atributo “raro” al Sujeto, focaliza la atención del lector en este adjetivo valorativo.

Como ya mencionamos, a pesar de ser un texto de opinión, Fernando Savater intenta mostrarse objetivo, sobre todo en la segunda parte del texto, cuando defiende la importancia del esfuerzo del alumno y de la obediencia al profesor, pues, como ya dijimos, pretende convencer a través de argumentos racionales y objetivos. Así encontramos también muchos procedimientos propios de la función representativa);
·         Predomino de la 3ª persona en sus afirmaciones, que presenta como verdades incuestionables ("los enseñantes son vistos", "esa aplicación es imprescindible"),
·         Oraciones enunciativas y verbos en presente de indicativo, con sentido universal, que son mayoritarios en todo el texto.

4 - Valoración personal del tema y de la forma de expresar sus ideas del autor y de la solidez de sus argumentos. (1 p.)

Es cierto que todos los niños preferirían quedarse en casa jugando a ir a la escuela para aprender. Estoy totalmente de acuerdo con el autor en que, al principio, hay un elemento de coacción. Sin embargo, yo matizaría alguna de las apreciaciones de Savater.
Creo que, en gran medida, el rechazo al estudio puede venir dado por el hecho de que a los alumnos se nos hace estudiar muchas cosas que no nos van a servir para nada, ni en nuestra vida diaria, ni en nuestros estudios posteriores. Pongamos, por ejemplo, las asignaturas de la ESO. Hasta 3º de la ESO, nos obligan a estudiar asignaturas, como Física o Biología, que posteriormente puedes decidir no cursar. Entiendo que, si quieres estudiar Medicina, por ejemplo, tengas que estudiar Física, Química o Biología, pero no entiendo por qué debes estudiar Historia o Filosofía, asignaturas quizás que no te gusten o que no se te den muy bien y que no volverás a ver nunca.
No comparto la opinión de que no es el profesor ni la materia la que aburre, creo que el que te guste una asignatura o te deje de gustar depende mucho del profesor y estoy muy de acuerdo en que la educación se puede hacer muy fatigosa, pero no solo para el que la imparte, sino también para los estudiantes. Al fin al cabo, los profesores están trabajando cuando dan clase y tendrían que esforzarse por hacer bien su trabajo. Sin embargo, creo que hay profesores que van allí, cobran y no se dedican mucho a lo que es realmente enseñar.
En conclusión, comparto algunas de las opiniones del autor, pero no estoy totalmente de acuerdo en todas. Creo que los alumnos disfrutarían más con el estudio si los programas educativos fueran mejores y algunos profesores hicieran mejor su trabajo.

5 - Significado conceptual y contextual de las expresiones resaltadas. Bien con tres sinónimos, bien con una definición precisa que parta de la categoría gramatical (1,5 p.)

1.      Coacción. Sustantivo abstracto. Acción de coaccionar, obligar a alguien a hacer algo contra su voluntad, ya sea bajo presión, fuerza o chantaje. En el texto indica que el aprendizaje siempre es obligatorio.
2.      Conocimiento. Sustantivo abstracto referido en el texto al conjunto de saberes adquiridos mediante el proceso educativo.
3.      Masoquistas. Sustantivo, se dice de las personas que disfrutan con su propio dolor. En el texto se refiere a aquellas personas a las que les gusta estudiar.
4.      Ordenancista. Adjetivo que se aplica a lo que se impone de forma excesivamente sujeta a normas u ordenanzas.
5.      Fatigoso deporte de riesgo. Expresión metafórica con la que el autor se refiere al trabajo del profesor, que puede resultar agotador, complicado e incluso peligroso.


6 – Sintaxis: Delimita las proposiciones, indicando tipo y función de las subordinadas. Señala los núcleos verbales y los nexos, indicando tipo y función del nexo.  (4 puntos)

(Núcleos verbales subrayados; nexos en negrita).
Prop 1

Es raro el caso del niño

Prop 2
que renuncia voluntariamente a sus juegos.

Prop 1: Proposición principal.
Prop 2: Subordinada adjetiva de CN de niño.
Que: pronombre relativo con función de sujeto.



Prop 1

Quien conoce la importancia del conocimiento y los beneficios


Prop 2
que aporta
Prop 3


tiene que contrariar temporalmente el capricho de sus alumnos.
Prop 1: Subordinada adjetiva sustantivada de sujeto de Prop 3.
Prop 1 : Adjetiva sustantivada, Sujeto.
Quien: pronombre relativo con función de sujeto.
Prop 2: Subordinada adjetiva de CN de beneficios de Prop 1.
Que: pronombre relativo con función de CD.
Prop 3: Proposición principal.


Prop 1
Si el maestro no puede mandar

Prop 2
o si sus órdenes razonables son sistemáticamente desatendidas o burladas
Prop 3

la educación se hace imposible.

Prop 1: Subordinada adverbial condicional de Prop 3.
Si: conjunción condicional sin función.
Prop 2: Subordinada adverbial condicional de Prop 3.
Si: conjunción condicional sin función.
Prop 2 y Prop 2: Proposiciones coordinadas disyuntivas mediante la conjunción o.
Prop 3: Proposición principal.

Prop 1

Resulta evidente

Prop 2
que a veces se rehúsa el aprendizaje.

Prop 1: Proposición principal.
Prop 2: Subordinada sustantiva de sujeto de Prop 2.
Que: conjunción completiva sin función.

  
Prop 1

Tarzán aprendió ya mayorcito

Prop 2
a leer

Prop 3
pasando por un largo calvario de autodisciplina.

Prop 1: Proposición principal.
Prop 2: Subordinada sustantiva de C.Rég de Prop 1.
Prop 3: Subordinada adverbial de CCModo de Prop 1.
Ambas subordinadas carecen de nexo porque sus verbos son formas no personales.

Prop 1

Hay maestros con habilidad especial

Prop 2
para conseguir aplicación en sus discípulos.

Prop 1: Proposición principal.
Prop 2: Subordinada sustantiva CN de habilidad de Prop 2.
Sin nexo por estar el verbo en infinitivo.